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Columnista - 1 marzo, 2018

La cabecera corregimental Los Corazones

La Alcaldía de Valledupar debería evitar en lo posible, la expansión del suelo urbano de la ciudad y buscar por todos los medios alternativos, la verticalidad de las construcciones, por las consecuencias negativas de orden urbanístico, social y ambiental que ocasiona la horizontalidad, razón por la cual se tendría que pensar en la estrategia ciudad-región, […]

La Alcaldía de Valledupar debería evitar en lo posible, la expansión del suelo urbano de la ciudad y buscar por todos los medios alternativos, la verticalidad de las construcciones, por las consecuencias negativas de orden urbanístico, social y ambiental que ocasiona la horizontalidad, razón por la cual se tendría que pensar en la estrategia ciudad-región, incluyendo centros poblacionales de apoyo como área de influencia más cercana, gestándole la inversión en servicios básicos y tecnológicos para promover proyectos de vivienda, servicios e instituciones, para lo cual se debe generar eficientes niveles de articulación física, con transporte inter urbano, para incrementar el volumen de relaciones sociales y comerciales con la cabecera del corregimiento Los Corazones, dada también su estratégica ubicación con la zona norte del municipio y sur de La Guajira.

La tendencia de localización de universidades y colegios en el eje Valledupar-Río Seco, es una lógica búsqueda de espacios más propicios ambientalmente para la educación y así está sucediendo en todo el país, motivo por el cual el ente oficial debe promocionar nuevos espacios también para la salud, como las clínicas psiquiátricas y centros de investigación, fuera de la ciudad.

La inversión del municipio de Valledupar del orden metropolitano, es un horizonte incierto, debido a que prioritariamente debe atender su propia estructura municipal, generando condiciones urbanas apropiadas para que su crecimiento económico interno satisfaga las necesidades más apremiantes de sus comunidades, antes de apoyar insuficiencias externas, puesto que en el municipio existen 25 corregimientos que se encuentran en precarias condiciones de desarrollo, por no existir políticas claras de mejoramiento integral. De manera que se deben incluir en la Modificación Excepcional para todos los suelos urbanos corregimentales, Planes Maestros de Acueducto, Alcantarillado Residual y Pluvial, de Espacio Público y de Control Urbano, Suburbano y Rural, para nivelar las regiones y revalorar sus tierras.

Lo anterior debido a que hasta ahora, los Alcaldes se han concentrado prioritariamente en la resolución de problemas de la ciudad y han abandonado sus centros poblacionales y de allí se deriva el continuado traslado de sus gentes a la ciudad, por las condiciones míseras a las que los someten. Las estadísticas muestran que el 86 % de la población municipal se encuentre en su capital y por este motivo, estamos lejos de que Valledupar sea una ciudad resiliente, precisamente por carecer de medios como para sostenerse por sí misma, por falta de estructuras urbanas eficientes en sus corregimientos. La interrelación de Los Corazones con Valledupar, su estratégica ubicación como el primer anillo vial que conecta al relleno sanitario, al parque Los Besotes, a Rio Seco, a Las Raíces; por su localización fuera del Resguardo indígena y su capacidad hídrica, se constituye en fuerza de generación de políticas integrales de seguridad alimentaria, como pieza clave para la generación de ingresos, oferta de empleos y apoyo institucional, que la Administración debería promover a través de una Modificación Excepcional que marque la diferencia, establezca polos de desarrollo y amplíe sus expectativas.

Columnista
1 marzo, 2018

La cabecera corregimental Los Corazones

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Augusto Enrique Orozco Sanchez

La Alcaldía de Valledupar debería evitar en lo posible, la expansión del suelo urbano de la ciudad y buscar por todos los medios alternativos, la verticalidad de las construcciones, por las consecuencias negativas de orden urbanístico, social y ambiental que ocasiona la horizontalidad, razón por la cual se tendría que pensar en la estrategia ciudad-región, […]


La Alcaldía de Valledupar debería evitar en lo posible, la expansión del suelo urbano de la ciudad y buscar por todos los medios alternativos, la verticalidad de las construcciones, por las consecuencias negativas de orden urbanístico, social y ambiental que ocasiona la horizontalidad, razón por la cual se tendría que pensar en la estrategia ciudad-región, incluyendo centros poblacionales de apoyo como área de influencia más cercana, gestándole la inversión en servicios básicos y tecnológicos para promover proyectos de vivienda, servicios e instituciones, para lo cual se debe generar eficientes niveles de articulación física, con transporte inter urbano, para incrementar el volumen de relaciones sociales y comerciales con la cabecera del corregimiento Los Corazones, dada también su estratégica ubicación con la zona norte del municipio y sur de La Guajira.

La tendencia de localización de universidades y colegios en el eje Valledupar-Río Seco, es una lógica búsqueda de espacios más propicios ambientalmente para la educación y así está sucediendo en todo el país, motivo por el cual el ente oficial debe promocionar nuevos espacios también para la salud, como las clínicas psiquiátricas y centros de investigación, fuera de la ciudad.

La inversión del municipio de Valledupar del orden metropolitano, es un horizonte incierto, debido a que prioritariamente debe atender su propia estructura municipal, generando condiciones urbanas apropiadas para que su crecimiento económico interno satisfaga las necesidades más apremiantes de sus comunidades, antes de apoyar insuficiencias externas, puesto que en el municipio existen 25 corregimientos que se encuentran en precarias condiciones de desarrollo, por no existir políticas claras de mejoramiento integral. De manera que se deben incluir en la Modificación Excepcional para todos los suelos urbanos corregimentales, Planes Maestros de Acueducto, Alcantarillado Residual y Pluvial, de Espacio Público y de Control Urbano, Suburbano y Rural, para nivelar las regiones y revalorar sus tierras.

Lo anterior debido a que hasta ahora, los Alcaldes se han concentrado prioritariamente en la resolución de problemas de la ciudad y han abandonado sus centros poblacionales y de allí se deriva el continuado traslado de sus gentes a la ciudad, por las condiciones míseras a las que los someten. Las estadísticas muestran que el 86 % de la población municipal se encuentre en su capital y por este motivo, estamos lejos de que Valledupar sea una ciudad resiliente, precisamente por carecer de medios como para sostenerse por sí misma, por falta de estructuras urbanas eficientes en sus corregimientos. La interrelación de Los Corazones con Valledupar, su estratégica ubicación como el primer anillo vial que conecta al relleno sanitario, al parque Los Besotes, a Rio Seco, a Las Raíces; por su localización fuera del Resguardo indígena y su capacidad hídrica, se constituye en fuerza de generación de políticas integrales de seguridad alimentaria, como pieza clave para la generación de ingresos, oferta de empleos y apoyo institucional, que la Administración debería promover a través de una Modificación Excepcional que marque la diferencia, establezca polos de desarrollo y amplíe sus expectativas.