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General - 19 abril, 2018

Jóvenes al alcance de la tarjeta de crédito

Este tipo de identificación bancaria ha logrado despertar el interés de los jóvenes quienes la ven como un pasaporte a grandes artículos en venta.

Hace algunos años no había espacio para pensar que jóvenes u adolescentes tuvieran acceso fácilmente al manejo en tarjetas de créditos, una herramienta elaborada en plástico con banda mangánica, y un código especial que logra cumplir los gustos que logran despertarse en grandes almacenes o como hoy día es tendencia, a través de internet. Esta identificación bancaria ya hace parte de las billeteras de los más jóvenes al momento de asumir sus propios gastos.

El auge de esta tendencia ha sido los productos que muchas veces solo pueden conseguirse de manera virtual y son interesantes para esta etapa de la vida. Únicamente pueden ser autorizadas y entregadas a través de entidades bancarias o financieras legalmente constituidas, las mismas que han creado estrategias para darle pase a una vida crediticia entre los más cortos de edad. Aunque algunas tienen una restricción por parte de terceros, otras no poseen límites con respecto a la cantidad, económicamente hablando, de gasto u pagar.

Como todo, el tipo de características de cada ciudadano en temas de solvencia financiera ayudará a aumentar el cupo y entrega de la misma. La mayoría de los jóvenes especialmente universitarios tienen en sus documentos tarjetas de crédito o débito fácil para recibir consignaciones o no quedarse sin dinero en ninguna para sus necesidades.

Especial para ellos

Las tarjetas de créditos amparadas son las esenciales para ellos. Como su nombre lo indica, son manejadas por terceros quienes generalmente son padres o tutores pero, contiene las mismas funciones de una de carácter principal. El cupo estará directamente sujeto al estudio de crédito realizado por la empresa al representante principal.

En esta clase, se podrán entregar tarjetas de créditos a partir de los 14 años que podrán ser utilizadas dentro y fuera del país, además obtendrá beneficios como el tutor principal; acumulación de puntos para ser redimidos en ofertas que el banco mantenga; hoteles, viajes y millas aéreas.

Otros bancos manejan una tarjeta joven que permite retirar dinero en afectivo a través de avances y al momento de pagar se podrá dividir hasta en 36 cuotas pensando en la rentabilidad de la persona. Además enfocándose en los gustos añaden beneficios en temas de educación, entretenimiento, restaurantes, salud, belleza, vanidades y vestuarios.

¿En qué gastan los jóvenes?

En artículos femeninos continúa liderando el maquillaje y las herramientas utilizadas para aplicarlo también ropa de marca y zapatos elegantes; En el caso de los hombres su pasión por el deporte los lleva a adquirir uniformas originales de sus equipos y en consolas de vídeo juegos.

El economista Jesús Pérez señala que “al momento de darle una tarjeta tan importante a un joven se debe medir su madurez. El banco actuará ante cualquier incumplimiento o compra como con cualquier otra persona adulta; exigirá el aporte de impuestos, el saldo prestado y los intereses y comisiones bancarias”. Además agregó que “por más formas que tenga un padre de controlar una compra o aceptación de la misma, ya genera un valor a pagar obligatoriamente”.

Eduardo Moscote/ EL PILÓN
[email protected]

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19 abril, 2018

Jóvenes al alcance de la tarjeta de crédito

Este tipo de identificación bancaria ha logrado despertar el interés de los jóvenes quienes la ven como un pasaporte a grandes artículos en venta.


Hace algunos años no había espacio para pensar que jóvenes u adolescentes tuvieran acceso fácilmente al manejo en tarjetas de créditos, una herramienta elaborada en plástico con banda mangánica, y un código especial que logra cumplir los gustos que logran despertarse en grandes almacenes o como hoy día es tendencia, a través de internet. Esta identificación bancaria ya hace parte de las billeteras de los más jóvenes al momento de asumir sus propios gastos.

El auge de esta tendencia ha sido los productos que muchas veces solo pueden conseguirse de manera virtual y son interesantes para esta etapa de la vida. Únicamente pueden ser autorizadas y entregadas a través de entidades bancarias o financieras legalmente constituidas, las mismas que han creado estrategias para darle pase a una vida crediticia entre los más cortos de edad. Aunque algunas tienen una restricción por parte de terceros, otras no poseen límites con respecto a la cantidad, económicamente hablando, de gasto u pagar.

Como todo, el tipo de características de cada ciudadano en temas de solvencia financiera ayudará a aumentar el cupo y entrega de la misma. La mayoría de los jóvenes especialmente universitarios tienen en sus documentos tarjetas de crédito o débito fácil para recibir consignaciones o no quedarse sin dinero en ninguna para sus necesidades.

Especial para ellos

Las tarjetas de créditos amparadas son las esenciales para ellos. Como su nombre lo indica, son manejadas por terceros quienes generalmente son padres o tutores pero, contiene las mismas funciones de una de carácter principal. El cupo estará directamente sujeto al estudio de crédito realizado por la empresa al representante principal.

En esta clase, se podrán entregar tarjetas de créditos a partir de los 14 años que podrán ser utilizadas dentro y fuera del país, además obtendrá beneficios como el tutor principal; acumulación de puntos para ser redimidos en ofertas que el banco mantenga; hoteles, viajes y millas aéreas.

Otros bancos manejan una tarjeta joven que permite retirar dinero en afectivo a través de avances y al momento de pagar se podrá dividir hasta en 36 cuotas pensando en la rentabilidad de la persona. Además enfocándose en los gustos añaden beneficios en temas de educación, entretenimiento, restaurantes, salud, belleza, vanidades y vestuarios.

¿En qué gastan los jóvenes?

En artículos femeninos continúa liderando el maquillaje y las herramientas utilizadas para aplicarlo también ropa de marca y zapatos elegantes; En el caso de los hombres su pasión por el deporte los lleva a adquirir uniformas originales de sus equipos y en consolas de vídeo juegos.

El economista Jesús Pérez señala que “al momento de darle una tarjeta tan importante a un joven se debe medir su madurez. El banco actuará ante cualquier incumplimiento o compra como con cualquier otra persona adulta; exigirá el aporte de impuestos, el saldo prestado y los intereses y comisiones bancarias”. Además agregó que “por más formas que tenga un padre de controlar una compra o aceptación de la misma, ya genera un valor a pagar obligatoriamente”.

Eduardo Moscote/ EL PILÓN
[email protected]