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Farándula - 30 octubre, 2017

Jorge Oñate: ‘El decano del canto vallenato’

A propósito de la polémica generada por el cantante vallenato Jorge Oñate, ‘El Jilguero de América’, que se sostiene en que no grabaría ni cantaría con un reguetonero, el abogado y productor de programas radiales en emisoras de la ciudad de Bogotá, Roberto Carlos Narváez recuerda en este artículo por qué Oñate es un fiel representante del vallenato clásico.

Tengo un pleito con mi madre
que si lo pierdo yo muero,
porque ella quiere casarme
con una que yo no quiero.
El que no conoce el tema sufre de engaño,
pero yo como lo conozco, soy mucho gallo.
‘El pleito’ – Abel Antonio Villa.

Así suenan las coplas de la juglaría vallenata que Jorge Antonio Oñate González desde muy joven recitaba por las calles polvorientas de su pueblo natal, La Paz (Cesar), un referente en el mágico mundo del Caribe colombiano.

‘El Jilguero’, como fue bautizado por el populacho que gozó sus canciones desde muy niño, grabó su primer trabajo musical en el año 1968 con ‘El Comandante’ Emilio Oviedo Corrales, es decir, que Jorge Oñate empezó su trasegar musical en los tiempos en que el país, y más concretamente la Costa Caribe, disfrutaba la época más gloriosa que ha tenido la música vallenata en toda su evolución.

Generación de ídolos

Después de Jorge, fue en la década del setenta cuando sobreviene la época que vio nacer una pléyade de cantantes inmortales: Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta, Diomedes Díaz Maestre, Rafael Orozco Maestre, Alberto ‘Beto’ Zabaleta, Fredy Peralta y muchos más.

Hay que señalar que ‘El decano del canto vallenato’ con su voz permanente ha brillado con luz propia en una carrera ascendente durante más de 50 años, llegando con su melodiosa, clara y portentosa garganta a todos los rincones del país y del exterior, siempre complaciendo a sus seguidores con un vallenato clásico que ya ocupa un sitial en el universo de la música de acordeón.

Mostrando siempre un verdadero profesionalismo, y con una carrera deslumbrante durante muchos años de vida artística, ‘El Ruiseñor del Cesar’ le ha brindado grandes glorias al folclor y a la música de Francisco El Hombre.

Es indudable que ‘El decano del canto vallenato’ ha sido el mejor mensajero del más bello sentimiento en las historias mágicas de las canciones vallenatas, creadas por los campesinos iletrados del Litoral Caribe, quienes acuñaron la costumbre innata de narrar sus vivencias y las de su entorno bucólico.

El hijo de la vieja Delfina Oñate ha logrado los mayores reconocimientos de la prensa nacional e internacional. Entre sus múltiples premios figura la primera estatuilla del Congo de Oro en el año 1974 en el Festival de Orquestas y Acordeones con el conjunto de Los Hermanos López, máximo símbolo de los carnavales de Barranquilla. Oñate es el artista de la música vallenata que más congos ha ganado en su trasegar artístico, catorce en total; sin embargo, durante los años recientes ha optado por presentarse a este evento sin concursar, porque como el mismo ‘Jilguero’ afirma: “para darle la oportunidad a las nuevas generaciones de usar este evento como plataforma de promoción”.

Sin vacilación alguna, Jorge Oñate es uno de los mejores solistas de éste género, un intérprete lirico de talla mundial a través de su canto, con el que ha llegado al corazón de los amantes de la música más linda del mundo, con sentimiento y clase.

En el año 1972, ‘El decano del canto vallenato’ dividió la historia del Festival Vallenato en dos etapas en plena plaza Alfonso López, antes y después de Jorge Oñate, y es cuando surge la figura del cantante vallenato, puesto que el reglamento del certamen establecía que el acordeonero cantaba y tocaba su acordeón.

Jorge, artista costeño

Como buen costeño, Jorge es hincha furibundo del Junior de Curramba, incluso, al punto de considerar el fútbol como su segunda gran pasión, después del canto vallenato.

‘El Ruiseñor del Cesar’, al igual que ‘El Cacique de La Junta’, ‘El Pulmón de Oro’, el ídolo de las multitudes Rafael Orozco Maestre y ‘El Todoterreno’ Beto Zabaleta, tienen la particularidad de que son insustituibles, porque cada uno creó su propio estilo, y cuentan con la virtud de no haberle copiado a otro.

Fiel exponente del folclor vallenato, quien ha cosechado sus mejores triunfos al lado de Miguel López Gutiérrez, Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza, Emiliano Zuleta Díaz, ‘Juancho’ Rois Zúñiga, Cristian Camilo Peña y Alvarito López.

Haciéndole un reconocimiento a su disciplina y a su tenacidad, Jorge Oñate ha creado un estilo del canto vallenato que no pisa los coros, que frasea sin romper los acordes, en este orden, considero que tiene una voz que empieza levemente a despuntar en la gracia cantada, logrando patentizar la verdadera autenticidad de la música vallenata.

Sin Jorge Oñate, este género musical sería mudo, la narrativa del paseo, el merengue, la puya y el son serían una simple entelequia. Si a alguien se le debe es a ‘El decano del canto vallenato’, al arte de Rafael Escalona, de Consuelo Araujonoguera, de ‘Gabo’, por excelencia, Jorge ha sido un difusor permanente de la música de Francisco el Hombre.

Ahora, escuchamos a un ‘Jilguero de América’ renovado, en su reciente trabajo discográfico ‘Patrimonio Cultural’, con el flamante recién coronado Rey de Reyes Alvarito López, demostró que la esencia es la misma, y la academia de los Premios Grammy Latino acaba de reconocer el gran aporte de Jorge y ‘Varo’ al folclor más representativo de Colombia al nominarlos con esta producción en la categoría de ‘Mejor Álbum Cumbia Vallenato’.

‘El decano del canto vallenato’ continúa siendo el hombre sencillo, dedicado al ‘Bel Canto’, a su familia, a sus amigos, y su voz sigue como la de los grandes tenores, que aunque pasen los años, el repique de su garganta está con un lirismo mejor que nunca, uno la escucha y escucha, y pasa como con los buenos vinos: Siempre gusta más.

Por : Roberto Carlos Narváez Vergara

 

 

Farándula
30 octubre, 2017

Jorge Oñate: ‘El decano del canto vallenato’

A propósito de la polémica generada por el cantante vallenato Jorge Oñate, ‘El Jilguero de América’, que se sostiene en que no grabaría ni cantaría con un reguetonero, el abogado y productor de programas radiales en emisoras de la ciudad de Bogotá, Roberto Carlos Narváez recuerda en este artículo por qué Oñate es un fiel representante del vallenato clásico.


Tengo un pleito con mi madre
que si lo pierdo yo muero,
porque ella quiere casarme
con una que yo no quiero.
El que no conoce el tema sufre de engaño,
pero yo como lo conozco, soy mucho gallo.
‘El pleito’ – Abel Antonio Villa.

Así suenan las coplas de la juglaría vallenata que Jorge Antonio Oñate González desde muy joven recitaba por las calles polvorientas de su pueblo natal, La Paz (Cesar), un referente en el mágico mundo del Caribe colombiano.

‘El Jilguero’, como fue bautizado por el populacho que gozó sus canciones desde muy niño, grabó su primer trabajo musical en el año 1968 con ‘El Comandante’ Emilio Oviedo Corrales, es decir, que Jorge Oñate empezó su trasegar musical en los tiempos en que el país, y más concretamente la Costa Caribe, disfrutaba la época más gloriosa que ha tenido la música vallenata en toda su evolución.

Generación de ídolos

Después de Jorge, fue en la década del setenta cuando sobreviene la época que vio nacer una pléyade de cantantes inmortales: Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta, Diomedes Díaz Maestre, Rafael Orozco Maestre, Alberto ‘Beto’ Zabaleta, Fredy Peralta y muchos más.

Hay que señalar que ‘El decano del canto vallenato’ con su voz permanente ha brillado con luz propia en una carrera ascendente durante más de 50 años, llegando con su melodiosa, clara y portentosa garganta a todos los rincones del país y del exterior, siempre complaciendo a sus seguidores con un vallenato clásico que ya ocupa un sitial en el universo de la música de acordeón.

Mostrando siempre un verdadero profesionalismo, y con una carrera deslumbrante durante muchos años de vida artística, ‘El Ruiseñor del Cesar’ le ha brindado grandes glorias al folclor y a la música de Francisco El Hombre.

Es indudable que ‘El decano del canto vallenato’ ha sido el mejor mensajero del más bello sentimiento en las historias mágicas de las canciones vallenatas, creadas por los campesinos iletrados del Litoral Caribe, quienes acuñaron la costumbre innata de narrar sus vivencias y las de su entorno bucólico.

El hijo de la vieja Delfina Oñate ha logrado los mayores reconocimientos de la prensa nacional e internacional. Entre sus múltiples premios figura la primera estatuilla del Congo de Oro en el año 1974 en el Festival de Orquestas y Acordeones con el conjunto de Los Hermanos López, máximo símbolo de los carnavales de Barranquilla. Oñate es el artista de la música vallenata que más congos ha ganado en su trasegar artístico, catorce en total; sin embargo, durante los años recientes ha optado por presentarse a este evento sin concursar, porque como el mismo ‘Jilguero’ afirma: “para darle la oportunidad a las nuevas generaciones de usar este evento como plataforma de promoción”.

Sin vacilación alguna, Jorge Oñate es uno de los mejores solistas de éste género, un intérprete lirico de talla mundial a través de su canto, con el que ha llegado al corazón de los amantes de la música más linda del mundo, con sentimiento y clase.

En el año 1972, ‘El decano del canto vallenato’ dividió la historia del Festival Vallenato en dos etapas en plena plaza Alfonso López, antes y después de Jorge Oñate, y es cuando surge la figura del cantante vallenato, puesto que el reglamento del certamen establecía que el acordeonero cantaba y tocaba su acordeón.

Jorge, artista costeño

Como buen costeño, Jorge es hincha furibundo del Junior de Curramba, incluso, al punto de considerar el fútbol como su segunda gran pasión, después del canto vallenato.

‘El Ruiseñor del Cesar’, al igual que ‘El Cacique de La Junta’, ‘El Pulmón de Oro’, el ídolo de las multitudes Rafael Orozco Maestre y ‘El Todoterreno’ Beto Zabaleta, tienen la particularidad de que son insustituibles, porque cada uno creó su propio estilo, y cuentan con la virtud de no haberle copiado a otro.

Fiel exponente del folclor vallenato, quien ha cosechado sus mejores triunfos al lado de Miguel López Gutiérrez, Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza, Emiliano Zuleta Díaz, ‘Juancho’ Rois Zúñiga, Cristian Camilo Peña y Alvarito López.

Haciéndole un reconocimiento a su disciplina y a su tenacidad, Jorge Oñate ha creado un estilo del canto vallenato que no pisa los coros, que frasea sin romper los acordes, en este orden, considero que tiene una voz que empieza levemente a despuntar en la gracia cantada, logrando patentizar la verdadera autenticidad de la música vallenata.

Sin Jorge Oñate, este género musical sería mudo, la narrativa del paseo, el merengue, la puya y el son serían una simple entelequia. Si a alguien se le debe es a ‘El decano del canto vallenato’, al arte de Rafael Escalona, de Consuelo Araujonoguera, de ‘Gabo’, por excelencia, Jorge ha sido un difusor permanente de la música de Francisco el Hombre.

Ahora, escuchamos a un ‘Jilguero de América’ renovado, en su reciente trabajo discográfico ‘Patrimonio Cultural’, con el flamante recién coronado Rey de Reyes Alvarito López, demostró que la esencia es la misma, y la academia de los Premios Grammy Latino acaba de reconocer el gran aporte de Jorge y ‘Varo’ al folclor más representativo de Colombia al nominarlos con esta producción en la categoría de ‘Mejor Álbum Cumbia Vallenato’.

‘El decano del canto vallenato’ continúa siendo el hombre sencillo, dedicado al ‘Bel Canto’, a su familia, a sus amigos, y su voz sigue como la de los grandes tenores, que aunque pasen los años, el repique de su garganta está con un lirismo mejor que nunca, uno la escucha y escucha, y pasa como con los buenos vinos: Siempre gusta más.

Por : Roberto Carlos Narváez Vergara