Tras detectar el mal estado de alimentos en las porciones alimenticias entregadas a estudiantes de la Institución Educativa Milciades Cantillo, representantes de la Contraloría, Personería y la Alcaldía de Valledupar visitaron ayer

las instalaciones del plantel a realizar inspección ocular de la situación.
La rectora del plantel educativa, Gloria Rois, aseguró que cuando despacharon los panes se percataron que algunos niños lo devolvían por tener moho, por lo que tomaron medidas inmediatas como fue la suspensión de la entrega de alimentos, llamar al operador (Consorcio PAE Valledupar) que hizo la reposición de los complementos y desechar los que no servían. Asimismo dijo que antes de repartir las entregas se dieron cuenta que habían unas mandarinas con una presentación irregular, por lo que le informaron al operador y éste cambió las frutas.

El personero Alfonso Campo manifestó que con la visita se busca que no se presenten este tipo de errores y escuchó las explicaciones del operador, “las cuales son válidas y respetables, así no la compartamos en ciertos puntos. Percibimos un compromiso del operador para mejorar y para que no se siga presentando estas situaciones.

Son temas públicos y delicados, que no admiten errores, aceptamos compromisos del operador para que se protejan los derechos de nuestros niños y no corramos el riesgo de una intoxicación por un mal procedimiento”.
Por su parte, el contralor municipal, Omar Contreras Socarrás, dijo que dialogó con estudiantes, docentes, manipuladoras y la rectora de la institución sobre lo sucedido con las raciones alimentarias para tomar las medidas pertinentes para que no se vuelva a entregar alimentos en mal estado a los estudiantes y si es el caso determinar las sanciones correspondientes.

Señaló que el Programa de Alimentación Escolar, PAE, está incluido en Plan General de Auditorias que adelanta la Contraloría de Valledupar en los distintos estamentos de la administración municipal, pero ante la denuncia de los medios de comunicación, de oficio fue designado el Grupo de Reacción Inmediata de la Oficina de Control Fiscal para que realice una auditoria especial y entregue en el menor tiempo posible un informe detallado sobre lo sucedido con los alimentos.

A su turno, el alcalde Augusto Ramírez Uhía, manifestó que “ayer se cercioró cuál fue la minuta contratada, el gramaje y calidad de los alimentos y el complemento a.m. y p.m. Con vehemencia exigimos un cumplimiento riguroso a lo contratado por parte del operador. La situación será sujeto de una actuación administrativa en contra del mismo operador e interventoría para que se aclare minuciosamente paso a paso el evento acontecido”.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN