Los vendedores de alimentos del área de la Clínica Valledupar son conscientes en que la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata beneficiará al folclor de la región, pero el temor que los invade es saber que quizás puedan perder el lugar que ha sido el sustento de sus familias por más de 20 años.

Shirley Bolaños, es una mujer que durante casi 30 años se ha dedicado a la venta de alimentos en ese sector, que fue demolido el pasado 23 de septiembre, ella asegura que hoy siente parte de tranquilidad porque ya ha habido acercamiento favorable entre el abogado de los más de siete propietarios de establecimientos comerciales y la administración departamental.

Ante una posible reubicación o que terminara su actividad comercial en frente de las instalaciones del centro asistencial, los afectados buscaron ayuda jurídica, según ellos para hacer respetar sus derechos, los cuales habían obtenido durante las varias décadas de estar trabajando allí.

Luis Alfonso Freite Mendoza, abogado apoderado de los vendedores afectados por el proyecto del CCMV dijo que “toda persona que en el espacio público durante un tiempo específico logre permanecer ahí con la complacencia de las autoridades por acción u omisión, genera constitucionalmente un derecho para esta persona, este derecho guarda su desarrollo constitucional en el principio de la confianza legítima”.

Para conocer cuál sería la situación de los comerciantes de alimentos y como irán a quedar cuando inicien los trabajos, se desarrolló una mesa de trabajo con la oficina jurídica de la Gobernación para que estudien la sugerencia de los afectados en ser incluidos en el proyecto cultural.

“Tuvimos la oportunidad de hablar con el señor gobernador, nos atendió el doctor Jaime Luis Fuentes Pumarejo, jefe de la oficina Asesora de Asuntos Jurídicos y con él desarrollamos una mesa de trabajo concertada para que los vendedores que están allí ambulantes logren incluirse en el proyecto Centro Cultural de la Música Vallenata”, indicó el jurista.

Cuando iniciaron las labores de demolición, los vendedores además de ver caer la antigua edificación también vieron derrumbar su única fuente de ingreso, pero hoy vuelve la tranquilidad al saber que la Gobernación iniciará los estudios sobre la sugerencia de los afectados.

Derecho de petición

El pasado 17 de octubre se radicó un derecho de petición por parte de los comerciantes, solicitando de carácter urgente al gobierno departamental el estudio de inclusión de los vendedores estacionarios de la carrera 15 con calle 16 en el macroproyecto.

“Es una sugerencia que le hacen los vendedores a la administración departamental a través de una petición formal para que estudie la posibilidad de incluirlos dentro del proyecto, recordemos que la responsabilidad de la estancia o no de los vendedores estacionario le corresponde a la administración municipal, pero contando con el gobierno departamental tuvimos la oportunidad de hablar con ellos y aceptaron la petición con fines de estudio”, enfatizó el abogado Freite Mendoza.

Según el jurista, el Gobernador habría dado respuesta a ese derecho de petición manifestando que ese estudio se pondrá en consideración en la mesa temática, en lo que tiene que ver con el proyecto, con el desarrollo del mismo y con el tema de maqueta.

Quienes tienen familiares enfermos dentro de los centros asistenciales y los que recorren constantemente ese sector, manifestaron que se hace necesaria la recuperación del espacio público, pero también que continúen allí esos vendedores que durante años les han servido.

“No es un sí del gobernador, pero tampoco fue un no, celebramos que hayan aceptado las peticiones en las condiciones que se hizo”, Luis Freite, abogado de los vendedores de alimentos.

El Diseño

En julio de este año, la administración departamental realizó un concurso de méritos para escoger la firma encargada del diseño, de la que salió favorecida IDOM de España.

En su visita a Valledupar, Javier Pérez, arquitecto de la firma indicó que por lo pronto no darían una imagen de cómo sería el proyecto hasta que no concluyan sus investigaciones en el terreno.

“Al final aquí hay que dar pasos firmes y muy de investigación, hay que ir viendo muchas cosas definiendo el pleito museográfico, los usos, el lote hay muchos datos todavía que recopilar en topográfico, entramos en una fase de estudios previos al diseño”

Acerca del aspecto físico y espiritual refirió “la música forma parte de nuestro espíritu, de nuestra alma y pasar de la música a un edificio no es fácil, yo creo que en lo físico tendrá mucho que ver con lo que es Valledupar, como los árboles y sus edificios”.

EL PILÓN intentó comunicarse con el Secretario de Infraestructura del Departamento, Omar Maestre, para conocer cómo avanza el diseño de la mega construcción pero no atendió los llamados.

Los retrasos del proyecto

Durante la demolición del viejo edificio de la antigua Zona de Carreteras el Gobernador dijo que el CCMV está en proceso de consultoría, donde se adelantan estudios y diseños con una inversión alrededor de 2.800 millones de pesos.

“Frente a este tema, tenemos que reconocer que la ejecución debe iniciar el primer semestre del año siguiente y tendrá dos años de ejecución”, mencionó el administrador departamental.

La edificación que se construirá en 12 mil metros cuadrados no se alcanzaría a entregar en el último año del cuatrienio Monsalvo Gnecco, sin embargo, el mandatario manifestó “sé que con el hecho de ponerlo en marcha adelantamos un proceso muy importante. Lamentablemente tuvimos unos atrasos, unas complicaciones que me obligaron a retrasar el proceso, pero lo estamos reactivando”.

El proyecto cultural había sido programado para el 2013 pero hubo retrasos en la obra por algunas diferencias entre los mandatarios departamental y local.

Mientras que Luis Alberto Monsalvo Gnecco insistía en que la construcción se realizará en la antigua Zona de Carreteras, el alcalde Fredys Miguel Socarrás Reales proponía un área distinta al norte de la ciudad.

Finalmente, la Alcaldía emitió un concepto técnico-jurídico favorable que permitió el uso del espacio público de ese sector para la construcción del CCMV.

En febrero de 2013 se hizo la entrega del documento que haría realidad esta iniciativa cultural. Luego de esto, el Fondo Nacional de Turismo, Fontur, adscrito al Mincomercio, abrió una convocatoria en la que se presentaron cuatro proponentes, de los cuáles ninguno fue idóneo para la construcción de la emblemática obra para el folclor de la región, según el Gobernador.

Pese a lo anterior, una firma fue escogida por Fontur y a la vez, rechazada por la Gobernación del Cesar, y por esto se canceló el acuerdo por un valor de 2.850 millones de pesos, de los cuáles el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo aportaría 1.750 millones y el resto la administración departamental.

A principios de enero del 2014, luego de que el gobierno departamental liquidara el convenio con Mincit, Monsalvo Gnecco aseguró que buscaría 1.800 millones de pesos (los que aportaría el MinComercio) para sumarlos a los 1.100 que tiene la administración para la consultoría e interventoría, pero tiempo después se abrió el concurso para la presentación de las firmas de la que salió ganadora IDOM, firma española que adelanta los diseños del CCMV.

Puntos de vista

Óscar William, vendedor de periódicos

“Tenemos un compromiso con el Gobernador, esperemos que se haga efectivo la solicitud de nosotros”

Shirley Bolaños, vendedora de comidas

“Nosotros por ahora creemos en la palabra del Gobernador, a nosotros la reubicación nos sirve es por acá, en otra parte no nos sirve porque siempre hemos vendido aquí ya tenemos una clientela de más de 18 años”

Mohamed Nagib Osman Díaz
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