Es preocupante que un municipio como Valledupar carezca de información de sí mismo. El índice de Calidad de Vida, que desde hace cuatro años construye el Programa ‘Valledupar Cómo Vamos’, se ha hecho casi con las uñas por su coordinador porque las secretarías, las entidades descentralizadas y hasta las mismas empresas de servicios públicos, no […]
Es preocupante que un municipio como Valledupar carezca de información de sí mismo. El índice de Calidad de Vida, que desde hace cuatro años construye el Programa ‘Valledupar Cómo Vamos’, se ha hecho casi con las uñas por su coordinador porque las secretarías, las entidades descentralizadas y hasta las mismas empresas de servicios públicos, no tienen cifras ni datos que ayuden a construir una herramienta tan importante como esta, que ayuda a tener un panorama aterrizado de la realidad local. Es tan delicado el asunto, que en Bogotá se obtiene más información que en Valledupar.
Hay que reconocer que desde el 2009 cuando se implementó ‘Valledupar Cómo Vamos’, se comenzó en la ciudad a construirse ese escenario que hoy puede decirse está bastante adelantado porque permite analizar con detenimiento, con base en la confrontación de cifras, la calidad de la educación, la cobertura de la salud, el empleo, el consumo de agua, los delitos contra el patrimonio, entre otros temas de sumo interés.
Ayer cuando se presentó el Índice de Calidad de Vida de Valledupar -ICV- se despejaron algunas inquietudes, pero se abrieron muchos más interrogantes. Para citar dos ejemplos: en la Secretaría de Tránsito desconocen el movimiento del parque urbano automotor, algo tan importante para tomar decisiones serias y contundentes que mejoren la movilidad en la ciudad. En el caso de Emdupar existen inconsistencias entre sus mismos informes de gestión sobre el consumo de agua y lo único que se sabe es que se está perdiendo mucha agua, desconociendo en consumidor que si aumenta el consumo, suben las tarifas.
En la ciudad, devela el ICV, los hogares están formando niños violentos, debido a que el 99 por ciento de la violencia intrafamiliar es entre las parejas, ambiente en que se crían los hijos, y a esto se le suma que son las niñas menores de edad las que registran más embarazos. Este Índice permite saber que estamos muy alejados de cumplir con los Objetivos del Milenio. ¿Qué Incidencia genera que el 22% de los nacimientos en Valledupar recaigan en el rango de jóvenes de menos de 19 años, como salud, escolaridad, oportunidades, equidad, desarrollo humano?
Este análisis que hace ‘Valledupar Cómo Vamos’ descubre lo que ni siquiera los medios habíamos podido observar. En Valledupar la agenda ambiental en el 2013 tuvo un presupuesto de 245 millones de pesos, cuando para fortalecimiento institucional (contratos de prestación de servicios) 17 mil millones. El desequilibrio es igual en 2011 y 2012, sin revisar 2014. Con razón la naturaleza nos avasalla si ni siquiera es importante en la gestión pública.
Y para terminar, un dato sobre el cumplimiento de normas estratégicas anticorrupción. Valledupar pasó de estar en el puesto 347 en el 2011, con un porcentaje del 58 por ciento, al puesto 56 con un 83,6 por ciento al terminar el 2012, pero volvió a caer en el 2013 al puesto 634, con un 42,9 por ciento. Esto quiere decir que los procesos no son transparentes en el municipio. Algo pasa y hay que revisar. Toda esta información está disponible en nuestra página web (www.elpilon.com.co) y en la de los aliados del Programa ‘Valledupar Cómo Vamos’: Fundación Carboandes, Fundación Universitaria del Área Andina y Comfacesar.
Es preocupante que un municipio como Valledupar carezca de información de sí mismo. El índice de Calidad de Vida, que desde hace cuatro años construye el Programa ‘Valledupar Cómo Vamos’, se ha hecho casi con las uñas por su coordinador porque las secretarías, las entidades descentralizadas y hasta las mismas empresas de servicios públicos, no […]
Es preocupante que un municipio como Valledupar carezca de información de sí mismo. El índice de Calidad de Vida, que desde hace cuatro años construye el Programa ‘Valledupar Cómo Vamos’, se ha hecho casi con las uñas por su coordinador porque las secretarías, las entidades descentralizadas y hasta las mismas empresas de servicios públicos, no tienen cifras ni datos que ayuden a construir una herramienta tan importante como esta, que ayuda a tener un panorama aterrizado de la realidad local. Es tan delicado el asunto, que en Bogotá se obtiene más información que en Valledupar.
Hay que reconocer que desde el 2009 cuando se implementó ‘Valledupar Cómo Vamos’, se comenzó en la ciudad a construirse ese escenario que hoy puede decirse está bastante adelantado porque permite analizar con detenimiento, con base en la confrontación de cifras, la calidad de la educación, la cobertura de la salud, el empleo, el consumo de agua, los delitos contra el patrimonio, entre otros temas de sumo interés.
Ayer cuando se presentó el Índice de Calidad de Vida de Valledupar -ICV- se despejaron algunas inquietudes, pero se abrieron muchos más interrogantes. Para citar dos ejemplos: en la Secretaría de Tránsito desconocen el movimiento del parque urbano automotor, algo tan importante para tomar decisiones serias y contundentes que mejoren la movilidad en la ciudad. En el caso de Emdupar existen inconsistencias entre sus mismos informes de gestión sobre el consumo de agua y lo único que se sabe es que se está perdiendo mucha agua, desconociendo en consumidor que si aumenta el consumo, suben las tarifas.
En la ciudad, devela el ICV, los hogares están formando niños violentos, debido a que el 99 por ciento de la violencia intrafamiliar es entre las parejas, ambiente en que se crían los hijos, y a esto se le suma que son las niñas menores de edad las que registran más embarazos. Este Índice permite saber que estamos muy alejados de cumplir con los Objetivos del Milenio. ¿Qué Incidencia genera que el 22% de los nacimientos en Valledupar recaigan en el rango de jóvenes de menos de 19 años, como salud, escolaridad, oportunidades, equidad, desarrollo humano?
Este análisis que hace ‘Valledupar Cómo Vamos’ descubre lo que ni siquiera los medios habíamos podido observar. En Valledupar la agenda ambiental en el 2013 tuvo un presupuesto de 245 millones de pesos, cuando para fortalecimiento institucional (contratos de prestación de servicios) 17 mil millones. El desequilibrio es igual en 2011 y 2012, sin revisar 2014. Con razón la naturaleza nos avasalla si ni siquiera es importante en la gestión pública.
Y para terminar, un dato sobre el cumplimiento de normas estratégicas anticorrupción. Valledupar pasó de estar en el puesto 347 en el 2011, con un porcentaje del 58 por ciento, al puesto 56 con un 83,6 por ciento al terminar el 2012, pero volvió a caer en el 2013 al puesto 634, con un 42,9 por ciento. Esto quiere decir que los procesos no son transparentes en el municipio. Algo pasa y hay que revisar. Toda esta información está disponible en nuestra página web (www.elpilon.com.co) y en la de los aliados del Programa ‘Valledupar Cómo Vamos’: Fundación Carboandes, Fundación Universitaria del Área Andina y Comfacesar.