Hay por lo menos 60 precandidatos a la Alcaldía, sólo para escoger uno, ¡Qué horror! Me he puesto a analizar los nombres y escasamente cinco dan la talla o cumplen con el perfil y además, es fácil identificarlos. Los demás, como lo he venido diciendo, son unos buchiplumas, habladores de paja, mentirosos, prometedores, varaos, sin carisma y sin programas. Ganas de figurar, vividores y unos buenos negociantes, ya los conocemos.

Pero en verdad, usted podría ser el próximo alcalde de esta ciudad, pero para ello debe cumplir ciertos requisitos: si ha vivido o trabajado durante varios años en esta ciudad, si siente sus problemas como propios y considera que cuenta con las habilidades necesarias para llevar las riendas del poder durante el periodo 2015-2018, bueno, llegó la hora de participar.

Si se animó, tenga en cuenta que no puede haber ocupado ningún cargo público durante los tres meses anteriores a su candidatura, ni tener, óigase bien, antecedentes penales ni disciplinarios. Sería también bueno que para garantizar la idoneidad de los precandidatos sería conveniente que alguna de las universidades acreditadas en esta ciudad, la Andina o UDES, inclusive la Nacional, menos la UPC, practicaran examen de conocimiento en asuntos públicos, problemáticas de la ciudad y resolución de conflictos, quienes aprueben estarán habilitados para ser alcaldes de esta ciudad.

Pero además, el candidato debe tener experiencia, cuente con un equipo de trabajo con trayectoria, excelente administrador, pero no por su título profesional, sino por su habilidad como gerente, capacidad de gestión, visión amplia y detallada de la ciudad. Tener en la cabeza el Plan de Ordenamiento Territorial, no ser corrupto y ser muy humilde. Llevar mensajes claros para donde se quiere llevar a la ciudad, aunque duela decirlo, luce rezagada ante otras capitales, inclusive diría que resultaría beneficioso que los candidatos convocaran, sin distingo, a todos los sectores interesados en sacar adelante a Valledupar. Que no les de pena copiar todo lo que funcione, que todo lo bueno lo continúe y que construya sobre lo construido porque derrumbar todas las bases no sería sensato ni eficiente y finalmente, debe ser una persona sensible, prudente, transparente y justa. Si usted cumple con estos requisitos, puede ser el próximo alcalde. No sería malo tener algunos pesitos.

Postdata: cuándo será que el expresidente Uribe deje de joder tanto. Señor expresidente ¿será porque la política reúne mucho de farsa que usted está actuando en forma tan lesiva y gravosa para el país? ¿Será posible que usted modere su vocabulario o cuestionamiento a la negociación con las Farc y acepte el llamado del presidente Santos para que haga parte de la Comisión Asesora de Paz? Ya está bueno, señor expresidente. Manejar en calles de la ciudad es una proeza por tantos huecos, lo viene diciendo José Manuel Aponte, ¿hasta cuándo señor Secretario de Obras Públicas?