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General - 12 agosto, 2014

Una labor hecha de corazón

Mara Nieto Álvarez es una mujer de contextura delgada, pero con una gran fuerza en su hablar, ella creó la Fundación Amor, hace más de 15 años.

Mara Nieto Álvarez, creadora fundación Amor. 
EL PILÓN/Freddy Oñate.
Mara Nieto Álvarez, creadora fundación Amor. EL PILÓN/Freddy Oñate.

Mara Nieto Álvarez es una mujer de contextura delgada, pero con una gran fuerza en su hablar, ella creó la Fundación Amor, hace más de 15 años, cuando ella era adolescente y se enteró que no debía tener hijos porque lo más probable era que nacieran con malformaciones genéticas.
A raíz de eso, ella se dedicó a ayudar a niños en condición de vulnerabilidad. En sus tiempos libres visitaba barrios y hospitales para ayudar las madres de los menores a que fueran atendidos como debe ser; infantes con hidrocefalia, labio leporino, paladar hendido, entre otras afecciones se han visto beneficiados con las acciones de la fundación que lidera Mara.
Sin embargo, ahí no termina todo, pues Nieto Álvarez es además víctima del conflicto, a su hermano lo desaparecieron hace muchos años y esa situación también ayudó a forjar sus ganas por trabajar para los demás.
EL PILÓN: ¿Cómo recibe la noticia de que no debía tener hijos porque había una gran posibilidad que nacieran con problemas genéticos?
Mara Nieto Álvarez: No asimilaba que no debía tener hijos pero quedé embarazada cuando tenía 15 años, me preocupé y viajé a Bogotá y el médico me explicó que no debía porque nacía con malformaciones y cuando llegué a Valledupar me dijeron que era joven, que podía tener un niño después, que lo mejor era detener el embarazo, me dio miedo pero decidí tener la bebe, sabía que iba a ser una dificultad pero decidí tenerlo. Tuve un embarazo traumático me hicieron ocho ecografías seguidas, a los ocho meses no se le vía el rostro, ya yo sabía que iba a tener una niña con condiciones especiales, decidí tenerlo así y la niña nació el 24 de agosto en el Rosario Pumarejo de López, era muy sana, cuando yo veo a mi niña físicamente era normal.

“Lo más difícil que hemos tenido que presenciar es ver que no hay calidad humana”

Fue traumático porque me decían que iba a ser especial y no tuve una maternidad normal porque yo estaba pendiente que se sentara, que levantara la cabeza, quería hacer las cosas anticipadamente. Para resumir las cosas ella es normal hoy en día, es una niña muy sana y eso me enamoró más de mi labor y seguí trabajando por los niños. Tengo 3 niñas sanas y un niño totalmente sano eso me ha llevado a creer que cuando uno hace cosas de corazón es bien recompensado.
EP: ¿Cuántos niños han ayudado por medio de la fundación?
MNA: 47 niños con hidrocefalia, paladar hendido y demás malformaciones congénitas.
EP: ¿En qué consiste la ayuda que otorga la fundación?
MNA: Somos un puente de servicio social, no tenemos bases económicas pero tenemos mucha credibilidad; lo que hacemos es que buscamos la empresa que pueda ayudar, hacemos las conexiones y así logramos hacer los procedimientos.
EP: ¿Qué es lo más difícil de trabajar así?
MNA: Lo más difícil que hemos tenido que presenciar es ver que no hay calidad humana, cuando uno ve un niño así no sé por qué no hay voluntad, voluntad que debe haber para ayudar a esas personas que no tienen las mismas capacidades ni físicas ni económicas que otras.
EP: ¿Cómo califica la parte de apoyo de las empresas privadas?
MNA: Cuando uno les toca las puertas ellos colaboran mucho, pero hay una responsabilidad social por parte de las empresas que deberían estar atentos para que hagan, sin que uno tenga que estar detrás de ellos, deben tener las puertas abiertas para que presten las ayudas que puedan dar.

EP: ¿Qué espera la fundación Amor en Valledupar?
MNA: Soñamos con que la Fundación Amor sea una clínica como la cardiovascular, soñamos con contar con un edifico donde podamos ayudar a los niños, que puedan estar ahí mientras van a las cirugías, que las mamás puedan estar con ellos, que podamos brindarle alimentación, que sea algo integral, que tengamos una sede integral.
EP: ¿Cómo es el actuar del sector público?
MNA: En los gobierno anteriores no contamos con mucha ayuda, han sido muy apáticos, incluso hay muchos periódicos que demuestran que nos tocaba mendigar con los niños para que ellos pudieran atendernos y brindarnos el apoyo. Me acuerdo de un caso específico que el alcalde de esa época se comprometió en darnos el transporte para trasladar una menor de tres meses a Bucaramanga, él le dio un papel a la mamá de la niña y al llegar ella a las 4 de la mañana a la terminal, el memorando decía que le hicieran un descuento en el pasaje. Eso fue muy triste, porque el alcalde podía conseguir la totalidad del pasaje.
EP: Un caso específico que recuerde.
MNA: Una niña que operamos en el 97, tenía seis años y padecía una enfermedad cardiaca muy severa y además estaba desnutrida, a esa labor se unió gran parte de las Damas del barrio Novalito me acuerdo que Nury Maya la acogió en su casa muchos días, hacían muchas campañas y ese caso impactó porque la niña duró 45 días en la clínica cardiovascular de Bucaramanga, la desahuciaron sin embargo la niña después de varias cirugías salió adelante. Hoy tiene 22 años, dos hijos y está muy sana.

Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÒN
[email protected]

General
12 agosto, 2014

Una labor hecha de corazón

Mara Nieto Álvarez es una mujer de contextura delgada, pero con una gran fuerza en su hablar, ella creó la Fundación Amor, hace más de 15 años.


Mara Nieto Álvarez, creadora fundación Amor. 
EL PILÓN/Freddy Oñate.
Mara Nieto Álvarez, creadora fundación Amor. EL PILÓN/Freddy Oñate.

Mara Nieto Álvarez es una mujer de contextura delgada, pero con una gran fuerza en su hablar, ella creó la Fundación Amor, hace más de 15 años, cuando ella era adolescente y se enteró que no debía tener hijos porque lo más probable era que nacieran con malformaciones genéticas.
A raíz de eso, ella se dedicó a ayudar a niños en condición de vulnerabilidad. En sus tiempos libres visitaba barrios y hospitales para ayudar las madres de los menores a que fueran atendidos como debe ser; infantes con hidrocefalia, labio leporino, paladar hendido, entre otras afecciones se han visto beneficiados con las acciones de la fundación que lidera Mara.
Sin embargo, ahí no termina todo, pues Nieto Álvarez es además víctima del conflicto, a su hermano lo desaparecieron hace muchos años y esa situación también ayudó a forjar sus ganas por trabajar para los demás.
EL PILÓN: ¿Cómo recibe la noticia de que no debía tener hijos porque había una gran posibilidad que nacieran con problemas genéticos?
Mara Nieto Álvarez: No asimilaba que no debía tener hijos pero quedé embarazada cuando tenía 15 años, me preocupé y viajé a Bogotá y el médico me explicó que no debía porque nacía con malformaciones y cuando llegué a Valledupar me dijeron que era joven, que podía tener un niño después, que lo mejor era detener el embarazo, me dio miedo pero decidí tener la bebe, sabía que iba a ser una dificultad pero decidí tenerlo. Tuve un embarazo traumático me hicieron ocho ecografías seguidas, a los ocho meses no se le vía el rostro, ya yo sabía que iba a tener una niña con condiciones especiales, decidí tenerlo así y la niña nació el 24 de agosto en el Rosario Pumarejo de López, era muy sana, cuando yo veo a mi niña físicamente era normal.

“Lo más difícil que hemos tenido que presenciar es ver que no hay calidad humana”

Fue traumático porque me decían que iba a ser especial y no tuve una maternidad normal porque yo estaba pendiente que se sentara, que levantara la cabeza, quería hacer las cosas anticipadamente. Para resumir las cosas ella es normal hoy en día, es una niña muy sana y eso me enamoró más de mi labor y seguí trabajando por los niños. Tengo 3 niñas sanas y un niño totalmente sano eso me ha llevado a creer que cuando uno hace cosas de corazón es bien recompensado.
EP: ¿Cuántos niños han ayudado por medio de la fundación?
MNA: 47 niños con hidrocefalia, paladar hendido y demás malformaciones congénitas.
EP: ¿En qué consiste la ayuda que otorga la fundación?
MNA: Somos un puente de servicio social, no tenemos bases económicas pero tenemos mucha credibilidad; lo que hacemos es que buscamos la empresa que pueda ayudar, hacemos las conexiones y así logramos hacer los procedimientos.
EP: ¿Qué es lo más difícil de trabajar así?
MNA: Lo más difícil que hemos tenido que presenciar es ver que no hay calidad humana, cuando uno ve un niño así no sé por qué no hay voluntad, voluntad que debe haber para ayudar a esas personas que no tienen las mismas capacidades ni físicas ni económicas que otras.
EP: ¿Cómo califica la parte de apoyo de las empresas privadas?
MNA: Cuando uno les toca las puertas ellos colaboran mucho, pero hay una responsabilidad social por parte de las empresas que deberían estar atentos para que hagan, sin que uno tenga que estar detrás de ellos, deben tener las puertas abiertas para que presten las ayudas que puedan dar.

EP: ¿Qué espera la fundación Amor en Valledupar?
MNA: Soñamos con que la Fundación Amor sea una clínica como la cardiovascular, soñamos con contar con un edifico donde podamos ayudar a los niños, que puedan estar ahí mientras van a las cirugías, que las mamás puedan estar con ellos, que podamos brindarle alimentación, que sea algo integral, que tengamos una sede integral.
EP: ¿Cómo es el actuar del sector público?
MNA: En los gobierno anteriores no contamos con mucha ayuda, han sido muy apáticos, incluso hay muchos periódicos que demuestran que nos tocaba mendigar con los niños para que ellos pudieran atendernos y brindarnos el apoyo. Me acuerdo de un caso específico que el alcalde de esa época se comprometió en darnos el transporte para trasladar una menor de tres meses a Bucaramanga, él le dio un papel a la mamá de la niña y al llegar ella a las 4 de la mañana a la terminal, el memorando decía que le hicieran un descuento en el pasaje. Eso fue muy triste, porque el alcalde podía conseguir la totalidad del pasaje.
EP: Un caso específico que recuerde.
MNA: Una niña que operamos en el 97, tenía seis años y padecía una enfermedad cardiaca muy severa y además estaba desnutrida, a esa labor se unió gran parte de las Damas del barrio Novalito me acuerdo que Nury Maya la acogió en su casa muchos días, hacían muchas campañas y ese caso impactó porque la niña duró 45 días en la clínica cardiovascular de Bucaramanga, la desahuciaron sin embargo la niña después de varias cirugías salió adelante. Hoy tiene 22 años, dos hijos y está muy sana.

Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÒN
[email protected]