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Editorial - 20 septiembre, 2014

Una herencia insegura

Se va el coronel Juan Librero, quien se desempeñó por menos de un año como comandante de la Policía en el Cesar. Se va y deja una herencia de problemas en el orden público del departamento, los cuales debe asumir el nuevo comandante con todo el rigor del caso. Infortunadamente en todo el Cesar, de […]

Se va el coronel Juan Librero, quien se desempeñó por menos de un año como comandante de la Policía en el Cesar. Se va y deja una herencia de problemas en el orden público del departamento, los cuales debe asumir el nuevo comandante con todo el rigor del caso. Infortunadamente en todo el Cesar, de norte a sur, se han presentado hechos que desestabilizan la tranquilidad ciudadana.

 

Además de los notables casos de hurtos y atracos en la ciudad de Valledupar, que van en aumento, dejando incluso muertes en estas acciones delincuenciales, que son rechazadas por todos los estamentos de la sociedad civil, lo espera el tema de consolidación de bandas criminales en varias zonas del departamento, el contrabando de gasolina que abunda en el Cesar y uno de los peores flagelos que puede vivir la comunidad: el secuestro.

Este último tema es para analizar con sumo cuidado para hacer los esfuerzos necesarios que impidan que sigan registrándose secuestros, como ha ocurrido en los últimos tres meses, porque parece que se estuviera repitiendo la misma película de hace dos décadas, cuando la población quedó presa en las ciudades por temor a ser plagiado al salir a las carreteras o las zonas rurales. El secuestro vuelve a sembrar el miedo entre los cesarenses. Van cinco personas secuestradas en lo que va del año, cuatro de ellos ganaderos, cifras que ponen al departamento entre las regiones donde más secuestros han ocurrido este año.

Las alertas que de manera oportuna ha hecho la Defensoría del Pueblo son para prestarles atención. Los consejos de seguridad y los compromisos que de estos salgan se deben cumplir para evitar que el orden público se les salga de las manos a las autoridades. Seguramente el nuevo comandante de la Policía ya estará enterado de la situación y solo se espera que la institución no desestime ninguna alerta y por el contrario, actué de manera preventiva y no reactiva, cuando ya han pasado los hechos.

La ciudadanía espera mayor protección de parte de las autoridades, porque ahora perciben un abandono por parte de estas, y aunque se han hecho esfuerzos ingentes para mejorar la seguridad y la convivencia ciudadana, no se ha avanzado mucho. El reto es grande para el nuevo comandante, la herencia que encuentra debe saberla administrar y enfrentar. Al coronel Libreros éxitos en su nuevo cargo diplomático.

Editorial
20 septiembre, 2014

Una herencia insegura

Se va el coronel Juan Librero, quien se desempeñó por menos de un año como comandante de la Policía en el Cesar. Se va y deja una herencia de problemas en el orden público del departamento, los cuales debe asumir el nuevo comandante con todo el rigor del caso. Infortunadamente en todo el Cesar, de […]


Se va el coronel Juan Librero, quien se desempeñó por menos de un año como comandante de la Policía en el Cesar. Se va y deja una herencia de problemas en el orden público del departamento, los cuales debe asumir el nuevo comandante con todo el rigor del caso. Infortunadamente en todo el Cesar, de norte a sur, se han presentado hechos que desestabilizan la tranquilidad ciudadana.

 

Además de los notables casos de hurtos y atracos en la ciudad de Valledupar, que van en aumento, dejando incluso muertes en estas acciones delincuenciales, que son rechazadas por todos los estamentos de la sociedad civil, lo espera el tema de consolidación de bandas criminales en varias zonas del departamento, el contrabando de gasolina que abunda en el Cesar y uno de los peores flagelos que puede vivir la comunidad: el secuestro.

Este último tema es para analizar con sumo cuidado para hacer los esfuerzos necesarios que impidan que sigan registrándose secuestros, como ha ocurrido en los últimos tres meses, porque parece que se estuviera repitiendo la misma película de hace dos décadas, cuando la población quedó presa en las ciudades por temor a ser plagiado al salir a las carreteras o las zonas rurales. El secuestro vuelve a sembrar el miedo entre los cesarenses. Van cinco personas secuestradas en lo que va del año, cuatro de ellos ganaderos, cifras que ponen al departamento entre las regiones donde más secuestros han ocurrido este año.

Las alertas que de manera oportuna ha hecho la Defensoría del Pueblo son para prestarles atención. Los consejos de seguridad y los compromisos que de estos salgan se deben cumplir para evitar que el orden público se les salga de las manos a las autoridades. Seguramente el nuevo comandante de la Policía ya estará enterado de la situación y solo se espera que la institución no desestime ninguna alerta y por el contrario, actué de manera preventiva y no reactiva, cuando ya han pasado los hechos.

La ciudadanía espera mayor protección de parte de las autoridades, porque ahora perciben un abandono por parte de estas, y aunque se han hecho esfuerzos ingentes para mejorar la seguridad y la convivencia ciudadana, no se ha avanzado mucho. El reto es grande para el nuevo comandante, la herencia que encuentra debe saberla administrar y enfrentar. Al coronel Libreros éxitos en su nuevo cargo diplomático.