Hace dos años, los profesores de la institución educativa José Eugenio Martínez temían a la hora de ingresar a las aulas de clases. Un flagelo como era el consumo de sustancias psicoactivas dentro del plante ubicado al sur de Valledupar ponía en riesgo sus vidas.
“Se han remitido dos casos concretos a la Secretaría de Salud Municipal y tenemos el seguimiento a otros”, declaró el rector Rafael Murgas a EL PILÓN frente a los estudiantes consumidores de drogas dentro del plantel estudiantil.
Para contrarrestar este problemática, la Secretaría de Salud a través de la sectorial de Salud Mental, implementa un programa denominado ‘Zona de Orientación Escolar’ (ZOE), con el fin de reducir el flagelo.
“Esta zona es muy vulnerable, sobre todo es blanco de esas personas mal intencionadas que distribuyen la droga por medio del microtráfico, la Policía de Infancia nos ha prestado el acompañamiento en esto”, indicó el director del colegio.
La Zona de Orientación Escolar busca minimizar los niveles de riesgo en los adolescentes de sustancias psicoactivas en las instituciones educativas, no solamente de colegios oficiales, sino privados donde también hay casos, explicó Leonor Ramírez, asesora del programa.
“Hemos encontrado consumo de sustancias psicoactivas en muchas instituciones y a raíz de ese flagelo se han desencadenado otros problemas como intento de suicidio, depresión, entre otras”, aseguró la funcionaria.
En la mañana de ayer, estudiantes entre los 12 y 15 años del José Eugenio Martínez, implementaron actividades lúdicas en contra de la compra y consumo de drogas en el plantel. Los menores se vistieron de mimos, pintaron carteles e hicieron versos vallenatos que ayuden a la prevención del uso de cualquier tipo de psicotrópico.
La psicorientadora del plantel, Blanca Moreno Marín aseguró que como los valores se están perdiendo, eso ha llevado a elevar los niveles de sustancias psicoactivas en niños y jóvenes. “Aquí hemos tenido niños incluidos en la etapa de la adicción, fue muy difícil en una época, le brindamos todo el apoyo a los niños, pero desafortunadamente los alumnos desertaron de la escuela; gracias al apoyo de las secretarías de Salud Departamental y Municipal hemos bajado los índices”, señaló la educadora.
Hace algunos meses, la Policía de Infancia y Adolescencia entregó un informe en el que evidenciaron instituciones educativas de la Comuna Cuatro como blanco de los vendedores de estupefacientes, sobre todo en las afueras de los colegios.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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