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Columnista - 4 diciembre, 2014

Sociedad y Medio Ambiente: Un metabolismo

Las sociedades humanas producen y reproducen sus condiciones materiales de existencia a partir de su metabolismo con la naturaleza, una condición que aparece como presocial natural y externa. Este metabolismo lo realizamos los seres humanos en proceso social del trabajo. Dicho fenómeno implica el conjunto de proceso por medio de los cuales los seres humanos […]

Las sociedades humanas producen y reproducen sus condiciones materiales de existencia a partir de su metabolismo con la naturaleza, una condición que aparece como presocial natural y externa. Este metabolismo lo realizamos los seres humanos en proceso social del trabajo. Dicho fenómeno implica el conjunto de proceso por medio de los cuales los seres humanos organizados en sociedad, independientemente de su situación en el espacio y en el tiempo, se apropian, producen, circulan, transforman, consumen y excretan materiales o energías, éstas y aquellas provenientes del mundo natural. El metabolismo entre la sociedad humana y la naturaleza es, pues, el andamiaje material y energético sobre el que se sobreponen las partes “blandas” o inmateriales de la sociedad: formas de organización, instituciones, reglas morales, pautas culturales, estructuras agrarias, entre otras.
Al realizar estas actividades, los seres humanos consumen dos actos: por un lado, “socializan” fracciones o partes de la naturaleza y por el otro, “naturalizan” a la sociedad al producir y reproducir sus vínculos con la naturaleza. Asimismo, durante este proceso general de metabolismo se genera una situación de determinación reciproca entre la sociedad y la naturaleza, pues la forma en que los seres humanos se organizan en sociedad determina cómo éstos transforman la naturaleza, la cual a su vez afecta la manera en que las sociedades se configuran. Los seres humanos organizados en sociedades afectan directamente la naturaleza (su estructura, su dinámica y su evolución) por dos vías: al apropiarse los elementos naturales (aprovechamiento de recursos naturales) y al excretar elementos de la naturaleza ya socializados, pues al producir, circular, transformar y consumir, los seres humanos depositan materiales (desechos) en el mundo de lo natural (contaminación).
Por lo visto anteriormente, la apropiación y la excreción constituyen actos del intercambio material que los seres humanos realizan con la naturaleza (intercambio ecológico), mientras que la producción, circulación, transformación y consumo son fenómenos que pertenecen al dominio de los intercambios entre los seres humanos (intercambio económico). Los dos primeros son acciones realizadas por fuera del organismo social, los segundos son actos realizados dentro de ese organismo.
Si en las sociedades social y políticamente menos complejas dicho metabolismo es (y era) realizado por todos los miembros de los conglomerados sociales en la sociedades industriales contemporáneas, sumamente jerarquizadas y diferenciadas socialmente, los intercambios con la naturaleza son realizados exclusivamente por una sola fracción social. De esta forma es posible distinguir, desde el punto de vista ecológico, dos sectores bien demarcados que se definen por el papel que desempeñan durante el metabolismo general que tiene lugar entre la sociedad humana y la naturaleza: el rural o primario y el urbano o industrial o uno y otro.

Columnista
4 diciembre, 2014

Sociedad y Medio Ambiente: Un metabolismo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Las sociedades humanas producen y reproducen sus condiciones materiales de existencia a partir de su metabolismo con la naturaleza, una condición que aparece como presocial natural y externa. Este metabolismo lo realizamos los seres humanos en proceso social del trabajo. Dicho fenómeno implica el conjunto de proceso por medio de los cuales los seres humanos […]


Las sociedades humanas producen y reproducen sus condiciones materiales de existencia a partir de su metabolismo con la naturaleza, una condición que aparece como presocial natural y externa. Este metabolismo lo realizamos los seres humanos en proceso social del trabajo. Dicho fenómeno implica el conjunto de proceso por medio de los cuales los seres humanos organizados en sociedad, independientemente de su situación en el espacio y en el tiempo, se apropian, producen, circulan, transforman, consumen y excretan materiales o energías, éstas y aquellas provenientes del mundo natural. El metabolismo entre la sociedad humana y la naturaleza es, pues, el andamiaje material y energético sobre el que se sobreponen las partes “blandas” o inmateriales de la sociedad: formas de organización, instituciones, reglas morales, pautas culturales, estructuras agrarias, entre otras.
Al realizar estas actividades, los seres humanos consumen dos actos: por un lado, “socializan” fracciones o partes de la naturaleza y por el otro, “naturalizan” a la sociedad al producir y reproducir sus vínculos con la naturaleza. Asimismo, durante este proceso general de metabolismo se genera una situación de determinación reciproca entre la sociedad y la naturaleza, pues la forma en que los seres humanos se organizan en sociedad determina cómo éstos transforman la naturaleza, la cual a su vez afecta la manera en que las sociedades se configuran. Los seres humanos organizados en sociedades afectan directamente la naturaleza (su estructura, su dinámica y su evolución) por dos vías: al apropiarse los elementos naturales (aprovechamiento de recursos naturales) y al excretar elementos de la naturaleza ya socializados, pues al producir, circular, transformar y consumir, los seres humanos depositan materiales (desechos) en el mundo de lo natural (contaminación).
Por lo visto anteriormente, la apropiación y la excreción constituyen actos del intercambio material que los seres humanos realizan con la naturaleza (intercambio ecológico), mientras que la producción, circulación, transformación y consumo son fenómenos que pertenecen al dominio de los intercambios entre los seres humanos (intercambio económico). Los dos primeros son acciones realizadas por fuera del organismo social, los segundos son actos realizados dentro de ese organismo.
Si en las sociedades social y políticamente menos complejas dicho metabolismo es (y era) realizado por todos los miembros de los conglomerados sociales en la sociedades industriales contemporáneas, sumamente jerarquizadas y diferenciadas socialmente, los intercambios con la naturaleza son realizados exclusivamente por una sola fracción social. De esta forma es posible distinguir, desde el punto de vista ecológico, dos sectores bien demarcados que se definen por el papel que desempeñan durante el metabolismo general que tiene lugar entre la sociedad humana y la naturaleza: el rural o primario y el urbano o industrial o uno y otro.