Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 29 noviembre, 2014

Sentido de pertenencia

Cada vez que recorro las carreteras de los departamentos de mi Región Caribe, siento una creciente indignación por la falta de visión a futuro de nuestra dirigencia política. Son pocos quienes se preocupan por implementar proyectos de alto impacto para la economía de nuestra población y las pocas partidas que negocian con el Gobierno tienen […]

Cada vez que recorro las carreteras de los departamentos de mi Región Caribe, siento una creciente indignación por la falta de visión a futuro de nuestra dirigencia política. Son pocos quienes se preocupan por implementar proyectos de alto impacto para la economía de nuestra población y las pocas partidas que negocian con el Gobierno tienen un impacto reducido en sus poblaciones de origen.
Es de claro conocimiento, que los desarrollos de infraestructura de transporte más importantes para el país son aquellos que nos conectan con el resto del mundo. Sin embargo hemos tenido que esperar más de cien años para entregar en concesión la navegabilidad del Rio Magdalena, a sabiendas que el monumental atraso de la red de transportes, es tal vez el mayor obstáculo para el crecimiento económico del país. Me cuentan que transportar una carga de Liverpool al puerto de Barranquilla cuesta menos que transportarla de Barranquilla a Bogotá.
Para nadie es un secreto que el río Magdalena es la principal arteria económica de Colombia y es fácilmente accesible desde Bogotá o Medellín. Mientras un convoy de seis barcazas transporta 7.200 toneladas, por transporte terrestre hay que utilizar 240 tractomulas. Ni qué hablar de los bajos costos en tarifas y tiempos de entrega de la mercancía. Esperamos que el año entrante estén dragados los 900 kilómetros prometidos, se mejore la infraestructura de los puertos fluviales y se arreglen las vías de conexión con los centros productivos para tener un verdadero sistema de transporte multimodal.
Aquí viene la mala noticia. Me enteré que por puros compromisos electorales le solicitaron la renuncia al director de Cormagdalena, Augusto Garcia, quien venía ejerciendo una excelente gestión en la entidad. García luchó cuatro años para sacar adelante el proceso licitatorio para la navegabilidad del Rio Magdalena y es quien sabe cómo deben entregarse las obras adjudicadas. Ahora, seguramente nombrarán a un recomendado político que nunca en su vida se ha comido un bocachico, no sabe dónde queda la población de Plato y muchos menos sabrá distinguir entre la eslora y la manga de un buque. Así están actuando con las demás entidades del Estado. Que falta de respeto e irresponsabilidad política con nuestra población.
Con el desarrollo agrícola, piscícola, forestal y ganadero de la Región Caribe sucede lo mismo. A los congresistas costeños les quedó grande sacar adelante los proyectos de irrigación de la Mojana y el Ranchería en La Guajira para desarrollar la más importante agricultura de exportación que puede existir en Colombia.
En el tintero: Se evidencia un divorcio entre el presidente Santos y los gremios del pais. Este año no asistió a los Congresos de Fenalco, Fedepalma, Fenavi y Fedegan, entre otros.
*Consultor en banca de fomento.

Columnista
29 noviembre, 2014

Sentido de pertenencia

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Indalecio Dangond Baquero

Cada vez que recorro las carreteras de los departamentos de mi Región Caribe, siento una creciente indignación por la falta de visión a futuro de nuestra dirigencia política. Son pocos quienes se preocupan por implementar proyectos de alto impacto para la economía de nuestra población y las pocas partidas que negocian con el Gobierno tienen […]


Cada vez que recorro las carreteras de los departamentos de mi Región Caribe, siento una creciente indignación por la falta de visión a futuro de nuestra dirigencia política. Son pocos quienes se preocupan por implementar proyectos de alto impacto para la economía de nuestra población y las pocas partidas que negocian con el Gobierno tienen un impacto reducido en sus poblaciones de origen.
Es de claro conocimiento, que los desarrollos de infraestructura de transporte más importantes para el país son aquellos que nos conectan con el resto del mundo. Sin embargo hemos tenido que esperar más de cien años para entregar en concesión la navegabilidad del Rio Magdalena, a sabiendas que el monumental atraso de la red de transportes, es tal vez el mayor obstáculo para el crecimiento económico del país. Me cuentan que transportar una carga de Liverpool al puerto de Barranquilla cuesta menos que transportarla de Barranquilla a Bogotá.
Para nadie es un secreto que el río Magdalena es la principal arteria económica de Colombia y es fácilmente accesible desde Bogotá o Medellín. Mientras un convoy de seis barcazas transporta 7.200 toneladas, por transporte terrestre hay que utilizar 240 tractomulas. Ni qué hablar de los bajos costos en tarifas y tiempos de entrega de la mercancía. Esperamos que el año entrante estén dragados los 900 kilómetros prometidos, se mejore la infraestructura de los puertos fluviales y se arreglen las vías de conexión con los centros productivos para tener un verdadero sistema de transporte multimodal.
Aquí viene la mala noticia. Me enteré que por puros compromisos electorales le solicitaron la renuncia al director de Cormagdalena, Augusto Garcia, quien venía ejerciendo una excelente gestión en la entidad. García luchó cuatro años para sacar adelante el proceso licitatorio para la navegabilidad del Rio Magdalena y es quien sabe cómo deben entregarse las obras adjudicadas. Ahora, seguramente nombrarán a un recomendado político que nunca en su vida se ha comido un bocachico, no sabe dónde queda la población de Plato y muchos menos sabrá distinguir entre la eslora y la manga de un buque. Así están actuando con las demás entidades del Estado. Que falta de respeto e irresponsabilidad política con nuestra población.
Con el desarrollo agrícola, piscícola, forestal y ganadero de la Región Caribe sucede lo mismo. A los congresistas costeños les quedó grande sacar adelante los proyectos de irrigación de la Mojana y el Ranchería en La Guajira para desarrollar la más importante agricultura de exportación que puede existir en Colombia.
En el tintero: Se evidencia un divorcio entre el presidente Santos y los gremios del pais. Este año no asistió a los Congresos de Fenalco, Fedepalma, Fenavi y Fedegan, entre otros.
*Consultor en banca de fomento.