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Columnista - 16 junio, 2014

¿Reconciliación o más polarización?

La verdadera reconciliación del país inicia hoy, se eligió un Presidente, con un mandato ciudadano que debe respetar. Pero si el nuevo mandatario, no gobierna con altura política y no comprende que Colombia está dividida, será muy difícil. Es necesario incluir todos los sectores y alejarse del fútil enfrentamiento entre Uribistas y Santistas, entre Farc […]

La verdadera reconciliación del país inicia hoy, se eligió un Presidente, con un mandato ciudadano que debe respetar. Pero si el nuevo mandatario, no gobierna con altura política y no comprende que Colombia está dividida, será muy difícil. Es necesario incluir todos los sectores y alejarse del fútil enfrentamiento entre Uribistas y Santistas, entre Farc y anti Farc, entre izquierda y ultraderecha.

Colombia necesita un nuevo horizonte político, con mayor liderazgo. La nación debe enrumbarse, ahora sí, hacia el futuro, de una manera más civilizada y moderna. Santos representa una Colombia; pero Uribe y Zuluaga, representan otra; así mismo, los sectores de izquierda deben ser incorporados como parte activa de la dinámica política, para construir y no para destruir.

Hay que articular las grandes trasformaciones que el país requiere, no podemos continuar en este terrorismo ideológico que impide el progreso y limita libertades; los medios de comunicación, también deben reflexionar, porque son perdedores, sobre todo en credibilidad, el periodismo debe reinventarse, está tomado por la política y el odio, los periodistas quieren paz pero no son capaces de perdonar a quienes los chuzaron.

El extremismo y el apasionamiento no es inteligente, eso para los intelectuales, si seguimos en esta polarización extrema, podemos llegar al caos que vive Venezuela, una nación rica en recursos petroleros pero muy pobre en pensamiento.

En Colombia soplan vientos de paz y el presidente electo tiene la obligación de continuar con el proceso, hay que ser más serio y no mirar este asunto solo desde una perspectiva política; la paz no se consigue relegando al contrario de cualquier forma o peor aún eliminándolo como ocurrió con la UP en los años ochenta.

No se puede dejar de lado que la guerrilla le causó un inmenso daño al país y antes que víctimas, son victimarios, es su deber reparar, contar la verdad y someterse, aunque sea con un mínimo de justicia. La paz se consigue con un ideario de avanzada y con inversión social; los expresidentes tienen que deponer sus egos y ser menos politiqueros.

Todos los países han tenido un momento crítico en la historia; la dictadura franquista en España, la Alemania Nazi, la Chile de Pinochet, la dictadura en Argentina y muchos otros, que se fortalecieron en la desgracia y salieron adelante, hay que desuiribizar al país, las discusiones políticas no pueden terminar ahí; la izquierda no puede vivir acomplejada con sed de venganza, tratando de fusilar con su discurso a la derecha o la ultra derecha liquidar a la izquierda con teorías anacrónicas, podemos vivir en una Colombia donde quepamos todos.

Hay un nuevo presidente, hay que rodearlo para que cumpla con las promesas y saque el país adelante, los desafíos son muy grandes en salud, educación, infraestructura, justicia, la regionalización del país, el medio ambiente y más temas. Hay mucho por hacer y ojalá se logren los consensos para cumplir los objetivos, alejarnos de la polarización y acercarnos a la reconciliación de nuestra sociedad para que haya una paz verdadera.

Columnista
16 junio, 2014

¿Reconciliación o más polarización?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

La verdadera reconciliación del país inicia hoy, se eligió un Presidente, con un mandato ciudadano que debe respetar. Pero si el nuevo mandatario, no gobierna con altura política y no comprende que Colombia está dividida, será muy difícil. Es necesario incluir todos los sectores y alejarse del fútil enfrentamiento entre Uribistas y Santistas, entre Farc […]


La verdadera reconciliación del país inicia hoy, se eligió un Presidente, con un mandato ciudadano que debe respetar. Pero si el nuevo mandatario, no gobierna con altura política y no comprende que Colombia está dividida, será muy difícil. Es necesario incluir todos los sectores y alejarse del fútil enfrentamiento entre Uribistas y Santistas, entre Farc y anti Farc, entre izquierda y ultraderecha.

Colombia necesita un nuevo horizonte político, con mayor liderazgo. La nación debe enrumbarse, ahora sí, hacia el futuro, de una manera más civilizada y moderna. Santos representa una Colombia; pero Uribe y Zuluaga, representan otra; así mismo, los sectores de izquierda deben ser incorporados como parte activa de la dinámica política, para construir y no para destruir.

Hay que articular las grandes trasformaciones que el país requiere, no podemos continuar en este terrorismo ideológico que impide el progreso y limita libertades; los medios de comunicación, también deben reflexionar, porque son perdedores, sobre todo en credibilidad, el periodismo debe reinventarse, está tomado por la política y el odio, los periodistas quieren paz pero no son capaces de perdonar a quienes los chuzaron.

El extremismo y el apasionamiento no es inteligente, eso para los intelectuales, si seguimos en esta polarización extrema, podemos llegar al caos que vive Venezuela, una nación rica en recursos petroleros pero muy pobre en pensamiento.

En Colombia soplan vientos de paz y el presidente electo tiene la obligación de continuar con el proceso, hay que ser más serio y no mirar este asunto solo desde una perspectiva política; la paz no se consigue relegando al contrario de cualquier forma o peor aún eliminándolo como ocurrió con la UP en los años ochenta.

No se puede dejar de lado que la guerrilla le causó un inmenso daño al país y antes que víctimas, son victimarios, es su deber reparar, contar la verdad y someterse, aunque sea con un mínimo de justicia. La paz se consigue con un ideario de avanzada y con inversión social; los expresidentes tienen que deponer sus egos y ser menos politiqueros.

Todos los países han tenido un momento crítico en la historia; la dictadura franquista en España, la Alemania Nazi, la Chile de Pinochet, la dictadura en Argentina y muchos otros, que se fortalecieron en la desgracia y salieron adelante, hay que desuiribizar al país, las discusiones políticas no pueden terminar ahí; la izquierda no puede vivir acomplejada con sed de venganza, tratando de fusilar con su discurso a la derecha o la ultra derecha liquidar a la izquierda con teorías anacrónicas, podemos vivir en una Colombia donde quepamos todos.

Hay un nuevo presidente, hay que rodearlo para que cumpla con las promesas y saque el país adelante, los desafíos son muy grandes en salud, educación, infraestructura, justicia, la regionalización del país, el medio ambiente y más temas. Hay mucho por hacer y ojalá se logren los consensos para cumplir los objetivos, alejarnos de la polarización y acercarnos a la reconciliación de nuestra sociedad para que haya una paz verdadera.