Se avecina la edición 48 del Festival de la Leyenda Vallenata y la Fundación este año va muy bien con el cronograma de actividades, ya se encuentran abiertas las inscripciones para los concursantes y también para quienes en representación de los medios de comunicación aspiran a acreditarse para cubrir el evento folclórico más importante del país.

Me adelanto y con varios meses de anticipación le pido encarecidamente a las autoridades municipales y departamentales que ojalá este año no se repitan los bochornosos hechos del año pasado, por los cuales todo el país tuvo que apreciar el rifirrafe absurdo e insulso entre el Alcalde de Valledupar y el Gobernador del Cesar, cada uno por demostrar quien tenía más poder o quien mandaba más en las festividades, que ya incluso no son solo patrimonio de los vallenatos, ni de los cesarenses, sino patrimonio inmaterial de la Nación.

El señor Gobernador al parecer quiso hacerle competencia a la Fundación montando un espectáculo nada menos que con Carlos Vives, supuestamente gratis, y al final los revendedores hicieron su agosto, boletas hasta a 200 mil pesos, luego entonces quedamos mal todos, porque no me digan que se ve muy bien que dos autoridades que constitucionalmente están obligadas a trabajar armónica y coordinadamente, no hagan sino pisarse las mangueras como dice el adagio de los bomberos y mostrarse los dientes como perros y gatos.

Este año espero que hagamos la fiesta en paz y en confraternidad y desde el Presidente de la República, pasando por el gobernador y el alcalde, hasta llegar al ciudadano de a pie, sean consecuentes que Valledupar es conocida por el Festival Vallenato al que hay que fortalecer, y no cada cual tirar para su lado.

He reiterado en muchas oportunidades que cuando a este tipo de eventos se les mete politiquería rampante, tienden a desaparecer, sino fíjense lo que ha ocurrido con muchos festivales de la región, los que no han fenecido se encuentran en estado de coma.

Ahora, lo que encarecidamente le pedimos tanto a la Fundación como a las autoridades en general es que lo que se debe fortalecer en el Festival son los concursos que son el alma y nervio de un evento de estos, y no como pretenden algunos que es darle más importancia a las presentaciones de artistas invitados.

Lo más seguro es que en un año electoral como este se trate de utilizar el Festival por más de una campaña política con miras a convertirlo en trampolín que le sirva para llevar a alguien a cargos o corporaciones públicas, Dios quiera no sea así.