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Columnista - 20 julio, 2014

¡Qué despelote!

Definitivamente este es un país de locos. Mientras miles de ganaderos y agricultores de la Región Caribe buscan afanosamente cómo atenuar la pérdida de rentabilidad de sus negocios por causa de la intensa sequia, los funcionarios del Ministerio de Agricultura andan viaticando en el exterior, participando en cuanto foro se inventan y lagarteándose con sus […]

Definitivamente este es un país de locos. Mientras miles de ganaderos y agricultores de la Región Caribe buscan afanosamente cómo atenuar la pérdida de rentabilidad de sus negocios por causa de la intensa sequia, los funcionarios del Ministerio de Agricultura andan viaticando en el exterior, participando en cuanto foro se inventan y lagarteándose con sus padrinos políticos la ratificación en sus inmerecidos cargos.

Resulta que ahora, además de no haber ejecutado eficazmente los programas de inversión en distritos de riego, seguros agrarios, reforestación, asistencia técnica, control fitosanitario y financiamiento al sector, se molestan porque el Ministro de Agricultura les exigió -por instrucciones de Casa de Nariño-, la renuncia a sus cargos. Los pobres resultados en la gestión del Banco Agrario, ICA e Incoder están a la vista, lo que demuestra lo politizado que estaban estas entidades. Nadie se explica, cómo el Gobierno pudo entregarle el manejo del Banco Agrario a un Senador que nunca en su vida ha sembrado una mata de yuca, y este haya recomendado como presidente del Banco, a alguien que jamás en su vida ha sido banquero. ¡Qué locura!

Volviendo al problema de la sequía en la Región Caribe, es claro que el Ministerio de Agricultura no tomó las medidas a tiempo para disminuir los efectos del fenómeno del Niño en las producciones ganaderas y agrícolas. Desde esta columna advertí hace un año al Gobierno la necesidad de poner en marcha un programa de incentivos para la construcción de reservorios, pozos profundos, presas y canales de riego en las zonas de mayor producción de cereales de verano (arroz, maíz y sorgo), algodón y cultivos de tardío rendimiento. Ni siquiera fueron capaces de poner a operar la represa del Ranchería en La Guajira que alberga más de 198 millones de metros cúbicos de agua.

Como suele suceder, esta semana salieron a ofrecer un cheque de $3.450 millones para subsidiar la compra de alimentos de ganado en las zonas afectadas y otro de $1.650 millones para construir 1000 jagüeyes. Todavía nos estamos preguntando de dónde van a traer el agua para llenarlos si los ríos están secos y ya no cae ni una llovizna. Hubiera sido menos costoso para el Gobierno y más beneficioso para los ganaderos, haber implementado un plan de siembra de pastos resistentes a la sequia, como lo hicieron los mexicanos con excelentes resultados en la península de Yucatán. Este tipo de forrajes conocido como ‘pasto morado” contiene un alto valor proteico y representa una alternativa para cientos de pequeños ganaderos que no cuentan con sofisticados sistemas de riego para mantener sus cultivos de pastos.

Como dice un viejo adagio popular “Nadie sabe con la sed que bebe el otro”. Dios ilumine al presidente Juan Manuel Santos, para que no se vuelva a equivocar. Los actuales tienen al sector en un completo despelote.

En el tintero: 1) Cada día nos estamos pareciendo mas a Venezuela. Con dos océanos y tres importantes ríos estamos importando el pargo de Brasil, el bocachico de Argentina, la sierra de México, el salmón de Chile y la Basa de Vietnam. 2) Felicitaciones y muchos éxitos al Senador José David Name por su designación como nuevo presidente del Congreso. Esperamos le de un buen impulso al agro en la Región Caribe.

Por Indalecio Dangond

Columnista
20 julio, 2014

¡Qué despelote!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Indalecio Dangond Baquero

Definitivamente este es un país de locos. Mientras miles de ganaderos y agricultores de la Región Caribe buscan afanosamente cómo atenuar la pérdida de rentabilidad de sus negocios por causa de la intensa sequia, los funcionarios del Ministerio de Agricultura andan viaticando en el exterior, participando en cuanto foro se inventan y lagarteándose con sus […]


Definitivamente este es un país de locos. Mientras miles de ganaderos y agricultores de la Región Caribe buscan afanosamente cómo atenuar la pérdida de rentabilidad de sus negocios por causa de la intensa sequia, los funcionarios del Ministerio de Agricultura andan viaticando en el exterior, participando en cuanto foro se inventan y lagarteándose con sus padrinos políticos la ratificación en sus inmerecidos cargos.

Resulta que ahora, además de no haber ejecutado eficazmente los programas de inversión en distritos de riego, seguros agrarios, reforestación, asistencia técnica, control fitosanitario y financiamiento al sector, se molestan porque el Ministro de Agricultura les exigió -por instrucciones de Casa de Nariño-, la renuncia a sus cargos. Los pobres resultados en la gestión del Banco Agrario, ICA e Incoder están a la vista, lo que demuestra lo politizado que estaban estas entidades. Nadie se explica, cómo el Gobierno pudo entregarle el manejo del Banco Agrario a un Senador que nunca en su vida ha sembrado una mata de yuca, y este haya recomendado como presidente del Banco, a alguien que jamás en su vida ha sido banquero. ¡Qué locura!

Volviendo al problema de la sequía en la Región Caribe, es claro que el Ministerio de Agricultura no tomó las medidas a tiempo para disminuir los efectos del fenómeno del Niño en las producciones ganaderas y agrícolas. Desde esta columna advertí hace un año al Gobierno la necesidad de poner en marcha un programa de incentivos para la construcción de reservorios, pozos profundos, presas y canales de riego en las zonas de mayor producción de cereales de verano (arroz, maíz y sorgo), algodón y cultivos de tardío rendimiento. Ni siquiera fueron capaces de poner a operar la represa del Ranchería en La Guajira que alberga más de 198 millones de metros cúbicos de agua.

Como suele suceder, esta semana salieron a ofrecer un cheque de $3.450 millones para subsidiar la compra de alimentos de ganado en las zonas afectadas y otro de $1.650 millones para construir 1000 jagüeyes. Todavía nos estamos preguntando de dónde van a traer el agua para llenarlos si los ríos están secos y ya no cae ni una llovizna. Hubiera sido menos costoso para el Gobierno y más beneficioso para los ganaderos, haber implementado un plan de siembra de pastos resistentes a la sequia, como lo hicieron los mexicanos con excelentes resultados en la península de Yucatán. Este tipo de forrajes conocido como ‘pasto morado” contiene un alto valor proteico y representa una alternativa para cientos de pequeños ganaderos que no cuentan con sofisticados sistemas de riego para mantener sus cultivos de pastos.

Como dice un viejo adagio popular “Nadie sabe con la sed que bebe el otro”. Dios ilumine al presidente Juan Manuel Santos, para que no se vuelva a equivocar. Los actuales tienen al sector en un completo despelote.

En el tintero: 1) Cada día nos estamos pareciendo mas a Venezuela. Con dos océanos y tres importantes ríos estamos importando el pargo de Brasil, el bocachico de Argentina, la sierra de México, el salmón de Chile y la Basa de Vietnam. 2) Felicitaciones y muchos éxitos al Senador José David Name por su designación como nuevo presidente del Congreso. Esperamos le de un buen impulso al agro en la Región Caribe.

Por Indalecio Dangond