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Columnista - 4 diciembre, 2014

Pruebas SABER, el rasero de la discordia

Dos veces por año, con la publicación de los resultados de las pruebas Saber 11 se arma la de San Quintín en Colombia. La puja es entre colegios públicos y privados, entre las regiones, e incluso entre los calendarios A y B; es una discusión más de forma que de contenido. Pero esta es una […]

Dos veces por año, con la publicación de los resultados de las pruebas Saber 11 se arma la de San Quintín en Colombia. La puja es entre colegios públicos y privados, entre las regiones, e incluso entre los calendarios A y B; es una discusión más de forma que de contenido. Pero esta es una calentura fugaz, todo se concentra en el ranking y solo se trabaja para él. Las discusiones son variadas acerca de que a algunos les va bien pero a la mayoría muy mal.
Se habla del método, de la calidad docente, de la intensidad horaria, del presupuesto; cada rector, publicadas las cifras, explica porque le va bien, poco sabemos lo que dicen los mal ubicados. Cada quien habla de su experiencia particular, menciona algunos de sus egresados, de las posiciones que hoy ocupan frente a la dirección del Estado y de la sociedad, es un mensaje subliminal. ¡Qué frivolidad!
La revista Dinero entrevista a los rectores o dueños de los mejores, una publicidad que dudo sea gratis, la mercadotecnia no escatima oportunidades para vender. Mientras tanto, el gobierno, responsable de las políticas educativas hace mutis, se convierte en un observador más del fenómeno, esperando mejoría per sé en los próximos resultados pero se queda sin diseñar una estrategia estándar acerca de cómo abordar el conocimiento. Ministro va, Ministro viene pero de aquello nada. Yo me pregunto, en qué colegios y de cuál calendario egresaron Ptolomeo, Copérnico, Galileo, Kepler, Newton, Descartes, Da Vinci y otros más, que ni siquiera estuvieron en universidad alguna pero que le dejaron un inmenso legado a la ciencia. En cambio, aquí no veo que surjan estas genialidades, las pruebas Saber son un rasero que le sirve más al mercantilismo educativo que a la calidad.
Una de las fallas detectadas en estas pruebas es la baja comprensión de lecturas y la poca capacidad para abordar conceptos pero se insiste en el mecanicismo, la tecnología está siendo mal utilizada, la inter net es un arma de doble filo, la razón está subyugada. Pero si el rasero son las pruebas Saber, Valledupar solo ubicó cinco colegios en los primeros 500 (1%) que comparados con alguien parecido nos daría una idea de dónde estamos ubicados, Neiva ubicó nueve, Villavicencio siete, Armenia cuatro, Montería y Santa Marta tres, esto es, si por aquí llueve, en estas dos últimas no escampa. Y si de PISA se trata, somos coleros. Por esta vía dudo que Colombia sea la más educada en 2025, no estamos ni tibios. ¿Será que tendremos que regresar a la edad media, a Da Vinci? [email protected]

Columnista
4 diciembre, 2014

Pruebas SABER, el rasero de la discordia

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

Dos veces por año, con la publicación de los resultados de las pruebas Saber 11 se arma la de San Quintín en Colombia. La puja es entre colegios públicos y privados, entre las regiones, e incluso entre los calendarios A y B; es una discusión más de forma que de contenido. Pero esta es una […]


Dos veces por año, con la publicación de los resultados de las pruebas Saber 11 se arma la de San Quintín en Colombia. La puja es entre colegios públicos y privados, entre las regiones, e incluso entre los calendarios A y B; es una discusión más de forma que de contenido. Pero esta es una calentura fugaz, todo se concentra en el ranking y solo se trabaja para él. Las discusiones son variadas acerca de que a algunos les va bien pero a la mayoría muy mal.
Se habla del método, de la calidad docente, de la intensidad horaria, del presupuesto; cada rector, publicadas las cifras, explica porque le va bien, poco sabemos lo que dicen los mal ubicados. Cada quien habla de su experiencia particular, menciona algunos de sus egresados, de las posiciones que hoy ocupan frente a la dirección del Estado y de la sociedad, es un mensaje subliminal. ¡Qué frivolidad!
La revista Dinero entrevista a los rectores o dueños de los mejores, una publicidad que dudo sea gratis, la mercadotecnia no escatima oportunidades para vender. Mientras tanto, el gobierno, responsable de las políticas educativas hace mutis, se convierte en un observador más del fenómeno, esperando mejoría per sé en los próximos resultados pero se queda sin diseñar una estrategia estándar acerca de cómo abordar el conocimiento. Ministro va, Ministro viene pero de aquello nada. Yo me pregunto, en qué colegios y de cuál calendario egresaron Ptolomeo, Copérnico, Galileo, Kepler, Newton, Descartes, Da Vinci y otros más, que ni siquiera estuvieron en universidad alguna pero que le dejaron un inmenso legado a la ciencia. En cambio, aquí no veo que surjan estas genialidades, las pruebas Saber son un rasero que le sirve más al mercantilismo educativo que a la calidad.
Una de las fallas detectadas en estas pruebas es la baja comprensión de lecturas y la poca capacidad para abordar conceptos pero se insiste en el mecanicismo, la tecnología está siendo mal utilizada, la inter net es un arma de doble filo, la razón está subyugada. Pero si el rasero son las pruebas Saber, Valledupar solo ubicó cinco colegios en los primeros 500 (1%) que comparados con alguien parecido nos daría una idea de dónde estamos ubicados, Neiva ubicó nueve, Villavicencio siete, Armenia cuatro, Montería y Santa Marta tres, esto es, si por aquí llueve, en estas dos últimas no escampa. Y si de PISA se trata, somos coleros. Por esta vía dudo que Colombia sea la más educada en 2025, no estamos ni tibios. ¿Será que tendremos que regresar a la edad media, a Da Vinci? [email protected]