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Columnista - 2 mayo, 2014

plásticas

Cuánto sufrieron nuestros cantores campesinos para dar a conocer en la región sus vivencias y las de su entorno, sufriendo calamidades, vilipendios, el rigor del clima, por caminos inhóspitos y plagados de todo tipo de acechos, crónicas musicales muy bien hilvanadas, que han traspasado el rigor del tiempo, canciones que hoy hacen parte de la […]

Cuánto sufrieron nuestros cantores campesinos para dar a conocer en la región sus vivencias y las de su entorno, sufriendo calamidades, vilipendios, el rigor del clima, por caminos inhóspitos y plagados de todo tipo de acechos, crónicas musicales muy bien hilvanadas, que han traspasado el rigor del tiempo, canciones que hoy hacen parte de la antología vallenata, del Patrimonio Inmaterial de la Nación y muy pronto, según anuncio del gobierno nacional, también de la Humanidad, ante la Unesco.

Todas estas canciones que le dieron horma a nuestro sentir, fueron suficiente motivo, para que las directivas del Festival de la Leyenda Vallenata, tuvieran en cuenta esta manifestación y en 1969, integrarlas, como parte de la competencia de dicho evento.

Este espacio sirvió para que los mejores trovadores se esmeraran para dar lo mejor de sí, y llegaran al festival desde distintas partes de la región, y desde hace mucho rato llegasen orgullosos de toda la geografía de Colombia y del mundo.

En sus inicios, la canción inédita despertó mucho fervor entre la población y los intérpretes, que las han divulgado, que siempre estuvieron pendientes de las melodías que allí dirimían, calidades e importancia, dentro del evento festivalero, intérpretes, que inclusive, que al escucharlas y antes de conocerse el veredicto final, le hacían firmar un contrato de exclusividad al compositor, para grabarlas, estas eran prendas de éxito asegurado.

Del concurso de canción inédita han surgido cantos, ganadores o no del festival, que son orgullo del folclor de Latinoamérica, canciones que han traspasado las fronteras del tiempo y de las naciones, melodías que han sido grabadas en muchísimos idiomas, por músicos de distintas procedencias del mundo.

Han surgido de las entrañas del festival, canciones como, Rumores de Viejas Voces, El Hachero, El Indio Desventurado, La profecía, Río Badillo, Soy Vallenato y otras que no fueron ganadoras, pero se mostraron en la competencia festivalera, como, Abrazo Guajiro, El Corazón del Valle, La Fiesta de los Pájaros, Las tres guitarras, para mencionar algunas que mi memoria recuerda, de compositores brillantes, como Gustavo Gutiérrez, Freddy Molina, Armando Zabaleta, Julio Oñate, Camilo Namén, Leandro Díaz, entre otros.

Este, año asistimos a un concurso de canción inédita, lánguido, monotemático, aburridor, falta de creatividad e imaginación, sin sensibilidad, los compositores se han autocensurado, se han vuelto facilistas, únicamente le cantan al Homenajeado, como si esta fuera una norma, ellos saben, que la temática del concurso de la canción inédita es libre, espontánea, fresca y no, la canción prefabricada, o, un tema de obligatorio cumplimiento.

Todos los años, le cantan al homenajeado, que tienen todos los merecimientos, en esta ocasión al que más multitud congregó y seguirá reuniendo alrededor de su majestad musical, todos los honores para ‘El Cacique’, el más vendedor, talentoso y carismático, de todas las generaciones del folclor, se destacó; Diomedes, y anteriores tributados, por componerle y cantarle a todas las situaciones de la vida, magnífico ejemplo de talento y capacidad, para los compositores concursantes, de la canción inédita.

Columnista
2 mayo, 2014

plásticas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

Cuánto sufrieron nuestros cantores campesinos para dar a conocer en la región sus vivencias y las de su entorno, sufriendo calamidades, vilipendios, el rigor del clima, por caminos inhóspitos y plagados de todo tipo de acechos, crónicas musicales muy bien hilvanadas, que han traspasado el rigor del tiempo, canciones que hoy hacen parte de la […]


Cuánto sufrieron nuestros cantores campesinos para dar a conocer en la región sus vivencias y las de su entorno, sufriendo calamidades, vilipendios, el rigor del clima, por caminos inhóspitos y plagados de todo tipo de acechos, crónicas musicales muy bien hilvanadas, que han traspasado el rigor del tiempo, canciones que hoy hacen parte de la antología vallenata, del Patrimonio Inmaterial de la Nación y muy pronto, según anuncio del gobierno nacional, también de la Humanidad, ante la Unesco.

Todas estas canciones que le dieron horma a nuestro sentir, fueron suficiente motivo, para que las directivas del Festival de la Leyenda Vallenata, tuvieran en cuenta esta manifestación y en 1969, integrarlas, como parte de la competencia de dicho evento.

Este espacio sirvió para que los mejores trovadores se esmeraran para dar lo mejor de sí, y llegaran al festival desde distintas partes de la región, y desde hace mucho rato llegasen orgullosos de toda la geografía de Colombia y del mundo.

En sus inicios, la canción inédita despertó mucho fervor entre la población y los intérpretes, que las han divulgado, que siempre estuvieron pendientes de las melodías que allí dirimían, calidades e importancia, dentro del evento festivalero, intérpretes, que inclusive, que al escucharlas y antes de conocerse el veredicto final, le hacían firmar un contrato de exclusividad al compositor, para grabarlas, estas eran prendas de éxito asegurado.

Del concurso de canción inédita han surgido cantos, ganadores o no del festival, que son orgullo del folclor de Latinoamérica, canciones que han traspasado las fronteras del tiempo y de las naciones, melodías que han sido grabadas en muchísimos idiomas, por músicos de distintas procedencias del mundo.

Han surgido de las entrañas del festival, canciones como, Rumores de Viejas Voces, El Hachero, El Indio Desventurado, La profecía, Río Badillo, Soy Vallenato y otras que no fueron ganadoras, pero se mostraron en la competencia festivalera, como, Abrazo Guajiro, El Corazón del Valle, La Fiesta de los Pájaros, Las tres guitarras, para mencionar algunas que mi memoria recuerda, de compositores brillantes, como Gustavo Gutiérrez, Freddy Molina, Armando Zabaleta, Julio Oñate, Camilo Namén, Leandro Díaz, entre otros.

Este, año asistimos a un concurso de canción inédita, lánguido, monotemático, aburridor, falta de creatividad e imaginación, sin sensibilidad, los compositores se han autocensurado, se han vuelto facilistas, únicamente le cantan al Homenajeado, como si esta fuera una norma, ellos saben, que la temática del concurso de la canción inédita es libre, espontánea, fresca y no, la canción prefabricada, o, un tema de obligatorio cumplimiento.

Todos los años, le cantan al homenajeado, que tienen todos los merecimientos, en esta ocasión al que más multitud congregó y seguirá reuniendo alrededor de su majestad musical, todos los honores para ‘El Cacique’, el más vendedor, talentoso y carismático, de todas las generaciones del folclor, se destacó; Diomedes, y anteriores tributados, por componerle y cantarle a todas las situaciones de la vida, magnífico ejemplo de talento y capacidad, para los compositores concursantes, de la canción inédita.