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Columnista - 15 octubre, 2014

Para el nuevo urbanismo, el peatón es el rey

No dejaré de escribir sobre este interesante tema. El peatón tiene derecho a una movilización e ininterrumpida que puede ser lograda mediante el uso integrado de los medios de transporte, público, ecológico, extensivo y bien equipado. Es increíble que la impopularidad de muchos alcaldes se deba a la defensa de espacio público y de ahí […]

No dejaré de escribir sobre este interesante tema. El peatón tiene derecho a una movilización e ininterrumpida que puede ser lograda mediante el uso integrado de los medios de transporte, público, ecológico, extensivo y bien equipado.
Es increíble que la impopularidad de muchos alcaldes se deba a la defensa de espacio público y de ahí que muchos de ellos le temen a este tema. Aquí en nuestra ciudad de vez en cuando se alborota el paraco y se toman algunas medidas que a la larga no se cumplen y a veces se cumplen a medias.
He propuesto en muchas ocasiones la peatonalización de la carrera 7, la ampliación de muchos andenes, y al peatón como el principal protagonista de la ciudad, siendo necesario reseñar esta propuesta. A lo largo del siglo XX, en buena parte de las grandes ciudades, el peatón fue acorralado por un diseño urbano que le entregó la ciudad al carro y lo expulsó a sitios más inhóspitos. En países como el nuestro, el carácter exclusivista que ha tenido la posición de un carro trajo consigo una discriminación adicional en contra de la mayoría de los peatones, habitualmente usuarios del transporte público.
Para grupos, especialmente vulnerables como las mujeres embarazadas, los discapacitados, los ancianos y los niños, la ausencia de espacios decentes para caminar se constituyen en una abierta discriminación. Para el nuevo urbanismo, el peatón es el rey junto al transporte masivo, y el carro y las motos deben ser invitados discretos en las vías de la ciudad.
El historiador Hebert Brown nos recordaba que en alemán Burgersteig anden, se descompone en Burger (ciudadano) y steig (escalón). El andén pone al ciudadano por encima del barro, de la dignidad y constituye a crear ciudadanía. Los vallenatos tenemos derecho a esa condición de ciudadanos dignos e iguales.
Como es mi costumbre, trataré otros temitas:
Insisto y le solicito muy respetuosamente a nuestro alcalde Fredys Socarrás que el nombre del próximo megacolegio lleve el nombre del Dr. Aníbal Martínez Zuleta, que encarna como pocos hombres públicos la entrega de una vida por muchos ideales. Lo de Nelson Mandela dejémoslo para otra ocasión. Igualmente le solicitaría que el Ecoparque Lineal del Río Guatapurí lleve también el nombre del “Negro Grande del Cañaguate” y a la vez se abra un concurso por parte de la Sociedad Colombiana de Arquitectos para el proyecto o diseño del sector del Pueblito Vallenato y montar el busto del Dr. Aníbal en este sitio y que será el faro y guardián del Guatapurí.
POSTDATA :
No estoy en contra del cobro de los impuestos de parte del municipio, en lo que no estoy de acuerdo es en la propaganda vulgar escandalosa y sucia de una tal “Yiya Padilla” y “Yayo Sampayo”. Hay otros métodos más decentes.

Columnista
15 octubre, 2014

Para el nuevo urbanismo, el peatón es el rey

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

No dejaré de escribir sobre este interesante tema. El peatón tiene derecho a una movilización e ininterrumpida que puede ser lograda mediante el uso integrado de los medios de transporte, público, ecológico, extensivo y bien equipado. Es increíble que la impopularidad de muchos alcaldes se deba a la defensa de espacio público y de ahí […]


No dejaré de escribir sobre este interesante tema. El peatón tiene derecho a una movilización e ininterrumpida que puede ser lograda mediante el uso integrado de los medios de transporte, público, ecológico, extensivo y bien equipado.
Es increíble que la impopularidad de muchos alcaldes se deba a la defensa de espacio público y de ahí que muchos de ellos le temen a este tema. Aquí en nuestra ciudad de vez en cuando se alborota el paraco y se toman algunas medidas que a la larga no se cumplen y a veces se cumplen a medias.
He propuesto en muchas ocasiones la peatonalización de la carrera 7, la ampliación de muchos andenes, y al peatón como el principal protagonista de la ciudad, siendo necesario reseñar esta propuesta. A lo largo del siglo XX, en buena parte de las grandes ciudades, el peatón fue acorralado por un diseño urbano que le entregó la ciudad al carro y lo expulsó a sitios más inhóspitos. En países como el nuestro, el carácter exclusivista que ha tenido la posición de un carro trajo consigo una discriminación adicional en contra de la mayoría de los peatones, habitualmente usuarios del transporte público.
Para grupos, especialmente vulnerables como las mujeres embarazadas, los discapacitados, los ancianos y los niños, la ausencia de espacios decentes para caminar se constituyen en una abierta discriminación. Para el nuevo urbanismo, el peatón es el rey junto al transporte masivo, y el carro y las motos deben ser invitados discretos en las vías de la ciudad.
El historiador Hebert Brown nos recordaba que en alemán Burgersteig anden, se descompone en Burger (ciudadano) y steig (escalón). El andén pone al ciudadano por encima del barro, de la dignidad y constituye a crear ciudadanía. Los vallenatos tenemos derecho a esa condición de ciudadanos dignos e iguales.
Como es mi costumbre, trataré otros temitas:
Insisto y le solicito muy respetuosamente a nuestro alcalde Fredys Socarrás que el nombre del próximo megacolegio lleve el nombre del Dr. Aníbal Martínez Zuleta, que encarna como pocos hombres públicos la entrega de una vida por muchos ideales. Lo de Nelson Mandela dejémoslo para otra ocasión. Igualmente le solicitaría que el Ecoparque Lineal del Río Guatapurí lleve también el nombre del “Negro Grande del Cañaguate” y a la vez se abra un concurso por parte de la Sociedad Colombiana de Arquitectos para el proyecto o diseño del sector del Pueblito Vallenato y montar el busto del Dr. Aníbal en este sitio y que será el faro y guardián del Guatapurí.
POSTDATA :
No estoy en contra del cobro de los impuestos de parte del municipio, en lo que no estoy de acuerdo es en la propaganda vulgar escandalosa y sucia de una tal “Yiya Padilla” y “Yayo Sampayo”. Hay otros métodos más decentes.