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Columnista - 14 enero, 2015

Mototaxistas y motociclistas con derechos, ¿y los deberes qué?

Hay opiniones divididas por el Decreto 000396 del 29 de diciembre de 2014 firmado por el Alcalde Freddy Socarrás, en donde establece que en Valledupar sólo podrán circular motocicletas conducidas por sus propietarios, a partir del 5 de enero. Algunos cuestionan que el Alcalde piensa más en solucionar un problema económico –seguramente de gran magnitud- […]

Hay opiniones divididas por el Decreto 000396 del 29 de diciembre de 2014 firmado por el Alcalde Freddy Socarrás, en donde establece que en Valledupar sólo podrán circular motocicletas conducidas por sus propietarios, a partir del 5 de enero.

Algunos cuestionan que el Alcalde piensa más en solucionar un problema económico –seguramente de gran magnitud- que tienen los transportadores de buses urbanos y taxistas, que en la movilidad y la inseguridad que padecen los vallenatos o el desempleo que descuella por doquier.

Inclusive, han surgido muchas opiniones de respetados ciudadanos vallenatos quienes afirman que la norma no es legal. Pero como mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan conocen poco del tema jurídico, eso se lo dejan a los jueces Franklin Martínez Solano, Jesús Zamora, al magistrado Arnaldo Enrique Fragoso Romero o a los abogados Ivan ‘Cheto’ Rodríguez y Amarilis Llanos Navarro para que opinen jurídicamente de este complejo tema.

Explican mis consejeros que han salido varios de los motociclistas a expresar que “tienen todo el derecho del mundo de conducir motos propias y de otros dueños siempre y cuando tengan todos sus papeles en regla”.

Motociclistas y mototaxistas sacaron a relucir (por este medio EL PILÓN) artículos de la Constitución y códigos en donde sostienen que no se puede prohibir a un colombiano conducir una motocicleta, siempre y cuando tenga los documentos en regla.

Pero llama la atención a Tío Chiro que en la misma Constitución hay unos derechos que también tienen los que no son dueños de motocicletas y quienes se transportan en buses, bicicletas y carros particulares. Lo que pasa es que los mototaxistas –excúsenme que lo diga tan crudamente- no respetan los derechos de las otras personas que se transportan en otros vehículos tan legales como los de ellos.

Usan sus motocicletas –seguramente una minoría- para hurtar, asesinar, atacar los bienes e integridad de sus prójimos, atracar a los ciudadanos, cometer actos terroristas y toda clase de fechorías. Y otros se ponen de “ruana” a todo el mundo y a las mismas autoridades en sus recorridos por las calles de la ciudad. Parquean sus motocicletas en cualquier parte y transitan por sardineles, se “vuelan” semáforos e infringen cada segundo las normas del tránsito y no respetan al transeúnte.

Con el surgimiento del Decreto del Alcalde que debe hacer respetar la Policía, ahora salen a relucir los mototaxistas y los motociclistas que tienen “derechos” (mis consejeros y yo sabemos que no son todos), pero no esgrimen por ninguna parte que también tienen deberes y que sus derechos llegan hasta donde comienzan los míos.

Pregunta Tío Nan: “¿Por qué los mototaxistas y motociclistas que en su mayoría podrán ser honrados y cabales no se unen para señalar y denunciar a los criminales que tienen azorada la ciudad?” “¿Por qué el Alcalde saca de la manga este as para frenar la locomotora del mototaxismo y alude controlar la movilidad de la ciudad con la medida, cuando existen otros problemas más graves?”.

Pregunta Tío Chiro: “¿Será que el plan estratégico de transporte que se implementa en la ciudad no dará resultado? Faltó realizar una investigación sobre el tema y solo es interés de unos cuantos políticos y gobernantes de hacer millonarias inversiones para ejecutar la tristemente célebre canción del ‘Serrucho, serrucho’. Hasta la próxima semana-

Columnista
14 enero, 2015

Mototaxistas y motociclistas con derechos, ¿y los deberes qué?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Hay opiniones divididas por el Decreto 000396 del 29 de diciembre de 2014 firmado por el Alcalde Freddy Socarrás, en donde establece que en Valledupar sólo podrán circular motocicletas conducidas por sus propietarios, a partir del 5 de enero. Algunos cuestionan que el Alcalde piensa más en solucionar un problema económico –seguramente de gran magnitud- […]


Hay opiniones divididas por el Decreto 000396 del 29 de diciembre de 2014 firmado por el Alcalde Freddy Socarrás, en donde establece que en Valledupar sólo podrán circular motocicletas conducidas por sus propietarios, a partir del 5 de enero.

Algunos cuestionan que el Alcalde piensa más en solucionar un problema económico –seguramente de gran magnitud- que tienen los transportadores de buses urbanos y taxistas, que en la movilidad y la inseguridad que padecen los vallenatos o el desempleo que descuella por doquier.

Inclusive, han surgido muchas opiniones de respetados ciudadanos vallenatos quienes afirman que la norma no es legal. Pero como mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan conocen poco del tema jurídico, eso se lo dejan a los jueces Franklin Martínez Solano, Jesús Zamora, al magistrado Arnaldo Enrique Fragoso Romero o a los abogados Ivan ‘Cheto’ Rodríguez y Amarilis Llanos Navarro para que opinen jurídicamente de este complejo tema.

Explican mis consejeros que han salido varios de los motociclistas a expresar que “tienen todo el derecho del mundo de conducir motos propias y de otros dueños siempre y cuando tengan todos sus papeles en regla”.

Motociclistas y mototaxistas sacaron a relucir (por este medio EL PILÓN) artículos de la Constitución y códigos en donde sostienen que no se puede prohibir a un colombiano conducir una motocicleta, siempre y cuando tenga los documentos en regla.

Pero llama la atención a Tío Chiro que en la misma Constitución hay unos derechos que también tienen los que no son dueños de motocicletas y quienes se transportan en buses, bicicletas y carros particulares. Lo que pasa es que los mototaxistas –excúsenme que lo diga tan crudamente- no respetan los derechos de las otras personas que se transportan en otros vehículos tan legales como los de ellos.

Usan sus motocicletas –seguramente una minoría- para hurtar, asesinar, atacar los bienes e integridad de sus prójimos, atracar a los ciudadanos, cometer actos terroristas y toda clase de fechorías. Y otros se ponen de “ruana” a todo el mundo y a las mismas autoridades en sus recorridos por las calles de la ciudad. Parquean sus motocicletas en cualquier parte y transitan por sardineles, se “vuelan” semáforos e infringen cada segundo las normas del tránsito y no respetan al transeúnte.

Con el surgimiento del Decreto del Alcalde que debe hacer respetar la Policía, ahora salen a relucir los mototaxistas y los motociclistas que tienen “derechos” (mis consejeros y yo sabemos que no son todos), pero no esgrimen por ninguna parte que también tienen deberes y que sus derechos llegan hasta donde comienzan los míos.

Pregunta Tío Nan: “¿Por qué los mototaxistas y motociclistas que en su mayoría podrán ser honrados y cabales no se unen para señalar y denunciar a los criminales que tienen azorada la ciudad?” “¿Por qué el Alcalde saca de la manga este as para frenar la locomotora del mototaxismo y alude controlar la movilidad de la ciudad con la medida, cuando existen otros problemas más graves?”.

Pregunta Tío Chiro: “¿Será que el plan estratégico de transporte que se implementa en la ciudad no dará resultado? Faltó realizar una investigación sobre el tema y solo es interés de unos cuantos políticos y gobernantes de hacer millonarias inversiones para ejecutar la tristemente célebre canción del ‘Serrucho, serrucho’. Hasta la próxima semana-