Publicidad
Categorías
Categorías
Informes Especiales - 20 diciembre, 2014

Millonarias infraestructuras, entre el óxido y la maleza

Valledupar hace parte de unas de las ciudades con obras de gran magnitud que han quedado en promesas políticas. EL PILÓN les hace un recuento de cada una de ellas.

Nueva sede de Corpoesar. EL PILÓN/ Joaquín Ramírez
Nueva sede de Corpoesar. EL PILÓN/ Joaquín Ramírez

Dentro de las obras inconclusas existentes en Valledupar, dos permanecen en el ranking de los principales ‘elefantes blancos’ de la región Caribe que superan los 665.940 millones de pesos, según un informe publicado hace un mes por un periódico regional.

Las millonarias inversiones que se caracterizan entre las ocho obras más destacadas de siete departamentos del país son: La Unidad Oncológica y el Centro comercial La Granja. Estas grandes construcciones permanecen en el absoluto abandono, pese haber sido visionadas como alternativas de progreso.

Hoy, adicional a estas importantes edificaciones, existen otras obras que no son más que hierros oxidados y llenos de maleza, guarida de vándalos o refugio de desplazados y vulnerables. Entre ellas se encuentra la nueva sede de Corpocesar, el hospital Materno Infantil o de Los Mayales, área de baños de la plaza Primero de Mayo y la Concha Acústica del barrio Doce de Octubre.
EL PILÓN hizo un recorrido por esas obras a las que la ciudadanía les atribuye el olvido a la falta de voluntad política, a la desidia de los gobernantes de turno que conocen sobre las problemáticas pero, al parecer, no encuentran o buscan solución alguna.

El despilfarro de los recursos públicos se observa en cada uno de los proyectos que la población espera que sean terminados, pese a los años de estar paralizados.

La Unidad Oncológica
Hace 11 años el gobierno departamental diseñó la Unidad Oncológica como alternativa de tratamiento para pacientes con cáncer, tiempo en el que paradójicamente fallecieron alrededor de cuatro mil personas con ese diagnóstico. Según datos estadísticos de dicha época.

La obra costó, sólo en la parte locativa, alrededor de mil millones de pesos, cuyos equipos se deterioraron y luego les hicieron reparaciones por más de seis mil millones de pesos.

El funcionamiento de esta importante construcción está en las manos de las autoridades de control y de los mismos gobernantes, según algunos senadores.
Aunque en 2003 la obra se inauguró visionando un espacio de atención profesional y especial para personas con cáncer, sólo hasta el 2011 fue entregada por el gobernador Cristian José Moreno al hospital Rosario Pumarejo de López como paga de deudas a la entidad de salud.

Sin embargo, tres años después de dicha entrega, obligada por un juez que ordenó al Departamento poner en servicio la unidad y pagar una multimillonaria suma amparada en los intereses colectivos afectados, la situación no es distinta, pese a que ante la no funcionalidad de la Unidad la Procuraduría advirtió que se pueden configurar conductas penales, fiscales y disciplinarias.

Mientras tanto, las mil personas (aproximadas) que padecen de esta patología deben buscar atención médica en otras partes de Colombia, las más cercanas son Barranquilla y Bucaramanga, a donde deben movilizarse, en muchas ocasiones con recursos propios.

Con respecto a esta obra, el gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco aseguró “la unidad no es parte de nuestra responsabilidad, el hospital Rosario Pumarejo de López es autónomo”.

Centro comercial La Granja
Este es el segundo ‘elefante blanco’ más grande de la capital del Cesar, diseñado para mil vendedores estacionarios, a quienes en diferentes momentos políticos les han prometido su reubicación en este lugar, sin embargo ellos guardan las esperanzas de que ese hecho sea una realidad.

El centro comercial La Granja tuvo un costo inicial de tres mil millones de pesos en 2007. Actualmente esta obra, que funciona como escombrera de la ciudad y espacio ideal para consumidores de droga, requiere de 25 mil millones para su terminación.

El alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales indicó que este contrato está en proceso de liquidación, puesto que el lote tiene un embargo que realizó en su momento el Ministerio de Agricultura por la falta de pago de administraciones anteriores y se espera que el Tribunal Administrativo lo desafecte.

Posterior a ello, se buscará una alianza pública- privada para que en los primeros meses del próximo año, la administración local la finiquite y así garantizar la terminación de la obra.

“Lo más importante es la tierra, el lote se salvó porque se iba a rematar y por la gestión que hice de la Ley 550 se salvó”, dijo Socarrás Reales.

Nueva sede de Corpocesar
Un inmenso pendón ubicado en la entrada de la obra indica que en cercanías al coliseo de Feria Ganadera de Valledupar se terminará la construcción de la nueva sede de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar).

No obstante, durante varios meses se observa que no existe movimiento alguno que se refiera a la continuación de esta inmensa construcción aprobada por el curador Urbano número 2, Iván Miguel Zuleta Fuentes.

La construcción, ubicada en el predio ‘Parcela A1 y A2’, fue radicada ante la Curaduría el 27 de febrero de 2014. El área intervenida es de 1.450 metros cuadrados y es de propiedad de Corpocesar.

En la valla gigante, de la administración Monsalvo Gnecco, se especifica que el objeto de esta obra es la terminación del proyecto de arquitectura bioclimática para la nueva sede de Corpocesar, etapa II, la cual tendría como plazo de ocho meses la entrega de la misma, que tiene una inversión de 6.230 millones de pesos.

El gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco aseguró que la obra se detuvo porque se presentó una falencia y por ello antes de terminar la obra se pidió una prueba de sismo-resistencia, pero lo que se pretende es inaugurarla el próximo año.

Hospital Materno Infantil
Al lado de la empresa Servipan de Valledupar (carrera 7ª con calle 36) se observa un panorama deprimente. Allí fue construida una edificación en donde funcionaría el hospital Materno Infantil, justo donde estaba ubicado el IDEMA en época algodonera.

Esta construcción inició aproximadamente hace 13 años, en la administración de Jhonny Pérez Oñate. Contaba con área de hospitalización, cirugía, laboratorio clínico, zona de urgencias, farmacia y auditorio, pero hoy la zona de 15 mil metros cuadrados solo sirve de parqueadero y escondite de inescrupulosos, según cuentan vecinos, las paredes está a punto de colapsar y los hierros que sirven para el cerramiento están debilitados. La construcción no cuenta con techos, ventanas ni puertas, esto a causa de personas desplazadas que llegaron a habitar el sitio y luego lo desmantelaron. Esta fue una obra que solo le hizo falta dotarla de los elementos para que funcionara y que sin haber sido inaugurada fue destruida.

Tiempo después esta infraestructura, en donde se reanudó su construcción cuatro veces entre 2001 y 2006, pasó a manos del hospital Eduardo Arredondo Daza.

La obra de 1.200 millones de pesos, según el gerente Leonardo Maya ya no es viable y por tanto tocaría, según dijo el año pasado a EL PILÓN, tumbar y construir de nuevo.

Por su parte, el alcalde Fredys Socarrás Reales manifestó que con la implementación de la Ley 550 este terreno se logró recuperar y podrá ser utilizado para beneficios de la comunidad, es decir en este caso el hospital.

Área de baños de la plaza Primero de Mayo
En un documento de la Viceprocuraduría General de la Nación, donde aparece un pliego de peticiones en el que es investigado Rafael Antonio Bolaños Guerreros durante su cargo como gobernador del departamento del Cesar, por actos realizados en 2001, aparece en el numeral 22 de 33 acusaciones el contrato N° 049 del 3 de julio de 2001, suscrito entre el mandatario y Rafael Antonio Romero Henríquez.

El objeto de este contrato fue construcción de la primera etapa de los baños públicos en el barrio Primero de Mayo capítulo estructura en la ciudad de Valledupar por valor de 165 millones 683 mil pesos.

Esta infraestructura hoy es cuidada por siete personas, miembros de una familia desplazada, quienes hace 13 años llegaron al lugar que actualmente está en obra gris, sin puertas, ni ventanas y cerrada con láminas de zinc.

Miriam Silva, quien vive en el ‘elefante blanco’ mencionó a EL PILÓN que la Gobernación intentó desalojarla en varias ocasiones, pero que será beneficiada con vivienda.

Aunque ella y su familia cuidan el lugar, han sido atracados en tres ocasiones.

Por ahora, de este proyecto no se tiene pronunciamiento por parte de las autoridades puesto que está en proceso de investigación.

Concha Acústica del barrio Doce de Octubre
Este es otro de los ‘elefantes blancos’ de Valledupar. En este lugar habita un grupo de personas que incluyen a menores de edad.

De manera inicial este sitio funcionaba como el espacio de encuentros artísticos y culturales del barrio Doce de Octubre, era la tarima donde los niños jugaban, pero hoy está en el olvido. Su infraestructura está decaída, la pintura desgastada y es poco utilizada.

PUNTOS DE VISTA:

Elías Contreras, motociclista
“Hay alcaldes que no continúan con las obras si no que buscan la manera de hacer otras y como el periodo de mandato no le es suficiente, las dejan inconclusas y eso es lo que pasa en Valledupar”.

Darío Arias, motociclista
“Estos son elefantes blancos que los políticas utilizan para sacar la plata que en tiempo de campaña gastaron”.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]

Informes Especiales
20 diciembre, 2014

Millonarias infraestructuras, entre el óxido y la maleza

Valledupar hace parte de unas de las ciudades con obras de gran magnitud que han quedado en promesas políticas. EL PILÓN les hace un recuento de cada una de ellas.


Nueva sede de Corpoesar. EL PILÓN/ Joaquín Ramírez
Nueva sede de Corpoesar. EL PILÓN/ Joaquín Ramírez

Dentro de las obras inconclusas existentes en Valledupar, dos permanecen en el ranking de los principales ‘elefantes blancos’ de la región Caribe que superan los 665.940 millones de pesos, según un informe publicado hace un mes por un periódico regional.

Las millonarias inversiones que se caracterizan entre las ocho obras más destacadas de siete departamentos del país son: La Unidad Oncológica y el Centro comercial La Granja. Estas grandes construcciones permanecen en el absoluto abandono, pese haber sido visionadas como alternativas de progreso.

Hoy, adicional a estas importantes edificaciones, existen otras obras que no son más que hierros oxidados y llenos de maleza, guarida de vándalos o refugio de desplazados y vulnerables. Entre ellas se encuentra la nueva sede de Corpocesar, el hospital Materno Infantil o de Los Mayales, área de baños de la plaza Primero de Mayo y la Concha Acústica del barrio Doce de Octubre.
EL PILÓN hizo un recorrido por esas obras a las que la ciudadanía les atribuye el olvido a la falta de voluntad política, a la desidia de los gobernantes de turno que conocen sobre las problemáticas pero, al parecer, no encuentran o buscan solución alguna.

El despilfarro de los recursos públicos se observa en cada uno de los proyectos que la población espera que sean terminados, pese a los años de estar paralizados.

La Unidad Oncológica
Hace 11 años el gobierno departamental diseñó la Unidad Oncológica como alternativa de tratamiento para pacientes con cáncer, tiempo en el que paradójicamente fallecieron alrededor de cuatro mil personas con ese diagnóstico. Según datos estadísticos de dicha época.

La obra costó, sólo en la parte locativa, alrededor de mil millones de pesos, cuyos equipos se deterioraron y luego les hicieron reparaciones por más de seis mil millones de pesos.

El funcionamiento de esta importante construcción está en las manos de las autoridades de control y de los mismos gobernantes, según algunos senadores.
Aunque en 2003 la obra se inauguró visionando un espacio de atención profesional y especial para personas con cáncer, sólo hasta el 2011 fue entregada por el gobernador Cristian José Moreno al hospital Rosario Pumarejo de López como paga de deudas a la entidad de salud.

Sin embargo, tres años después de dicha entrega, obligada por un juez que ordenó al Departamento poner en servicio la unidad y pagar una multimillonaria suma amparada en los intereses colectivos afectados, la situación no es distinta, pese a que ante la no funcionalidad de la Unidad la Procuraduría advirtió que se pueden configurar conductas penales, fiscales y disciplinarias.

Mientras tanto, las mil personas (aproximadas) que padecen de esta patología deben buscar atención médica en otras partes de Colombia, las más cercanas son Barranquilla y Bucaramanga, a donde deben movilizarse, en muchas ocasiones con recursos propios.

Con respecto a esta obra, el gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco aseguró “la unidad no es parte de nuestra responsabilidad, el hospital Rosario Pumarejo de López es autónomo”.

Centro comercial La Granja
Este es el segundo ‘elefante blanco’ más grande de la capital del Cesar, diseñado para mil vendedores estacionarios, a quienes en diferentes momentos políticos les han prometido su reubicación en este lugar, sin embargo ellos guardan las esperanzas de que ese hecho sea una realidad.

El centro comercial La Granja tuvo un costo inicial de tres mil millones de pesos en 2007. Actualmente esta obra, que funciona como escombrera de la ciudad y espacio ideal para consumidores de droga, requiere de 25 mil millones para su terminación.

El alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales indicó que este contrato está en proceso de liquidación, puesto que el lote tiene un embargo que realizó en su momento el Ministerio de Agricultura por la falta de pago de administraciones anteriores y se espera que el Tribunal Administrativo lo desafecte.

Posterior a ello, se buscará una alianza pública- privada para que en los primeros meses del próximo año, la administración local la finiquite y así garantizar la terminación de la obra.

“Lo más importante es la tierra, el lote se salvó porque se iba a rematar y por la gestión que hice de la Ley 550 se salvó”, dijo Socarrás Reales.

Nueva sede de Corpocesar
Un inmenso pendón ubicado en la entrada de la obra indica que en cercanías al coliseo de Feria Ganadera de Valledupar se terminará la construcción de la nueva sede de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar).

No obstante, durante varios meses se observa que no existe movimiento alguno que se refiera a la continuación de esta inmensa construcción aprobada por el curador Urbano número 2, Iván Miguel Zuleta Fuentes.

La construcción, ubicada en el predio ‘Parcela A1 y A2’, fue radicada ante la Curaduría el 27 de febrero de 2014. El área intervenida es de 1.450 metros cuadrados y es de propiedad de Corpocesar.

En la valla gigante, de la administración Monsalvo Gnecco, se especifica que el objeto de esta obra es la terminación del proyecto de arquitectura bioclimática para la nueva sede de Corpocesar, etapa II, la cual tendría como plazo de ocho meses la entrega de la misma, que tiene una inversión de 6.230 millones de pesos.

El gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco aseguró que la obra se detuvo porque se presentó una falencia y por ello antes de terminar la obra se pidió una prueba de sismo-resistencia, pero lo que se pretende es inaugurarla el próximo año.

Hospital Materno Infantil
Al lado de la empresa Servipan de Valledupar (carrera 7ª con calle 36) se observa un panorama deprimente. Allí fue construida una edificación en donde funcionaría el hospital Materno Infantil, justo donde estaba ubicado el IDEMA en época algodonera.

Esta construcción inició aproximadamente hace 13 años, en la administración de Jhonny Pérez Oñate. Contaba con área de hospitalización, cirugía, laboratorio clínico, zona de urgencias, farmacia y auditorio, pero hoy la zona de 15 mil metros cuadrados solo sirve de parqueadero y escondite de inescrupulosos, según cuentan vecinos, las paredes está a punto de colapsar y los hierros que sirven para el cerramiento están debilitados. La construcción no cuenta con techos, ventanas ni puertas, esto a causa de personas desplazadas que llegaron a habitar el sitio y luego lo desmantelaron. Esta fue una obra que solo le hizo falta dotarla de los elementos para que funcionara y que sin haber sido inaugurada fue destruida.

Tiempo después esta infraestructura, en donde se reanudó su construcción cuatro veces entre 2001 y 2006, pasó a manos del hospital Eduardo Arredondo Daza.

La obra de 1.200 millones de pesos, según el gerente Leonardo Maya ya no es viable y por tanto tocaría, según dijo el año pasado a EL PILÓN, tumbar y construir de nuevo.

Por su parte, el alcalde Fredys Socarrás Reales manifestó que con la implementación de la Ley 550 este terreno se logró recuperar y podrá ser utilizado para beneficios de la comunidad, es decir en este caso el hospital.

Área de baños de la plaza Primero de Mayo
En un documento de la Viceprocuraduría General de la Nación, donde aparece un pliego de peticiones en el que es investigado Rafael Antonio Bolaños Guerreros durante su cargo como gobernador del departamento del Cesar, por actos realizados en 2001, aparece en el numeral 22 de 33 acusaciones el contrato N° 049 del 3 de julio de 2001, suscrito entre el mandatario y Rafael Antonio Romero Henríquez.

El objeto de este contrato fue construcción de la primera etapa de los baños públicos en el barrio Primero de Mayo capítulo estructura en la ciudad de Valledupar por valor de 165 millones 683 mil pesos.

Esta infraestructura hoy es cuidada por siete personas, miembros de una familia desplazada, quienes hace 13 años llegaron al lugar que actualmente está en obra gris, sin puertas, ni ventanas y cerrada con láminas de zinc.

Miriam Silva, quien vive en el ‘elefante blanco’ mencionó a EL PILÓN que la Gobernación intentó desalojarla en varias ocasiones, pero que será beneficiada con vivienda.

Aunque ella y su familia cuidan el lugar, han sido atracados en tres ocasiones.

Por ahora, de este proyecto no se tiene pronunciamiento por parte de las autoridades puesto que está en proceso de investigación.

Concha Acústica del barrio Doce de Octubre
Este es otro de los ‘elefantes blancos’ de Valledupar. En este lugar habita un grupo de personas que incluyen a menores de edad.

De manera inicial este sitio funcionaba como el espacio de encuentros artísticos y culturales del barrio Doce de Octubre, era la tarima donde los niños jugaban, pero hoy está en el olvido. Su infraestructura está decaída, la pintura desgastada y es poco utilizada.

PUNTOS DE VISTA:

Elías Contreras, motociclista
“Hay alcaldes que no continúan con las obras si no que buscan la manera de hacer otras y como el periodo de mandato no le es suficiente, las dejan inconclusas y eso es lo que pasa en Valledupar”.

Darío Arias, motociclista
“Estos son elefantes blancos que los políticas utilizan para sacar la plata que en tiempo de campaña gastaron”.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]