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Columnista - 28 julio, 2014

Mi Guajira, que dolor

Me duele mucho la situación de La Guajira,soy tan vallenato como guajiro, mis padres nacieron allá, me crié recorriendo La Alta en vacaciones: Ciapana, La Flor, Puerto Estrella, Taroa, lo mismo que Fonseca en el sur; de ahí, surgió mi primera novela, La maldición de Fiorella Motratti. Son muchas las columnas que le hededicado ala […]

Me duele mucho la situación de La Guajira,soy tan vallenato como guajiro, mis padres nacieron allá, me crié recorriendo La Alta en vacaciones: Ciapana, La Flor, Puerto Estrella, Taroa, lo mismo que Fonseca en el sur; de ahí, surgió mi primera novela, La maldición de Fiorella Motratti. Son muchas las columnas que le hededicado ala tierra de Padilla, y muchos los ataques que he recibido, pero no me importa; esto de la sequía y la muerte de los niños wayúu, me obliga a continuar porque me tocó las fibras del corazón y me llenó de rabia.
El departamentosoporta problemas de todo tipo desde la época de Nacho Vives, bandas criminales, desempleo, contrabando, políticos corruptos, despojo de regalías, minería salvaje, olvido del Estado central,educacióndeficiente y, como si fuera poco, la fuerza de la naturaleza. Los dos grupos políticos que han manejado el departamento dan asco, involucrados en todo tipo de manejos corruptos, denuncias de abusos ycrímenes por la rapiña de poder. Hoy está en el poder, Chemita Ballesteros, a quien escuché con mucho criterio, solicitando más recursos y ayuda al gobierno nacional.Sin embargo, todos sabemos lo que representa: el nepotismo puro y duro;llegó fácil al porque heredó la estructurapolítica de su padre, Jorge, quien también llegó fácil porque la recibió de su padre José María, y me imagino queen esta escala monárquica, en 10 años le tocará al hijo de Chemita; el ex senador de La U, es un grantrapecista,factor común de los 2bandosque desangraron el departamento, ha saltado de uno a otro con habilidad.Y en la próxima elecciónquiere entregarle el poder a la ex alcaldesa de Albania, Oneida Pinto para rematar; ni que decir de Nueva Guajira, que hizo ricos a unos cuantos alfaraches y no cumplió con las expectativas;ellos aducen persecución, pero los hechos son claros; los últimos gobernadores presos, los indígenas abandonados, la educación y la salud en cero, ¡por favor, no sean cínicos!La política Guajira, da lástima, alcaldes que solo piensan en festivales; lo peor, es que muchos guajiros hacen eco y ven a los políticos como ídolos, más aún, si los nombran en un disco vallenato, nadie se atreve a cuestionarlos por miedo a perder una oportunidad de trabajo o de contratación.No es posible que un Presidente como Santos, tan insensible con La Guajira,gane por barrida,prefirió trasladarse a Arjona (Bolívar)que visitar a los indígenas y enterarse de primera mano de la situación;por supuesto, antes de las elecciones, sí lo vimos en Riohacha rezándole a la Vieja Mello,su agradecimientocon el departamento es evidente, detener el proyecto Ranchería, en sus 4 años de gobierno, no se le invirtió un solo peso, únicamente porque el gestor fue Álvaro Uribe; o que la vía San Juan-Valledupar,luego de muchos años, siga inconclusa, le faltan unos escasos kms, luego de una construcción a retazos.Amílcar Acosta, Ministro de minas, a pesar de ser guajiro,parece que está más por las multinacionales que por su tierra. Es increíble que Cerrejón esté sacando 30 millones de toneladas de carbón o que Chevron se lleve el gas ylos programas de responsabilidad social no llegan nial 0,0,0,1%. Es una obligación de los medios de comunicación hacer control a los políticos.La Guajira necesita más liderazgo regional, un plan especial de asuntos vulnerables, una consejería que aborde los temas urgentes, una esperanza para esta región bravía y de gente buena, en su mayoría, pero humillada por sus dirigentes. Por último, una pregunta para Katia Rosado, villanuevera encargada de la comida escolar y el Pan, en La Guajira, que entre otras está multimillonaria, ¿Por qué mueren de hambre los niños wayúu?

Por Jacobo Solano

Columnista
28 julio, 2014

Mi Guajira, que dolor

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Me duele mucho la situación de La Guajira,soy tan vallenato como guajiro, mis padres nacieron allá, me crié recorriendo La Alta en vacaciones: Ciapana, La Flor, Puerto Estrella, Taroa, lo mismo que Fonseca en el sur; de ahí, surgió mi primera novela, La maldición de Fiorella Motratti. Son muchas las columnas que le hededicado ala […]


Me duele mucho la situación de La Guajira,soy tan vallenato como guajiro, mis padres nacieron allá, me crié recorriendo La Alta en vacaciones: Ciapana, La Flor, Puerto Estrella, Taroa, lo mismo que Fonseca en el sur; de ahí, surgió mi primera novela, La maldición de Fiorella Motratti. Son muchas las columnas que le hededicado ala tierra de Padilla, y muchos los ataques que he recibido, pero no me importa; esto de la sequía y la muerte de los niños wayúu, me obliga a continuar porque me tocó las fibras del corazón y me llenó de rabia.
El departamentosoporta problemas de todo tipo desde la época de Nacho Vives, bandas criminales, desempleo, contrabando, políticos corruptos, despojo de regalías, minería salvaje, olvido del Estado central,educacióndeficiente y, como si fuera poco, la fuerza de la naturaleza. Los dos grupos políticos que han manejado el departamento dan asco, involucrados en todo tipo de manejos corruptos, denuncias de abusos ycrímenes por la rapiña de poder. Hoy está en el poder, Chemita Ballesteros, a quien escuché con mucho criterio, solicitando más recursos y ayuda al gobierno nacional.Sin embargo, todos sabemos lo que representa: el nepotismo puro y duro;llegó fácil al porque heredó la estructurapolítica de su padre, Jorge, quien también llegó fácil porque la recibió de su padre José María, y me imagino queen esta escala monárquica, en 10 años le tocará al hijo de Chemita; el ex senador de La U, es un grantrapecista,factor común de los 2bandosque desangraron el departamento, ha saltado de uno a otro con habilidad.Y en la próxima elecciónquiere entregarle el poder a la ex alcaldesa de Albania, Oneida Pinto para rematar; ni que decir de Nueva Guajira, que hizo ricos a unos cuantos alfaraches y no cumplió con las expectativas;ellos aducen persecución, pero los hechos son claros; los últimos gobernadores presos, los indígenas abandonados, la educación y la salud en cero, ¡por favor, no sean cínicos!La política Guajira, da lástima, alcaldes que solo piensan en festivales; lo peor, es que muchos guajiros hacen eco y ven a los políticos como ídolos, más aún, si los nombran en un disco vallenato, nadie se atreve a cuestionarlos por miedo a perder una oportunidad de trabajo o de contratación.No es posible que un Presidente como Santos, tan insensible con La Guajira,gane por barrida,prefirió trasladarse a Arjona (Bolívar)que visitar a los indígenas y enterarse de primera mano de la situación;por supuesto, antes de las elecciones, sí lo vimos en Riohacha rezándole a la Vieja Mello,su agradecimientocon el departamento es evidente, detener el proyecto Ranchería, en sus 4 años de gobierno, no se le invirtió un solo peso, únicamente porque el gestor fue Álvaro Uribe; o que la vía San Juan-Valledupar,luego de muchos años, siga inconclusa, le faltan unos escasos kms, luego de una construcción a retazos.Amílcar Acosta, Ministro de minas, a pesar de ser guajiro,parece que está más por las multinacionales que por su tierra. Es increíble que Cerrejón esté sacando 30 millones de toneladas de carbón o que Chevron se lleve el gas ylos programas de responsabilidad social no llegan nial 0,0,0,1%. Es una obligación de los medios de comunicación hacer control a los políticos.La Guajira necesita más liderazgo regional, un plan especial de asuntos vulnerables, una consejería que aborde los temas urgentes, una esperanza para esta región bravía y de gente buena, en su mayoría, pero humillada por sus dirigentes. Por último, una pregunta para Katia Rosado, villanuevera encargada de la comida escolar y el Pan, en La Guajira, que entre otras está multimillonaria, ¿Por qué mueren de hambre los niños wayúu?

Por Jacobo Solano