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Columnista - 9 agosto, 2012

Mercaderes de la fe

Por: Miguel Ángel Castilla Camargo [email protected] Salmo 101:7, “No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos”. Entonces ¿Por qué se recauda diezmo en las iglesias? El dador alegre, que da según su corazón, tiene en la ofrenda, la primicia, la limosna, la […]

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Por: Miguel Ángel Castilla Camargo

[email protected]
Salmo 101:7, “No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos”. Entonces ¿Por qué se recauda diezmo en las iglesias?
El dador alegre, que da según su corazón, tiene en la ofrenda, la primicia, la limosna, la compasión, el perdón y el amor, las mejores formas de agradar a Dios. Infortunadamente, la iglesia instaurada por Cristo, la que se lleva dentro, dista demasiado de las actuales edificaciones materiales que compiten entre si.
La idolatría por el dinero suele confundirse con la prédica de la prosperidad. Dios dice en Lucas 16:13, “Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Ser cristiano es utópico, y casi nadie llega a tal honor.
Los mercaderes de la fe, esos que adoctrinan, que cercenan libertades, y que someten, siempre comienzan en un garaje y al año ya tienen “iglesia de concreto”, y luego, templos ostentosos. Amén de los súper poderes que adquieren en virtud del ejercicio. Pero como todo debe suceder, como está escrito, así se expresa Dios en Mateo 24:24, “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”.

Valerse de una doctrina para perturbar, afectar o generar adicción o servidumbre es un delito. Incluso, el constreñimiento ha llevado a muchas personas al suicidio, lo cual típica un delito. Muchos se han arruinado, producto de la sugestión.

Es muy común que los pastores actuales tomen las citas bíblicas del antiguo testamento como Malaquías 3:10, Deuteronomio 14:22 y Levítico 27:30 para justificar el recaudo del diezmo. Es como sin un abogado nos llegase con la constitución de 1886.

En un país latifundista como Colombia, con todos los flagelos, es contradictorio que se aplique una forma vedada de impuesto, (Ley Mosaica, un sistema solo para Israel). El contexto bíblico encierra a un Estado agrícola, donde el uso de la tierra es genérico. Por ello el alfolí del entonces es la despensa donde se lleva una décima parte de la cosecha. Es aplicable al antiguo Israel y pertenece a la Ley Mosaica. Siempre que se habla en la Sagrada Escritura del diezmo es de darlo en especie, ya sea de fruta ó de animales. (Gen 4,3-7; Lev 27,30-32;) y no en dinero (Gen 47,13-18).

Pero la llegada de Jesús supone un cambio estructural. Hebreos 8:13, “Al decir nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer”.

Los Rabinos Judíos no cobran diezmos porque ellos saben que únicamente los Levitas – ni siquiera Jesús que pertenecía a la tribu de Judá- podían cobrar el diezmo, según la Ley Mosaica. En América, donde a nadie le cabria en la cabeza que existiese un descendiente biológico de Aarón, para tal menester, no han podido entender que después de la última cena, de la resurrección de Jesús y de la destrucción del Templo en el año 70 DC, no tiene lógica que una falsedad ideológica haga carrera.

Cada pastor parece tener la cita perfecta para justificar el Diezmo. Una de las más consultadas es Lucas 11:42,“Mas ¡ay de vosotros, fariseos!, porque pagáis el diezmo de la menta y la ruda y toda clase de hortaliza, y sin embargo pasáis por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo que debíais haber practicado sin descuidar lo otro”. Hay que aclarar que en ese momento el orden lo establece el Antiguo Testamento. Sobra recordar que Jesús vivió bajo la Ley Mosaica hasta la Última Cena.

Entonces porque se insiste en el diezmo. Es tal la desfachatez del acomodo de la Ley Mosaica, que no hay antecedente de iglesia evangélica que haya dejado de recolectar el diezmo, sabiendo que hay hasta un año de reposo descrito en Levítico 25:4, “Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña”.Si al alfolí se lleva lo que produce la tierra ¿Qué llevamos en el año en que la tierra descansa? Si somos cumplidores de la Antigua Ley, ¿por qué en el año séptimo no dejamos de diezmar?

Para quienes les gusta mezclar el antiguo y el nuevo Testamento, hay que citarles Santiago 2:10, “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos”.Simplemente si alguien en tiempos actuales quiere aplicar el antiguo testamento, debe circuncidarse, guardar el sábado, no comer sangre; dar el diezmo; no comer mariscos, o apedrear a las prostitutas y a todo el que viole la Ley Mosaica.
Hasta ahora, lo que podemos vislumbrar es hombres de poca fe que se preguntan a cada momento de qué vivirán. El “Dios proveerá” parece una premisa de cajón. El voto de pobreza frente a la cita bíblica, “el evangelista vivirá del evangelio”, en vez de generar la práctica sana de la espiritualidad, esboza más la masonería de sectas que solo se ayudan entre sí, fomentando una falsa riqueza de quienes consideran a los demás, “yugos desiguales”.
Quienes buscan legitimar el diezmo, suelen desconocer la cita de Hebreos 7:12, “Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya cambio en la Ley”. Igual se ignora Hebreos 7:14, “Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio”.

Finalmente, como reflexión, a los pastores que lideran las iglesias, pueden leer: Hebreos 10:26-27, “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios”.

Columnista
9 agosto, 2012

Mercaderes de la fe

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Ángel Castilla Camargo

Por: Miguel Ángel Castilla Camargo [email protected] Salmo 101:7, “No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos”. Entonces ¿Por qué se recauda diezmo en las iglesias? El dador alegre, que da según su corazón, tiene en la ofrenda, la primicia, la limosna, la […]


Por: Miguel Ángel Castilla Camargo

[email protected]
Salmo 101:7, “No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos”. Entonces ¿Por qué se recauda diezmo en las iglesias?
El dador alegre, que da según su corazón, tiene en la ofrenda, la primicia, la limosna, la compasión, el perdón y el amor, las mejores formas de agradar a Dios. Infortunadamente, la iglesia instaurada por Cristo, la que se lleva dentro, dista demasiado de las actuales edificaciones materiales que compiten entre si.
La idolatría por el dinero suele confundirse con la prédica de la prosperidad. Dios dice en Lucas 16:13, “Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Ser cristiano es utópico, y casi nadie llega a tal honor.
Los mercaderes de la fe, esos que adoctrinan, que cercenan libertades, y que someten, siempre comienzan en un garaje y al año ya tienen “iglesia de concreto”, y luego, templos ostentosos. Amén de los súper poderes que adquieren en virtud del ejercicio. Pero como todo debe suceder, como está escrito, así se expresa Dios en Mateo 24:24, “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”.

Valerse de una doctrina para perturbar, afectar o generar adicción o servidumbre es un delito. Incluso, el constreñimiento ha llevado a muchas personas al suicidio, lo cual típica un delito. Muchos se han arruinado, producto de la sugestión.

Es muy común que los pastores actuales tomen las citas bíblicas del antiguo testamento como Malaquías 3:10, Deuteronomio 14:22 y Levítico 27:30 para justificar el recaudo del diezmo. Es como sin un abogado nos llegase con la constitución de 1886.

En un país latifundista como Colombia, con todos los flagelos, es contradictorio que se aplique una forma vedada de impuesto, (Ley Mosaica, un sistema solo para Israel). El contexto bíblico encierra a un Estado agrícola, donde el uso de la tierra es genérico. Por ello el alfolí del entonces es la despensa donde se lleva una décima parte de la cosecha. Es aplicable al antiguo Israel y pertenece a la Ley Mosaica. Siempre que se habla en la Sagrada Escritura del diezmo es de darlo en especie, ya sea de fruta ó de animales. (Gen 4,3-7; Lev 27,30-32;) y no en dinero (Gen 47,13-18).

Pero la llegada de Jesús supone un cambio estructural. Hebreos 8:13, “Al decir nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer”.

Los Rabinos Judíos no cobran diezmos porque ellos saben que únicamente los Levitas – ni siquiera Jesús que pertenecía a la tribu de Judá- podían cobrar el diezmo, según la Ley Mosaica. En América, donde a nadie le cabria en la cabeza que existiese un descendiente biológico de Aarón, para tal menester, no han podido entender que después de la última cena, de la resurrección de Jesús y de la destrucción del Templo en el año 70 DC, no tiene lógica que una falsedad ideológica haga carrera.

Cada pastor parece tener la cita perfecta para justificar el Diezmo. Una de las más consultadas es Lucas 11:42,“Mas ¡ay de vosotros, fariseos!, porque pagáis el diezmo de la menta y la ruda y toda clase de hortaliza, y sin embargo pasáis por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo que debíais haber practicado sin descuidar lo otro”. Hay que aclarar que en ese momento el orden lo establece el Antiguo Testamento. Sobra recordar que Jesús vivió bajo la Ley Mosaica hasta la Última Cena.

Entonces porque se insiste en el diezmo. Es tal la desfachatez del acomodo de la Ley Mosaica, que no hay antecedente de iglesia evangélica que haya dejado de recolectar el diezmo, sabiendo que hay hasta un año de reposo descrito en Levítico 25:4, “Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña”.Si al alfolí se lleva lo que produce la tierra ¿Qué llevamos en el año en que la tierra descansa? Si somos cumplidores de la Antigua Ley, ¿por qué en el año séptimo no dejamos de diezmar?

Para quienes les gusta mezclar el antiguo y el nuevo Testamento, hay que citarles Santiago 2:10, “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos”.Simplemente si alguien en tiempos actuales quiere aplicar el antiguo testamento, debe circuncidarse, guardar el sábado, no comer sangre; dar el diezmo; no comer mariscos, o apedrear a las prostitutas y a todo el que viole la Ley Mosaica.
Hasta ahora, lo que podemos vislumbrar es hombres de poca fe que se preguntan a cada momento de qué vivirán. El “Dios proveerá” parece una premisa de cajón. El voto de pobreza frente a la cita bíblica, “el evangelista vivirá del evangelio”, en vez de generar la práctica sana de la espiritualidad, esboza más la masonería de sectas que solo se ayudan entre sí, fomentando una falsa riqueza de quienes consideran a los demás, “yugos desiguales”.
Quienes buscan legitimar el diezmo, suelen desconocer la cita de Hebreos 7:12, “Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya cambio en la Ley”. Igual se ignora Hebreos 7:14, “Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio”.

Finalmente, como reflexión, a los pastores que lideran las iglesias, pueden leer: Hebreos 10:26-27, “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios”.