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Editorial - 4 marzo, 2015

Los estragos de la brisa

La alerta roja enviada por el Instituto de Hidrología, meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, por los fuertes vientos que afectan a la costa Caribe también debe tenerse en cuenta en ciudades como Valledupar, que siente el coletazo de este fenómeno. Las fuertes ráfagas de viento alcanzan, según datos oficiales, los 80 kilómetros por hora, e […]

La alerta roja enviada por el Instituto de Hidrología, meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, por los fuertes vientos que afectan a la costa Caribe también debe tenerse en cuenta en ciudades como Valledupar, que siente el coletazo de este fenómeno.

Las fuertes ráfagas de viento alcanzan, según datos oficiales, los 80 kilómetros por hora, e impiden la navegación en varias zonas del mar Caribe, donde generan olas que alcanzan los cinco metros. Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Coveñas y Turbo están en alerta máxima.

Valledupar no ha sido la excepción, aunque no tengamos mar. En la ciudad la brisa no llega a velocidades tan fuertes, pero si está haciendo sus estragos. Los riesgos de incendios forestales se aumentan, porque una quema puede terminar en incendio de gran dimensión al ser expandido por el viento.
En los últimos tres días más de 35 hectáreas se han quemado y se teme que haya propagación en otras zonas. Infortunadamente una de las zonas afectadas fue una reserva forestal en el corregimiento de Aguas Blancas, donde por imprudencias de los moradores se originó el fuego.

Las instituciones que hacen parte de la Oficina de Gestión de Riesgos del Cesar y las similares en los municipios, deben estar atentas para prevenir y reaccionar frente a posibles incendios, que no siempre son causados por efectos climáticos, sino por la irresponsabilidad de las personas que a sabiendas de que estamos en época de verano hacen quemas en los cerros. En Badillo, Aguas Blancas y el cerro de Cicolac ya se han registrado quemas, que afortunadamente han sido atendidas por hombres del Cuerpo de Bomberos de Valledupar.

En estos días no hay que bajar la guardia. La brisa sigue, mientras pasa el fenómeno de fortalecimiento del Sistema de Alta Presión en el Atlántico, que da lugar a las altas velocidades del viento.
En la capital del Cesar hay que estar atentos con las ramas de árboles viejos que pueden ocasionar accidentes, especialmente los que están en los bulevares de avenidas transitadas, como la 44, donde los árboles representan un peligro para los conductores y transeúntes. Cualquier brisa los puede tumbar. Lo mismo que las débiles redes del sistema de energía.

Editorial
4 marzo, 2015

Los estragos de la brisa

La alerta roja enviada por el Instituto de Hidrología, meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, por los fuertes vientos que afectan a la costa Caribe también debe tenerse en cuenta en ciudades como Valledupar, que siente el coletazo de este fenómeno. Las fuertes ráfagas de viento alcanzan, según datos oficiales, los 80 kilómetros por hora, e […]


La alerta roja enviada por el Instituto de Hidrología, meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, por los fuertes vientos que afectan a la costa Caribe también debe tenerse en cuenta en ciudades como Valledupar, que siente el coletazo de este fenómeno.

Las fuertes ráfagas de viento alcanzan, según datos oficiales, los 80 kilómetros por hora, e impiden la navegación en varias zonas del mar Caribe, donde generan olas que alcanzan los cinco metros. Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Coveñas y Turbo están en alerta máxima.

Valledupar no ha sido la excepción, aunque no tengamos mar. En la ciudad la brisa no llega a velocidades tan fuertes, pero si está haciendo sus estragos. Los riesgos de incendios forestales se aumentan, porque una quema puede terminar en incendio de gran dimensión al ser expandido por el viento.
En los últimos tres días más de 35 hectáreas se han quemado y se teme que haya propagación en otras zonas. Infortunadamente una de las zonas afectadas fue una reserva forestal en el corregimiento de Aguas Blancas, donde por imprudencias de los moradores se originó el fuego.

Las instituciones que hacen parte de la Oficina de Gestión de Riesgos del Cesar y las similares en los municipios, deben estar atentas para prevenir y reaccionar frente a posibles incendios, que no siempre son causados por efectos climáticos, sino por la irresponsabilidad de las personas que a sabiendas de que estamos en época de verano hacen quemas en los cerros. En Badillo, Aguas Blancas y el cerro de Cicolac ya se han registrado quemas, que afortunadamente han sido atendidas por hombres del Cuerpo de Bomberos de Valledupar.

En estos días no hay que bajar la guardia. La brisa sigue, mientras pasa el fenómeno de fortalecimiento del Sistema de Alta Presión en el Atlántico, que da lugar a las altas velocidades del viento.
En la capital del Cesar hay que estar atentos con las ramas de árboles viejos que pueden ocasionar accidentes, especialmente los que están en los bulevares de avenidas transitadas, como la 44, donde los árboles representan un peligro para los conductores y transeúntes. Cualquier brisa los puede tumbar. Lo mismo que las débiles redes del sistema de energía.