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Columnista - 9 noviembre, 2014

La voz del pueblo

En las encuestas reveladas esta semana por Datexco y Gallup, hay varios indicadores de gestión y de imagen institucional muy preocupantes que merecen una profunda revisión por parte del Gobierno Nacional y demás instituciones del poder público. En el caso particular del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, no hay nada que revisar. Si mal no […]

En las encuestas reveladas esta semana por Datexco y Gallup, hay varios indicadores de gestión y de imagen institucional muy preocupantes que merecen una profunda revisión por parte del Gobierno Nacional y demás instituciones del poder público.

En el caso particular del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, no hay nada que revisar. Si mal no recuerdo, en nuestra época de estudiante, si la nota era menor de 3.0 sobre un puntaje de 5.0, se perdía la materia. Y si perdíamos tres materias, colgábamos el año. En las encuestas en mención, el alcalde Petro, no solo perdió el año, sino su carrera política. El 71% de los bogotanos opinan que la ciudad va por muy mal camino, el 69% desaprueba su labor y su imagen negativa llega al 63%. Más rajado no podría estar. Con esta pésima calificación, el único camino digno que le queda es la renuncia.

Referente a la evaluación de la gestión del presidente Santos, se observa que hay un corto circuito en la manera como el gobierno está informando sus logros o los recursos de inversión no están siendo invertidos eficientemente. Para nadie es un secreto que nuestra economía goza de la mejor salud, sin embargo solo el 29% de los colombianos lo cree así. En el manejo de la política de lucha contra el desempleo, el 50% de los encuestados opina que este ha empeorado, sin embargo las cifras del Dane muestran que tenemos la tasa de desempleo más baja en los últimos 14 años, (el índice de desempleo a septiembre fue del 8.4%). Y así sucede con las calificaciones en materia de educación, apoyo al campo e infraestructura, para citar algunos casos.

Donde sí debe preocuparse el gobierno es con los temas de inseguridad y el proceso de paz. El 71% de los colombianos desaprueba el manejo que el presidente Santos le está dando al tema de la seguridad nacional y respecto a las negociaciones en La Habana, el 56% de los colombianos es incrédulo de la firma de un proceso de paz porque no les cree a las Farc. En ese sentido, es preferible
congelar las negociaciones hasta tanto se realice una consulta popular para que sean los colombianos los que decidan a través de las urnas si están o no de acuerdo con una salida negociada del conflicto y en que condiciones debe pactarse. Ello le ahorraría tiempo, recursos y desgate político al presidente Santos.

En cuanto a la percepción que tienen los colombianos de sus instituciones, salvo la Contraloría General de la República, las demás tienen una imagen negativa mayor a la positiva. El Congreso de la República sigue liderando el desprestigio en el país, con una imagen negativa del 69%. Le siguen en su orden la Corte Suprema de Justicia, La Fiscalía, La Procuraduría, Corte Constitucional y el Consejo de Estado. Delicado el asunto.
Contrario a lo anterior, las encuestas revelan que la mayoría de los colombianos tienen una percepción muy favorable (por encima del 79%) de nuestro Ejército Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional.

Ahí tienen pues, las opiniones y el sentir del pueblo. Y como decía Alcunio, un monje anglosajón “La voz del pueblo, es la voz de Dios”

@indadangond

Columnista
9 noviembre, 2014

La voz del pueblo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Indalecio Dangond Baquero

En las encuestas reveladas esta semana por Datexco y Gallup, hay varios indicadores de gestión y de imagen institucional muy preocupantes que merecen una profunda revisión por parte del Gobierno Nacional y demás instituciones del poder público. En el caso particular del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, no hay nada que revisar. Si mal no […]


En las encuestas reveladas esta semana por Datexco y Gallup, hay varios indicadores de gestión y de imagen institucional muy preocupantes que merecen una profunda revisión por parte del Gobierno Nacional y demás instituciones del poder público.

En el caso particular del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, no hay nada que revisar. Si mal no recuerdo, en nuestra época de estudiante, si la nota era menor de 3.0 sobre un puntaje de 5.0, se perdía la materia. Y si perdíamos tres materias, colgábamos el año. En las encuestas en mención, el alcalde Petro, no solo perdió el año, sino su carrera política. El 71% de los bogotanos opinan que la ciudad va por muy mal camino, el 69% desaprueba su labor y su imagen negativa llega al 63%. Más rajado no podría estar. Con esta pésima calificación, el único camino digno que le queda es la renuncia.

Referente a la evaluación de la gestión del presidente Santos, se observa que hay un corto circuito en la manera como el gobierno está informando sus logros o los recursos de inversión no están siendo invertidos eficientemente. Para nadie es un secreto que nuestra economía goza de la mejor salud, sin embargo solo el 29% de los colombianos lo cree así. En el manejo de la política de lucha contra el desempleo, el 50% de los encuestados opina que este ha empeorado, sin embargo las cifras del Dane muestran que tenemos la tasa de desempleo más baja en los últimos 14 años, (el índice de desempleo a septiembre fue del 8.4%). Y así sucede con las calificaciones en materia de educación, apoyo al campo e infraestructura, para citar algunos casos.

Donde sí debe preocuparse el gobierno es con los temas de inseguridad y el proceso de paz. El 71% de los colombianos desaprueba el manejo que el presidente Santos le está dando al tema de la seguridad nacional y respecto a las negociaciones en La Habana, el 56% de los colombianos es incrédulo de la firma de un proceso de paz porque no les cree a las Farc. En ese sentido, es preferible
congelar las negociaciones hasta tanto se realice una consulta popular para que sean los colombianos los que decidan a través de las urnas si están o no de acuerdo con una salida negociada del conflicto y en que condiciones debe pactarse. Ello le ahorraría tiempo, recursos y desgate político al presidente Santos.

En cuanto a la percepción que tienen los colombianos de sus instituciones, salvo la Contraloría General de la República, las demás tienen una imagen negativa mayor a la positiva. El Congreso de la República sigue liderando el desprestigio en el país, con una imagen negativa del 69%. Le siguen en su orden la Corte Suprema de Justicia, La Fiscalía, La Procuraduría, Corte Constitucional y el Consejo de Estado. Delicado el asunto.
Contrario a lo anterior, las encuestas revelan que la mayoría de los colombianos tienen una percepción muy favorable (por encima del 79%) de nuestro Ejército Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional.

Ahí tienen pues, las opiniones y el sentir del pueblo. Y como decía Alcunio, un monje anglosajón “La voz del pueblo, es la voz de Dios”

@indadangond