Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 1 noviembre, 2014

La ruta del chocolate

Desde épocas remotas lo habitantes de Mesoamérica prehispánica: Olmecas, Toltecas, Aztecas, Mayas e Incas; fueron los primeros en disfrutar de las delicias del chocolate, se han descubierto hallazgos arqueológicos, vasijas con restos de bebidas a base de cacao con más de 3.750 años de antigüedad, el emperador Azteca Moctezuma es quizás el mayor “promotor” de […]

Desde épocas remotas lo habitantes de Mesoamérica prehispánica: Olmecas, Toltecas, Aztecas, Mayas e Incas; fueron los primeros en disfrutar de las delicias del chocolate, se han descubierto hallazgos arqueológicos, vasijas con restos de bebidas a base de cacao con más de 3.750 años de antigüedad, el emperador Azteca Moctezuma es quizás el mayor “promotor” de la antigüedad de la ingesta de este poderoso alimento, y según cuenta la leyenda, consumía hasta 50 jarras diarias y en ese entonces la bebida era preparada con cacao, maíz molido, pimienta, miel, guindilla, achiote y otras especias, el Jerarca la tomaba especialmente antes de visitar a sus esposas, vigorizándose para sus faenas amorosas, lo cual no tiene nada de extraño, dado el poder energizante del cacao. Pero no fue sino algún tiempo después, cuando unas monjas de Oaxaca, descubrieron que mezclándolo con azúcar y canela, el resultado era realmente exquisito. El chocolate es sin duda uno de los grandes aportes gastronómicos de américa, al viejo mundo y por eso es apetecido por las cocinas más glamorosas y sofisticadas, especialmente en la pastelería francesa, indudablemente, solido o liquido es delicioso, una buena taza de chocolate caliente, con pan, croissant o arepa es algo supremamente placentero y es raro quien no lo disfrute, un caja de chocolates es un detalle de gran coquetería y puede ayudarnos a cautivar a la mujer que amamos, un “fondue” del mismo, para bañar fresas, cerezas, banano o cualquier fruta, es algo exótico y elegante para un buen “brunch” compartiendo con amigos, un bocado de chocolate con trufas es para paladar de reyes, y para nadie es secreto el poder afrodisiaco, antidepresivo y antioxidante y saludable para las arterias que nos brinda el chocolate. Me considero un fan del chocolate, por no decir adicto, y precisamente toco este tema hoy, porque hace pocos días y gracias a mi amigo y colega Luis Mendoza Sierra, tuve el placer de conocer a Magdalene Trapp, una practicante Alemana, estudiante de B.S.C Ecosystem Management (Manejo de Ecosistemas) de Georg-August Universität Gottingen y quien vino desde su país, con el único propósito de conocer el cacao y sus cultivos, pues en Europa es muy poco lo que se sabe de la materia prima del chocolate, un producto muy apetecido alla y fabricado con unos altos estándares de calidad, la chocolatería Suiza, Belga, inglesa y Alemana, son famosos a nivel mundial, como amante del chocolate he probado varias marcas nacionales y extranjeras, y sin duda alguna, son muy superiores a los que aquí fabricamos, incluso mejores que el brasilero, nación potencia en industria cacaotera, algo contradictorio, porque los sudamericanos, siendo productores deberíamos ser líderes en fabricación chocolatera, lo cierto es que me sorprendió la “audacia” de esta bella muchachita, rubia y de ojos verdes, de venirse hasta estos remotos parajes de Dios y meterse en las montañas, a aprender sobre el cultivo del Cacao. Mendoza Sierra, Gerente del Instituto para el desarrollo del Cesar- Idecesar, (ente que se ha vuelto célebre bajo su gestión) le ha prestado toda la colaboración y asesoría posible a la practicante, al igual que El Secretario de Agricultura Wilson Solano y el cacaotero Iván Hinojosa, quienes por sugerencia de Mendoza buscan además que la investigación de la estudiante no solo sirva para sus prácticas, sino que algo pueda aportarle al Cesar dicha investigación, tengo la corazonada de que esta alianza pueda dar buenos frutos, Mendoza y Solano son funcionarios supremamente capaces e inquietos, y sé que algo lograrán en beneficio de la región con este trabajo.

Columnista
1 noviembre, 2014

La ruta del chocolate

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Desde épocas remotas lo habitantes de Mesoamérica prehispánica: Olmecas, Toltecas, Aztecas, Mayas e Incas; fueron los primeros en disfrutar de las delicias del chocolate, se han descubierto hallazgos arqueológicos, vasijas con restos de bebidas a base de cacao con más de 3.750 años de antigüedad, el emperador Azteca Moctezuma es quizás el mayor “promotor” de […]


Desde épocas remotas lo habitantes de Mesoamérica prehispánica: Olmecas, Toltecas, Aztecas, Mayas e Incas; fueron los primeros en disfrutar de las delicias del chocolate, se han descubierto hallazgos arqueológicos, vasijas con restos de bebidas a base de cacao con más de 3.750 años de antigüedad, el emperador Azteca Moctezuma es quizás el mayor “promotor” de la antigüedad de la ingesta de este poderoso alimento, y según cuenta la leyenda, consumía hasta 50 jarras diarias y en ese entonces la bebida era preparada con cacao, maíz molido, pimienta, miel, guindilla, achiote y otras especias, el Jerarca la tomaba especialmente antes de visitar a sus esposas, vigorizándose para sus faenas amorosas, lo cual no tiene nada de extraño, dado el poder energizante del cacao. Pero no fue sino algún tiempo después, cuando unas monjas de Oaxaca, descubrieron que mezclándolo con azúcar y canela, el resultado era realmente exquisito. El chocolate es sin duda uno de los grandes aportes gastronómicos de américa, al viejo mundo y por eso es apetecido por las cocinas más glamorosas y sofisticadas, especialmente en la pastelería francesa, indudablemente, solido o liquido es delicioso, una buena taza de chocolate caliente, con pan, croissant o arepa es algo supremamente placentero y es raro quien no lo disfrute, un caja de chocolates es un detalle de gran coquetería y puede ayudarnos a cautivar a la mujer que amamos, un “fondue” del mismo, para bañar fresas, cerezas, banano o cualquier fruta, es algo exótico y elegante para un buen “brunch” compartiendo con amigos, un bocado de chocolate con trufas es para paladar de reyes, y para nadie es secreto el poder afrodisiaco, antidepresivo y antioxidante y saludable para las arterias que nos brinda el chocolate. Me considero un fan del chocolate, por no decir adicto, y precisamente toco este tema hoy, porque hace pocos días y gracias a mi amigo y colega Luis Mendoza Sierra, tuve el placer de conocer a Magdalene Trapp, una practicante Alemana, estudiante de B.S.C Ecosystem Management (Manejo de Ecosistemas) de Georg-August Universität Gottingen y quien vino desde su país, con el único propósito de conocer el cacao y sus cultivos, pues en Europa es muy poco lo que se sabe de la materia prima del chocolate, un producto muy apetecido alla y fabricado con unos altos estándares de calidad, la chocolatería Suiza, Belga, inglesa y Alemana, son famosos a nivel mundial, como amante del chocolate he probado varias marcas nacionales y extranjeras, y sin duda alguna, son muy superiores a los que aquí fabricamos, incluso mejores que el brasilero, nación potencia en industria cacaotera, algo contradictorio, porque los sudamericanos, siendo productores deberíamos ser líderes en fabricación chocolatera, lo cierto es que me sorprendió la “audacia” de esta bella muchachita, rubia y de ojos verdes, de venirse hasta estos remotos parajes de Dios y meterse en las montañas, a aprender sobre el cultivo del Cacao. Mendoza Sierra, Gerente del Instituto para el desarrollo del Cesar- Idecesar, (ente que se ha vuelto célebre bajo su gestión) le ha prestado toda la colaboración y asesoría posible a la practicante, al igual que El Secretario de Agricultura Wilson Solano y el cacaotero Iván Hinojosa, quienes por sugerencia de Mendoza buscan además que la investigación de la estudiante no solo sirva para sus prácticas, sino que algo pueda aportarle al Cesar dicha investigación, tengo la corazonada de que esta alianza pueda dar buenos frutos, Mendoza y Solano son funcionarios supremamente capaces e inquietos, y sé que algo lograrán en beneficio de la región con este trabajo.