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Cultura - 20 octubre, 2014

La RAE día con americanismos y las redes sociales

Las formas de expresión han sido influenciadas por las tecnologías, tanto así que la Real Academia de la Lengua Española ha introducido términos que anteriormente eran exclusivos de redes sociales.

Es indudable que las nuevas tecnologías han incidido de manera notoria en los cambios de las formas de expresión, al introducir no sólo nuevos términos, sino formas de comunicación que irrumpen arrasando con el severo cuidado que tenía la Real Academia de la Lengua. Es tan avasallador el lenguaje de las redes sociales, de los medios y en muchas ocasiones el uso de éstos por la familia, niños y jóvenes que han visto la necesidad de adoptar estos nuevos términos, expresiones, jerga, que a unos nos parece inauditas: nuevos modos de expresión que no enriquecen ni dan belleza al lenguaje, lo degradan. Van desde modificaciones en la expresión oral, nuevos modos de expresión lingüística, caracterizado por una proverbial pobreza, fenómeno que sucede no sólo en América Latina, sino que incide en otros idiomas.
La dificultad es que estos cambios son casi inevitables en la era de los medios digitales. Habría que adoptar estrategias para que su uso no sea el lenguaje cotidiano, tarea nada fácil por la avasalladora influencia de la tecnología en el empobrecimiento del léxico y por ende de la cultura.
Influencia que preocupa. Es así como a menudo escuchamos la latinización de palabra inglesas: googlear, leggins, siempre se reemplas por “100pre”. Los nuevos hijos del idioma al decir de algunos.

La Real Academia de la Lengua ha aceptado esta realidad que las Academias puedes hacer muy pocas cosas ante “un modelo de lengua que se populariza inmediatamente, pero las academias tardarían siglos”, expresó José Manuel Blecua Director de la R.A.E .

De las adoptadas están: bótox, cameo, dron,pilates, impasse, feminicidio, multiculturalidad y precuela. También estarán mileurista (utilizada solo en España), tuit, tuitear, tuitero y red social.
En fútbol, el taquito es ese “golpe que se da al balón con el talón”, y en el béisbol, un pícher es un lanzador. El réferi (o referí) es sinónimo de árbitro en Latinoamérica.

Un bíper es, tortuguismo. De Estados Unidos procede la acepción de billón equivalente a mil millones. El verbo conflictuar lo conjugan quienes provocan “un conflicto en algo o en alguien”, y propagandear.

El que se encarga del vestuario de los actores en cine, teatro o televisión es un vestuarista; mientras que en México y Centroamérica a la cremallera también le dicen zíper, clara adaptación del inglés ‘zipper’.

“La degradación del lenguaje no es por supuesto neutra. Afecta los vínculos entre las personas, reduce el patrimonio cultural de la sociedad y pone a las sociedades afectadas en una situación de inferioridad respecto de otras sociedades porque el lenguaje degradado no permite contextualizar. Una sociedad que no puede hacer esto tiene dificultades para el desarrollo de la ciencia, la tecnología, las artes, etcétera”. Manifiesta Adriana Puiggross docente argentina.

 

Giomar Lucía Guerra Bonilla

Cultura
20 octubre, 2014

La RAE día con americanismos y las redes sociales

Las formas de expresión han sido influenciadas por las tecnologías, tanto así que la Real Academia de la Lengua Española ha introducido términos que anteriormente eran exclusivos de redes sociales.


Es indudable que las nuevas tecnologías han incidido de manera notoria en los cambios de las formas de expresión, al introducir no sólo nuevos términos, sino formas de comunicación que irrumpen arrasando con el severo cuidado que tenía la Real Academia de la Lengua. Es tan avasallador el lenguaje de las redes sociales, de los medios y en muchas ocasiones el uso de éstos por la familia, niños y jóvenes que han visto la necesidad de adoptar estos nuevos términos, expresiones, jerga, que a unos nos parece inauditas: nuevos modos de expresión que no enriquecen ni dan belleza al lenguaje, lo degradan. Van desde modificaciones en la expresión oral, nuevos modos de expresión lingüística, caracterizado por una proverbial pobreza, fenómeno que sucede no sólo en América Latina, sino que incide en otros idiomas.
La dificultad es que estos cambios son casi inevitables en la era de los medios digitales. Habría que adoptar estrategias para que su uso no sea el lenguaje cotidiano, tarea nada fácil por la avasalladora influencia de la tecnología en el empobrecimiento del léxico y por ende de la cultura.
Influencia que preocupa. Es así como a menudo escuchamos la latinización de palabra inglesas: googlear, leggins, siempre se reemplas por “100pre”. Los nuevos hijos del idioma al decir de algunos.

La Real Academia de la Lengua ha aceptado esta realidad que las Academias puedes hacer muy pocas cosas ante “un modelo de lengua que se populariza inmediatamente, pero las academias tardarían siglos”, expresó José Manuel Blecua Director de la R.A.E .

De las adoptadas están: bótox, cameo, dron,pilates, impasse, feminicidio, multiculturalidad y precuela. También estarán mileurista (utilizada solo en España), tuit, tuitear, tuitero y red social.
En fútbol, el taquito es ese “golpe que se da al balón con el talón”, y en el béisbol, un pícher es un lanzador. El réferi (o referí) es sinónimo de árbitro en Latinoamérica.

Un bíper es, tortuguismo. De Estados Unidos procede la acepción de billón equivalente a mil millones. El verbo conflictuar lo conjugan quienes provocan “un conflicto en algo o en alguien”, y propagandear.

El que se encarga del vestuario de los actores en cine, teatro o televisión es un vestuarista; mientras que en México y Centroamérica a la cremallera también le dicen zíper, clara adaptación del inglés ‘zipper’.

“La degradación del lenguaje no es por supuesto neutra. Afecta los vínculos entre las personas, reduce el patrimonio cultural de la sociedad y pone a las sociedades afectadas en una situación de inferioridad respecto de otras sociedades porque el lenguaje degradado no permite contextualizar. Una sociedad que no puede hacer esto tiene dificultades para el desarrollo de la ciencia, la tecnología, las artes, etcétera”. Manifiesta Adriana Puiggross docente argentina.

 

Giomar Lucía Guerra Bonilla