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Columnista - 5 marzo, 2015

La producción menos sostenida de alimentos

Uno de los aspectos más preocupantes de la situación actual se encuentra en los patrones de producción de alimentos, los cuales están afectando cada vez más los sistemas naturales y utilizando cantidades cada vez mayores de insumos externos y distantes. Por ejemplo: se está llegando al límite de los rendimientos sostenibles de la pesca marina; […]

Uno de los aspectos más preocupantes de la situación actual se encuentra en los patrones de producción de alimentos, los cuales están afectando cada vez más los sistemas naturales y utilizando cantidades cada vez mayores de insumos externos y distantes. Por ejemplo: se está llegando al límite de los rendimientos sostenibles de la pesca marina; es decir, de la producción de alimentos provenientes de los océanos. Una expresión de lo anterior es que con excepción de las dos principales regiones del océanos Indico, la captura de peces marinos ha decrecido en todos los océanos del planeta, esto es, en 13 de la 15 principales regiones pesquera del mundo.

Un segundo fenómeno se refiere al agotamiento de los mantos acuíferos, es decir, del agua utilizada para una agricultura de riego. En numerosos países la extracción de agua del subsuelo ha superado ya, o está por hacerlo, la capacidad de recarga de los mantos acuíferos. Este fenómeno no solo provoca el agotamiento de las fuentes hidráulicas sino que en muchos casos obliga a utilizar agua con altos contenidos de sal o de contaminantes. A nivel mundial el problema es grave y preocupante. Entre los países con problemas de sobreexplotación hidráulica se encuentra Egipto (y otros países del norte de África), China (en su porción norte), India, Tailandia, Estados Unidos (California) y México.

Finalmente, la capacidad fisiológica de las plantas para convertir los fertilizantes químicos en mayores rendimientos (de granos o de partes vegetativas) está llegando a sus límites.

En el nivel mundial el uso de fertilizantes químicos se elevó a 10 veces entre 1950 y 1989. A partir de este último año, la cantidad de fertilizantes químicos per cápita comenzó a declinar, y hay evidencias que muestran que por ejemplo en la agricultura norteamericana los rendimientos de los principales cultivos (trigo, maíz, arroz, soya) se ha mantenido estables e incluso han descendido a pesar de que ha habido un incremento notable de los fertilizantes químicos.

Todo lo anterior indica que la alternativa agroquímica como vía para incrementar los volúmenes de alimentos ha llegado a su fin. En tal sentido se hace necesario buscar alternativas naturales y orgánicas que contribuyan a actuar armónicamente con la naturaleza (suelo) y tiene que ser ya porque la realidad es que la población humana se incrementa cada año en 80 millones de seres y sobre todo dentro de una economía en expansión del despilfarro y de la injusticia ya que el 20 % más rico en el mundo consume un 80 % de lo que se produce.

Columnista
5 marzo, 2015

La producción menos sostenida de alimentos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Uno de los aspectos más preocupantes de la situación actual se encuentra en los patrones de producción de alimentos, los cuales están afectando cada vez más los sistemas naturales y utilizando cantidades cada vez mayores de insumos externos y distantes. Por ejemplo: se está llegando al límite de los rendimientos sostenibles de la pesca marina; […]


Uno de los aspectos más preocupantes de la situación actual se encuentra en los patrones de producción de alimentos, los cuales están afectando cada vez más los sistemas naturales y utilizando cantidades cada vez mayores de insumos externos y distantes. Por ejemplo: se está llegando al límite de los rendimientos sostenibles de la pesca marina; es decir, de la producción de alimentos provenientes de los océanos. Una expresión de lo anterior es que con excepción de las dos principales regiones del océanos Indico, la captura de peces marinos ha decrecido en todos los océanos del planeta, esto es, en 13 de la 15 principales regiones pesquera del mundo.

Un segundo fenómeno se refiere al agotamiento de los mantos acuíferos, es decir, del agua utilizada para una agricultura de riego. En numerosos países la extracción de agua del subsuelo ha superado ya, o está por hacerlo, la capacidad de recarga de los mantos acuíferos. Este fenómeno no solo provoca el agotamiento de las fuentes hidráulicas sino que en muchos casos obliga a utilizar agua con altos contenidos de sal o de contaminantes. A nivel mundial el problema es grave y preocupante. Entre los países con problemas de sobreexplotación hidráulica se encuentra Egipto (y otros países del norte de África), China (en su porción norte), India, Tailandia, Estados Unidos (California) y México.

Finalmente, la capacidad fisiológica de las plantas para convertir los fertilizantes químicos en mayores rendimientos (de granos o de partes vegetativas) está llegando a sus límites.

En el nivel mundial el uso de fertilizantes químicos se elevó a 10 veces entre 1950 y 1989. A partir de este último año, la cantidad de fertilizantes químicos per cápita comenzó a declinar, y hay evidencias que muestran que por ejemplo en la agricultura norteamericana los rendimientos de los principales cultivos (trigo, maíz, arroz, soya) se ha mantenido estables e incluso han descendido a pesar de que ha habido un incremento notable de los fertilizantes químicos.

Todo lo anterior indica que la alternativa agroquímica como vía para incrementar los volúmenes de alimentos ha llegado a su fin. En tal sentido se hace necesario buscar alternativas naturales y orgánicas que contribuyan a actuar armónicamente con la naturaleza (suelo) y tiene que ser ya porque la realidad es que la población humana se incrementa cada año en 80 millones de seres y sobre todo dentro de una economía en expansión del despilfarro y de la injusticia ya que el 20 % más rico en el mundo consume un 80 % de lo que se produce.