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Columnista - 14 enero, 2015

La historia ambiental, otra historia

Después de presentar a través de nuestros escritos la cronología política social del cambio ambiental global, nos parece pertinente plantear desde la perspectiva más reciente, algunas de las principales corrientes de su análisis histórico. Los trabajos destinados a la elaboración de una historia ambiental o ecológica de la Tierra y la humanidad son, evidentemente, tan […]

Después de presentar a través de nuestros escritos la cronología política social del cambio ambiental global, nos parece pertinente plantear desde la perspectiva más reciente, algunas de las principales corrientes de su análisis histórico. Los trabajos destinados a la elaboración de una historia ambiental o ecológica de la Tierra y la humanidad son, evidentemente, tan modernos como el propio ambientalismo.

Una de las primeras obras que romperían las formulaciones clásicas del historicismo, proponiendo metodologías especificas, fue el trabajo Environmental History (historia ambiental), coordinado por Kendall E. Bailes (1985). En él se plantea la dificultad metodológica y la imposibilidad de separar el análisis de los problemas ambientales y de gestión de la sociedad y sus instituciones. Según esta propuesta los sistemas naturales expresarían una parte importante de la forma de ser de la sociedad y las instituciones.

Poco tiempo después Alberto Cariacciolo plantío, el ambiente como historia (1988), como vía especifica de interpretación de la realidad social y ambiental. Este autor consideraba el tiempo histórico y el tiempo ecológico como una misma unidad en un proceso de entropía acelerada. A pesar, de la diferencia entre el tiempo geológico y biológico y el tiempo histórico, actualmente todos convergirían a una velocidad sin precedentes, inducida por vía exógena (por la intervención humana), hacia la mutación ambiental. En esta misma dirección R. Margalef añade que la aceleración de los procesos reduce la capacidad de acción correctiva del propio medio.

Cariacciolo advierte que la historia ambiental debe existir, aunque sea polémicamente fuera de la historia general o la economía, dada la premisa antropocéntrica de éstas, punta de lanza de la gran tradición humanística – historicista. Gran parte de la civilización occidental, ha colocado con fuerza la especie humana en el centro del universo, no como un modesto homínido que forma parte de las biocenosis (asociación equilibrada de seres vivos en un mismo biótopo) sino como la principal obra de la creación, siempre ganadora y dominadora del mundo, observadora y actriz única.

No obstante, según dice Ruffolol, un “terrible siglo XX”, portador de peligro existencial, desmiente las arcaicas presunciones y sumerge a la especie humana en el gran y complejo magma de un medio ambiente en tensión.

La historia de los seres humanos es la de los ecosistemas. Sin analizar y trabajar los principios de la ecología y profundizar en la teoría de los ecosistemas, la investigación histórica avanzará coja y en una sola dirección.

La ofensiva racionalista al final del Antiguo Régimen hará tambalear la supremacía del hombre sobre la naturaleza, que durante siglos había constituido la base teológico – científica de las relaciones de la especie humana con el entorno. La cronología de la denominada “invención del medio ambiente” abarcaría desde el decenio de 1950 hasta nuestros días.

Nota: De acuerdo con los últimos registros del calentamiento global se anota que el año 2014 se lleva el record como año más caliente desde que se tienen los registros de 1860.

Columnista
14 enero, 2015

La historia ambiental, otra historia

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Después de presentar a través de nuestros escritos la cronología política social del cambio ambiental global, nos parece pertinente plantear desde la perspectiva más reciente, algunas de las principales corrientes de su análisis histórico. Los trabajos destinados a la elaboración de una historia ambiental o ecológica de la Tierra y la humanidad son, evidentemente, tan […]


Después de presentar a través de nuestros escritos la cronología política social del cambio ambiental global, nos parece pertinente plantear desde la perspectiva más reciente, algunas de las principales corrientes de su análisis histórico. Los trabajos destinados a la elaboración de una historia ambiental o ecológica de la Tierra y la humanidad son, evidentemente, tan modernos como el propio ambientalismo.

Una de las primeras obras que romperían las formulaciones clásicas del historicismo, proponiendo metodologías especificas, fue el trabajo Environmental History (historia ambiental), coordinado por Kendall E. Bailes (1985). En él se plantea la dificultad metodológica y la imposibilidad de separar el análisis de los problemas ambientales y de gestión de la sociedad y sus instituciones. Según esta propuesta los sistemas naturales expresarían una parte importante de la forma de ser de la sociedad y las instituciones.

Poco tiempo después Alberto Cariacciolo plantío, el ambiente como historia (1988), como vía especifica de interpretación de la realidad social y ambiental. Este autor consideraba el tiempo histórico y el tiempo ecológico como una misma unidad en un proceso de entropía acelerada. A pesar, de la diferencia entre el tiempo geológico y biológico y el tiempo histórico, actualmente todos convergirían a una velocidad sin precedentes, inducida por vía exógena (por la intervención humana), hacia la mutación ambiental. En esta misma dirección R. Margalef añade que la aceleración de los procesos reduce la capacidad de acción correctiva del propio medio.

Cariacciolo advierte que la historia ambiental debe existir, aunque sea polémicamente fuera de la historia general o la economía, dada la premisa antropocéntrica de éstas, punta de lanza de la gran tradición humanística – historicista. Gran parte de la civilización occidental, ha colocado con fuerza la especie humana en el centro del universo, no como un modesto homínido que forma parte de las biocenosis (asociación equilibrada de seres vivos en un mismo biótopo) sino como la principal obra de la creación, siempre ganadora y dominadora del mundo, observadora y actriz única.

No obstante, según dice Ruffolol, un “terrible siglo XX”, portador de peligro existencial, desmiente las arcaicas presunciones y sumerge a la especie humana en el gran y complejo magma de un medio ambiente en tensión.

La historia de los seres humanos es la de los ecosistemas. Sin analizar y trabajar los principios de la ecología y profundizar en la teoría de los ecosistemas, la investigación histórica avanzará coja y en una sola dirección.

La ofensiva racionalista al final del Antiguo Régimen hará tambalear la supremacía del hombre sobre la naturaleza, que durante siglos había constituido la base teológico – científica de las relaciones de la especie humana con el entorno. La cronología de la denominada “invención del medio ambiente” abarcaría desde el decenio de 1950 hasta nuestros días.

Nota: De acuerdo con los últimos registros del calentamiento global se anota que el año 2014 se lleva el record como año más caliente desde que se tienen los registros de 1860.