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Judicial - 25 junio, 2014

Inseguridad no cesa en Valledupar

De los indicadores colectivos más sensibles que describen el clima social en que discurre la vida urbana es la seguridad en las ciudades.

Inseguridad no cesa en Valledupar.
Inseguridad no cesa en Valledupar.

De los indicadores colectivos más sensibles que describen el clima social en que discurre la vida urbana es la seguridad en las ciudades. La medición y percepción ciudadana que padecen centros poblados, generan distinta respuesta de autoridades civiles y policivas que reaccionanante la presión ciudadana, colocan manto de duda sobre la veracidad de índices o realidad que se padece. El argumento esgrimido por funcionarios públicos es anuncios de incremento de asignaciones presupuestales para mitigar el flagelo, o solicitando mayor denuncia y colaboración ciudadana, en el caso de autoridades policivas.
Empero, tanto unos como otros, en cumplimiento de su responsabilidad funcional, no diseñan políticas públicas novedosas que realmente incidan en atenuar los incidentes de violencia.
La Administración Municipal, en defensa de su gestión, anuncia incremento en inversión pública: aumento del 100% de cuadrantes de policía de 14 a 28; inversión en dotación de medios tecnológicos y de movilidad para “combatir” el crimen; divulgan el programa “vamos por ellos”, buscando con esto generar confianza y bajar la temperatura del clima social.
Las autoridades policivas, si bien es cierto tienen razón en señalar el bajo nivel de participación ciudadana en la denuncia de incidentes de violencia, no es menos cierto que la percepción de efectividad en el control realizado, es negativo en el colectivo social. No se indaga porqué la comunidad no tiene confianza en las autoridades de seguridad. Sin embargo, se solicita mas pie de fuerza disponible para combatir el crimen y lo que sorprende es, que de acuerdo a estudio de Naciones Unidad, Colombia destina 35 policías por cada 10.000 habitantes, mientras el parámetro internacional sugiere la ONU es de 221.

En relación con este índice, con frecuencia se citan recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas en el sentido que el nivel mínimo del mismo no debe ser inferior a 22 policías por 10 mil habitantes. No obstante las visibles variaciones de este índice entre países sugieren que esta recomendación, a pesar de su valor informativo, no resulta de mayor utilidad para definir la cantidad “ideal” de policías que requiere cada país. Al respecto se señala que los parámetros para establecer los requerimientos de servicio de policía no deben reducirse a consideraciones meramente cuantitativas, como el número de uniformados y la cantidad y calidad de armamento y equipamiento  a su disposición para operar y cumplir su misión institucional. Se remarca también la necesidad de asignar igual o mayor ponderación a aspectos intangibles como la satisfacción de los policiales con sus condiciones laborales y familiares, al igual que  con la calidad del cuerpo doctrinario que rige y direcciona el desarrollo de la Institución2
En efecto, según la encuesta de percepción 2013 (EPC) realizada por el programa Valledupar Cómo Vamos, señala que 219 personas fueron víctimas de delitos, de las 1.004 encuestadas, pero el 63% es decir 138 víctimas, no denunciaron su ocurrencia.La razón más importante, falta de confianza en autoridades (45%). Este hecho notorio, no ha generado estrategias por parte de autoridades civiles y policivas, para cambiar la percepción ciudadana. Se debería implementar mecanismos para elevar la confianza ciudadana en las entidadesde seguridad.
Los organismos no gubernamentales, que en su objeto misional han hecho visibles mediciones de inseguridad que padece el colectivo social, son desmentidas colocando manto de duda sobre la fuente de datos. En algunos casos, se señala que es solo problema de “percepción”, como si la percepción no fuera la realidad que se está viviendo, observando y sintiendo.
En este contexto, el programa Valledupar Cómo Vamos, enfrenta la percepción ciudadana vs indicadores de victimización de fuentes oficiales como el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y los registros del Departamento de Policía Cesar, para determinar si existe correlación entre la percepción y los registros de fuentes oficiales.
Las EPC_2012 y 2013 registraron incremento del 18 a 22% en los encuestados que manifestaron haber sido víctimas de delitos. Esta informaciónse puso en tela de juicio, no obstante, con la verificación de fuentes oficiales se corrobora la correlación existente, en tanto el aumento según el Departamento de Policía Cesar, el incremento fue del 9% al pasar de 910 casos “denunciados” en atracos en vía pública en 2012 a 984 registros en el año 2013.
El hurto de automóviles, en datos suministrados por el Departamento de Policía Cesar, se incrementó del 81% al pasar de 71 automotores hurtados en 2012 a 128 en 2013.El hurto de motos, el aumento fue del 113% al pasar de 271 motos hurtadas en 2012 a 576 en 2013.
De lo anterior, puede concluirse que la delincuencia y su actuar no cesan, sigue acrecentándose. La política pública diseñada para su control no ha tenido la efectividad esperada.

 1
La tasa de homicidios registró leve repunte de un punto porcentual, al pasar de 24 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2012 a 25 homicidios en 2013. No obstante,las lesiones personales comunes descendió significativamente 40.5%.

Con todo, la tasa nacional de homicidios 2013 fue de 34 por cada 100.000 habitantes, Valledupar registró tasa de 25 y en el ámbito mundial la tasa promedio es de 6.23

2

Lo más sensible en el tema de seguridad es el atraco callejero siendo bien complejo su control. Muchos tienden a pensar que la solución al problema es coercitiva, nuestro planteamiento es más integral. Deberíamospensar y debatir la sincronización de políticas públicas en materia de educación, empleo, equidad, inclusión, en fin,deberíamos aunar esfuerzos, a través de campañas,para motivar el elemento sociológico de la responsabilidad y corresponsabilidad del colectivo social en denunciar los hechos que afectan el normal discurrir de sus vidas y apoyar a la institucionalidad para que su labor sea más efectiva.

Ahora bien, la esencia del escrito no es registrar índicesy hacerlos visiblessolamente; pretendemos, en el contexto de responsabilidad y corresponsabilidad que atañe a las organizaciones sociales, contribuir con iniciativas que conduzcan al rediseño de políticas públicas.
La pregunta es ¿porqué la actuación de autoridades civiles y policivas no han sido efectivas?
¿Porqué los cuantiosos recursos de inversión social en dotación, equipos y personal de los organismos de seguridad no son efectivos en su accionar, según la percepción ciudadana?
En escritos anteriores hemos manifestado que el foco de atención de la política pública implementada no ha sido la acertada, que se necesita el concurso y confluencias de estrategias integrales;que se observa alta incidencia en registros de violencia intrafamiliar específicamente la violencia hacia la mujer en las relaciones de pareja.
Consideramos que la violencia intrafamiliar es el “detonante” que genera formación de una infancia con presencia permanentemente de incidentes violentosen el hogar, haciendo de este flagelo un ambiente normal en la cotidianidad de sus vidas.
Consideramos que ha faltado aplicación de políticas integrales en el sistema educativo, en gestiones o labores mancomunadas con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,en campañas de control al consumo de alcohol y comportamiento ciudadana, para que logren incidir en cambios notables en esta situación.
El 76% de los casos registrados en el contexto de incidentes de violencia intra familiar son determinados por la violencia entre parejas, violencia hacia la mujer.
Nuestra tesis es que esta significativa participación,podría explicar el aumento de la violencia entre las personasque crece a tasa del 10.6% anualmente.
Para demostrarlo, utilizamos la herramienta estadística de correlación existente entre ambas variables y observamos la alta correlación existente, en tanto, la violencia entre parejas explica el 96% de la violencia entre personas.

Cálculos Valledupar Cómo Vamos

Esta incipiente demostración estadística, permite concluir que el argumento esgrimido va en la dirección correcta: que es necesario que la política pública se reoriente, sin bajar la guardia en gasto público social,para fortalecer institucionalmente los organismos de seguridad.Que es indispensable que las diferentes Entidades del Estado, aúnen esfuerzo para que mediante mecanismos de “mesas temáticas”, rediseñar la política pública de brindar seguridad a la comunidad de Valledupar. Que en necesario implementar campañas que incidan en la psiquis colectiva para lograr que nuestra ciudad sea menos violenta, para lo cual necesitamos el concurso de todas las organizaciones sociales y finalmente que es primordial proteger la niñez paraque no vea obligada a vivir en ambientes hostiles en su formación humana.

Por Gabriel Hernando Campillo Solano

Coordinador Valledupar Cómo Vamos
[email protected]

 

Judicial
25 junio, 2014

Inseguridad no cesa en Valledupar

De los indicadores colectivos más sensibles que describen el clima social en que discurre la vida urbana es la seguridad en las ciudades.


Inseguridad no cesa en Valledupar.
Inseguridad no cesa en Valledupar.

De los indicadores colectivos más sensibles que describen el clima social en que discurre la vida urbana es la seguridad en las ciudades. La medición y percepción ciudadana que padecen centros poblados, generan distinta respuesta de autoridades civiles y policivas que reaccionanante la presión ciudadana, colocan manto de duda sobre la veracidad de índices o realidad que se padece. El argumento esgrimido por funcionarios públicos es anuncios de incremento de asignaciones presupuestales para mitigar el flagelo, o solicitando mayor denuncia y colaboración ciudadana, en el caso de autoridades policivas.
Empero, tanto unos como otros, en cumplimiento de su responsabilidad funcional, no diseñan políticas públicas novedosas que realmente incidan en atenuar los incidentes de violencia.
La Administración Municipal, en defensa de su gestión, anuncia incremento en inversión pública: aumento del 100% de cuadrantes de policía de 14 a 28; inversión en dotación de medios tecnológicos y de movilidad para “combatir” el crimen; divulgan el programa “vamos por ellos”, buscando con esto generar confianza y bajar la temperatura del clima social.
Las autoridades policivas, si bien es cierto tienen razón en señalar el bajo nivel de participación ciudadana en la denuncia de incidentes de violencia, no es menos cierto que la percepción de efectividad en el control realizado, es negativo en el colectivo social. No se indaga porqué la comunidad no tiene confianza en las autoridades de seguridad. Sin embargo, se solicita mas pie de fuerza disponible para combatir el crimen y lo que sorprende es, que de acuerdo a estudio de Naciones Unidad, Colombia destina 35 policías por cada 10.000 habitantes, mientras el parámetro internacional sugiere la ONU es de 221.

En relación con este índice, con frecuencia se citan recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas en el sentido que el nivel mínimo del mismo no debe ser inferior a 22 policías por 10 mil habitantes. No obstante las visibles variaciones de este índice entre países sugieren que esta recomendación, a pesar de su valor informativo, no resulta de mayor utilidad para definir la cantidad “ideal” de policías que requiere cada país. Al respecto se señala que los parámetros para establecer los requerimientos de servicio de policía no deben reducirse a consideraciones meramente cuantitativas, como el número de uniformados y la cantidad y calidad de armamento y equipamiento  a su disposición para operar y cumplir su misión institucional. Se remarca también la necesidad de asignar igual o mayor ponderación a aspectos intangibles como la satisfacción de los policiales con sus condiciones laborales y familiares, al igual que  con la calidad del cuerpo doctrinario que rige y direcciona el desarrollo de la Institución2
En efecto, según la encuesta de percepción 2013 (EPC) realizada por el programa Valledupar Cómo Vamos, señala que 219 personas fueron víctimas de delitos, de las 1.004 encuestadas, pero el 63% es decir 138 víctimas, no denunciaron su ocurrencia.La razón más importante, falta de confianza en autoridades (45%). Este hecho notorio, no ha generado estrategias por parte de autoridades civiles y policivas, para cambiar la percepción ciudadana. Se debería implementar mecanismos para elevar la confianza ciudadana en las entidadesde seguridad.
Los organismos no gubernamentales, que en su objeto misional han hecho visibles mediciones de inseguridad que padece el colectivo social, son desmentidas colocando manto de duda sobre la fuente de datos. En algunos casos, se señala que es solo problema de “percepción”, como si la percepción no fuera la realidad que se está viviendo, observando y sintiendo.
En este contexto, el programa Valledupar Cómo Vamos, enfrenta la percepción ciudadana vs indicadores de victimización de fuentes oficiales como el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y los registros del Departamento de Policía Cesar, para determinar si existe correlación entre la percepción y los registros de fuentes oficiales.
Las EPC_2012 y 2013 registraron incremento del 18 a 22% en los encuestados que manifestaron haber sido víctimas de delitos. Esta informaciónse puso en tela de juicio, no obstante, con la verificación de fuentes oficiales se corrobora la correlación existente, en tanto el aumento según el Departamento de Policía Cesar, el incremento fue del 9% al pasar de 910 casos “denunciados” en atracos en vía pública en 2012 a 984 registros en el año 2013.
El hurto de automóviles, en datos suministrados por el Departamento de Policía Cesar, se incrementó del 81% al pasar de 71 automotores hurtados en 2012 a 128 en 2013.El hurto de motos, el aumento fue del 113% al pasar de 271 motos hurtadas en 2012 a 576 en 2013.
De lo anterior, puede concluirse que la delincuencia y su actuar no cesan, sigue acrecentándose. La política pública diseñada para su control no ha tenido la efectividad esperada.

 1
La tasa de homicidios registró leve repunte de un punto porcentual, al pasar de 24 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2012 a 25 homicidios en 2013. No obstante,las lesiones personales comunes descendió significativamente 40.5%.

Con todo, la tasa nacional de homicidios 2013 fue de 34 por cada 100.000 habitantes, Valledupar registró tasa de 25 y en el ámbito mundial la tasa promedio es de 6.23

2

Lo más sensible en el tema de seguridad es el atraco callejero siendo bien complejo su control. Muchos tienden a pensar que la solución al problema es coercitiva, nuestro planteamiento es más integral. Deberíamospensar y debatir la sincronización de políticas públicas en materia de educación, empleo, equidad, inclusión, en fin,deberíamos aunar esfuerzos, a través de campañas,para motivar el elemento sociológico de la responsabilidad y corresponsabilidad del colectivo social en denunciar los hechos que afectan el normal discurrir de sus vidas y apoyar a la institucionalidad para que su labor sea más efectiva.

Ahora bien, la esencia del escrito no es registrar índicesy hacerlos visiblessolamente; pretendemos, en el contexto de responsabilidad y corresponsabilidad que atañe a las organizaciones sociales, contribuir con iniciativas que conduzcan al rediseño de políticas públicas.
La pregunta es ¿porqué la actuación de autoridades civiles y policivas no han sido efectivas?
¿Porqué los cuantiosos recursos de inversión social en dotación, equipos y personal de los organismos de seguridad no son efectivos en su accionar, según la percepción ciudadana?
En escritos anteriores hemos manifestado que el foco de atención de la política pública implementada no ha sido la acertada, que se necesita el concurso y confluencias de estrategias integrales;que se observa alta incidencia en registros de violencia intrafamiliar específicamente la violencia hacia la mujer en las relaciones de pareja.
Consideramos que la violencia intrafamiliar es el “detonante” que genera formación de una infancia con presencia permanentemente de incidentes violentosen el hogar, haciendo de este flagelo un ambiente normal en la cotidianidad de sus vidas.
Consideramos que ha faltado aplicación de políticas integrales en el sistema educativo, en gestiones o labores mancomunadas con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,en campañas de control al consumo de alcohol y comportamiento ciudadana, para que logren incidir en cambios notables en esta situación.
El 76% de los casos registrados en el contexto de incidentes de violencia intra familiar son determinados por la violencia entre parejas, violencia hacia la mujer.
Nuestra tesis es que esta significativa participación,podría explicar el aumento de la violencia entre las personasque crece a tasa del 10.6% anualmente.
Para demostrarlo, utilizamos la herramienta estadística de correlación existente entre ambas variables y observamos la alta correlación existente, en tanto, la violencia entre parejas explica el 96% de la violencia entre personas.

Cálculos Valledupar Cómo Vamos

Esta incipiente demostración estadística, permite concluir que el argumento esgrimido va en la dirección correcta: que es necesario que la política pública se reoriente, sin bajar la guardia en gasto público social,para fortalecer institucionalmente los organismos de seguridad.Que es indispensable que las diferentes Entidades del Estado, aúnen esfuerzo para que mediante mecanismos de “mesas temáticas”, rediseñar la política pública de brindar seguridad a la comunidad de Valledupar. Que en necesario implementar campañas que incidan en la psiquis colectiva para lograr que nuestra ciudad sea menos violenta, para lo cual necesitamos el concurso de todas las organizaciones sociales y finalmente que es primordial proteger la niñez paraque no vea obligada a vivir en ambientes hostiles en su formación humana.

Por Gabriel Hernando Campillo Solano

Coordinador Valledupar Cómo Vamos
[email protected]