Las redes sociales, tardeadas, embarazo en adolescentes y el ciberacoso, que son factores que influyen en el desarrollo de los niños y adolescentes, fueron tratados ayer en el IV Congreso Diocesano de Educadores, que tuvo como lema Familia y Colegio: Misión Compartida ‘Desafíos y oportunidades’, evento académico que se realiza desde ayer en el Colegio Parroquial El Carmelo en Valledupar y reúne a más de 280 docentes y padres de familia de instituciones del Cesar y parte de La Guajira.
Uno de los organizadores es el sacerdote Geomar Córdoba, quien indicó que este congreso trata de crear conciencia en los docentes para que en el colegio abran los ojos, estén más pendientes no tanto de los procesos académicos de los estudiantes, sino el proceso humano, para que sean unas personas que caminen en la verdad, que aprendan a asumir su proyecto de vida y adquieran lo mejor para sacarlo adelante, de cara a la familia es para que los padres de familia no dejen toda la responsabilidad a los docentes y colegios, la familia es donde el estudiante aprende a compartir su vida, fortalecer el amor, el respeto, hay que darle prioridad a la autoridad, la disciplina y tenacidad.
Ante la problemática que día a día se enfrentan los muchachos en especial del municipio, se considera que este tipo de capacitación crea lazos de comunión entre familia y escuela, que históricamente se han perdido.

De acuerdo con el sacerdote Córdoba, “el gran interrogante es qué podemos hacer y la respuesta es que podemos crear conciencia desde los padres y docentes que es primordial la formación integral de los jóvenes y niños, porque ellos serán el futuro y son el presente de una humanidad que crece todos los días, gigantescamente pero que necesita formar personas para que puedan asumir los retos y oportunidades que la vida de hoy presenta”.
Aclaró que no se puede dejar de un lado el papel de los padres en la formación de los hijos, porque desde casa hay que crear conciencia, y desde el colegio qué puede aportar la comunidad educativa también en la formación de los educandos, son dos roles distintos.
“Familia y escuela son lugares en donde el ser humano se desarrolla como persona en toda su potencialidad integral en donde pueden encontrar espacios de vida para aprender a vivir, para aprender a luchar y poder pensar y desarrollar todo su potencial humano”, acotó el Sacerdote.

Unos imanes
De acuerdo con los organizadores del IV Congreso Diocesano, “nuestro reto es asumir también los retos de nuestros hijos y educandos, para llevarlos a ser mejores personas, para que se transforme la sociedad y para que también la familia se preocupe a quién está formando, el colegio también a quién está formando y que el tipo de hombre de nuestra región necesita asumir ciertos retos que la sociedad nos lleva a asumir y son las complicaciones, nuestra gran preocupación son los jóvenes porque pareciera que fueran unos imanes de todas las tendencias que en el mundo hay y que ellos asumen de manera inmediata sin saber las consecuencias de eso para su condición humana”.

Por Yelene Cuan Pertuz
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