Creador de las representaciones artísticas más destacadas del país en los últimos años, ‘los reencauchados’, que desde su creación en dos épocas se burló sin reparos de políticos, comentaristas, periodistas y artistas.
Dueños de una vasta audiencia en la televisión colombiana, quizás su éxito basado en que los personajes de plásticos como el futbolista Faustino Asprilla, los expresidentes Ernesto Samper y Hugo Chávez, el actual presidente de Colombia Juan Manuel Santos, eran tan idénticos al personaje original.

Y el creador de todas estas figuras es nacido en Valledupar, se trata de Carlos Riveros Ortiz, realizador de efectos especiales de maquillaje, en diseños de puppets, maniquíes, artes y fotografías. Seguidores de esta divertida serie podrían imaginar que era un productor internacional, pero no, es un hombre de costumbres humildes, nacido y criado en el barrio Los Fundadores. Sus estudios los culminó en el colegio José Eugenio Martínez y alcanzó a cursar uno que otro semestre de Contaduría Pública en la Universidad Popular del Cesar: “Mi historia en el cuento de la televisión comenzó en Valledupar, antes de irme a Bogotá hacía teatro y danza”.

“Cuando me retiré de la universidad y me fui para Bogotá a trabajar en televisión, fue aprovechando cuando la serie Escalona llegó a Valledupar y como estaba metido en el mundo del arte, entré a trabajar en detrás de cámara en el equipo de ambientación en esa serie”, dijo el hombre de 43 años, recordando que la historia parte del año 1991.

En esa época, este profesional en el show business comenzó a estudiar en fabricación de muñecos y creó su empresa “Karlos Riveros FX”. En 1995 estudió en Francia desarrollo de Puppets en espuma de látex, látex, poliuretano; prótesis en silicona, geles y múltiples materiales para efectos especiales de maquillaje. Para ese año, Juana Uribe, productora de televisión, decidió crear un programa de humor político al que llamó ‘Los Reencauchados’, basado en la versión francesa ‘Les Guignols de l’info’, que había sido todo un éxito en Francia.

¿Y cómo materializaba tan parecido los personajes?, Carlos Rivero dijo en entrevista exclusiva con EL PILÓN, “no es tanto como tú lo veas en una foto o video, sino captar la expresión con que la gente ve el personaje”.
“Los primeros muñecos con los que arranqué fueron Ernesto Samper y Andrés Pastrana, estaban de polémica en el momento por el ‘proceso ocho mil’, de ahí siguieron personas que daban lora en el momento (risas), Faustino Asprilla, el fiscal Alfonso Valdivieso, Roso José Serrano, Horacio Serpa, ‘El Bolillo’ Gómez, y muchos más”, señaló Riveros.

La parodia se emitía semanalmente por el hoy desaparecido Canal A. El primer equipo de producción, bajo la dirección de Uribe, estaba conformado por pesos pesados de la televisión y el humor como Paulo Laserna, Karl Troller, Eduardo Arias, Alirio Parra y el vallenato, Carlos Riveros. Los títeres caricaturizaban a la opinión pública y se volvieron famosos. Pero el programa no tardó en desaparecer porque la televisión de programadoras había llegado a su fin y el canal decidió unirse a proyectos con Caracol y RCN.

Después de 14 años, en el 2009, por iniciativa de Caracol Televisión y del periodista Jorge Alfredo Vargas, el programa humorístico resucitó: con cambios en el formato y con un nuevo nombre, el Noticiero NP&. También tuvo vida corta: casi cuatro años después desapareció.
Pero de todos esos muñecos hechos por Carlos Riveros, “a la gente le gustaba mucho Faustino Asprilla, por lo simpático y porque querían mucho al personaje en Colombia”, dijo.

Por su empresa han pasado clientes reconocidos nacional e internacionalmente, como: Caracol Televisión, RCN Televisión, FOX Telecolombia, Cenpro Televisión, Tepuy Films, Amador Films, Dúo Kybalion, Bayer S.A, Blu Radio, TINNIT Producciones, Mejía Asociados, entre muchos más.
En su visita a la tierra que lo vio nacer, Valledupar, Riveros hizo contactos con una universidad de la ciudad en la que pretenden dictar un diplomado en el área audiovisual, integrando todo lo referente en fotografía, max iluminación, max edición y el área de maquillaje y efectos especiales.
El talento de su imaginación, creatividad y dedicación, lo hacen todo un ejemplo ‘Hecho en Valledupar’ para la sociedad colombiana.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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