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Columnista - 27 septiembre, 2014

El seminario, una obra majestuosa

Me da pena tener que confesar, que después de tantos años hasta ahora es que vengo a conocer realmente el Seminario Juan Pablo II, pues siempre pasaba por sus linderos, pero jamás había entrado, ahora y gracias a Dios, pude conocerlo muy bien, en ocasión de una convivencia a la que asistí el fin de […]

Me da pena tener que confesar, que después de tantos años hasta ahora es que vengo a conocer realmente el Seminario Juan Pablo II, pues siempre pasaba por sus linderos, pero jamás había entrado, ahora y gracias a Dios, pude conocerlo muy bien, en ocasión de una convivencia a la que asistí el fin de semana. Esta es una obra majestuosa que todos los vallenatos debemos apoyar, me sorprendieron sus bellas instalaciones, con toda la infraestructura bien diseñada, unas excelentes y cómodas habitaciones para huéspedes, un moderno coliseo cubierto, un amplio y fresco comedor, unos salones debidamente adecuados, una capilla hermosísima en mármol y con un bellos vitrales, especialmente uno en honor al Sumo Pontífice, amplias zonas verdes, cafetería etc. Pero sin lugar a dudas lo que más me llamó la atención, es la cantidad de niños y adolescentes allí estudiando, provenientes de distintas regiones del departamento. El ambiente es de una paz profunda, de respeto por las cosas sagradas, su entorno campestre se presta para ello, me pareció muy buena su organización, como todo funciona como un relojito y con mucha pulcritud, la cocina muy organizada y comida excelente, las atenciones también. Independientemente de que seamos católicos o cristianos, esta es una obra que todos debemos ayudar, soy de los que piensa, que quienes estén evangelizando y quienes reconozcan a Dios como el único y verdadero camino, son dignos merecedores de apoyo constante, la iglesias y religiones deben hermanarse, y el Papa Francisco así lo reconoce y ya ha dado los primero pasos acercándose a líderes religiosos de otros cultos. Soy Católico por costumbre familiar y tradición, pero no me disgusta la iglesia cristiana o evangélica, tengo grandes amigos que asisten a ella, y excelentes amigos que son pastores Debemos tener en cuenta que la labor evangelizadora de todas las iglesias, es de mucho sacrifico y constancia, hacer campañas para llevar la Palabra de Dios tiene sus costos, por eso las es justo que las apoyemos, la limosna de los domingos no basta, toca diezmar y hacer donaciones en lo posible, recordemos que la palabra dice que Dios bendice al que da con alegría y cuando lo hagamos no debemos vanagloriarnos de eso, si debemos sentirnos orgullosos de ayudar con la gran obra Cristiana, pero tal cual como reza en el Evangelio de San Mateo: Que tu mano izquierda, no sepa lo la derecha hace. El Seminario Juan Pablo II, tiene un nombre más que merecido, rinde homenaje a uno de los hombres más representativos y justos de la iglesia Católica moderna, para sostener sus bellas y amplias instalaciones necesitan recursos, y no son dos ni tres pesos, es puntual que nos acordemos de hacer aportes y donaciones para su manutención, otro tema en la que podemos colaborarles, es en adelantar una campaña en donde se recojan rubros para arreglar el bus, el cual ya se nota que está muy trajinado y una obra como el Seminario, merece un bus nuevo y moderno.
Coletilla
En los primeros 20 años de nuestro querido Diario El Pilón, un periódico que cada día mejora y crece, orgullosamente vallenato y de la región, Felicitaciones a la Familia Pilonera, a mis amigas y grandes colegas: Alba Quintero, Yelene Cuan, Sandra Santiago, a mi amigo Adamis Guerra, a Doña Marielena Castro de Quintero, a Juan Carlos Quintero, a Dickson Quiroz quien al inicio me abrió las puertas para iniciarme como Columnista, y a todos los colegas y equipo de trabajo del diario.

Columnista
27 septiembre, 2014

El seminario, una obra majestuosa

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Me da pena tener que confesar, que después de tantos años hasta ahora es que vengo a conocer realmente el Seminario Juan Pablo II, pues siempre pasaba por sus linderos, pero jamás había entrado, ahora y gracias a Dios, pude conocerlo muy bien, en ocasión de una convivencia a la que asistí el fin de […]


Me da pena tener que confesar, que después de tantos años hasta ahora es que vengo a conocer realmente el Seminario Juan Pablo II, pues siempre pasaba por sus linderos, pero jamás había entrado, ahora y gracias a Dios, pude conocerlo muy bien, en ocasión de una convivencia a la que asistí el fin de semana. Esta es una obra majestuosa que todos los vallenatos debemos apoyar, me sorprendieron sus bellas instalaciones, con toda la infraestructura bien diseñada, unas excelentes y cómodas habitaciones para huéspedes, un moderno coliseo cubierto, un amplio y fresco comedor, unos salones debidamente adecuados, una capilla hermosísima en mármol y con un bellos vitrales, especialmente uno en honor al Sumo Pontífice, amplias zonas verdes, cafetería etc. Pero sin lugar a dudas lo que más me llamó la atención, es la cantidad de niños y adolescentes allí estudiando, provenientes de distintas regiones del departamento. El ambiente es de una paz profunda, de respeto por las cosas sagradas, su entorno campestre se presta para ello, me pareció muy buena su organización, como todo funciona como un relojito y con mucha pulcritud, la cocina muy organizada y comida excelente, las atenciones también. Independientemente de que seamos católicos o cristianos, esta es una obra que todos debemos ayudar, soy de los que piensa, que quienes estén evangelizando y quienes reconozcan a Dios como el único y verdadero camino, son dignos merecedores de apoyo constante, la iglesias y religiones deben hermanarse, y el Papa Francisco así lo reconoce y ya ha dado los primero pasos acercándose a líderes religiosos de otros cultos. Soy Católico por costumbre familiar y tradición, pero no me disgusta la iglesia cristiana o evangélica, tengo grandes amigos que asisten a ella, y excelentes amigos que son pastores Debemos tener en cuenta que la labor evangelizadora de todas las iglesias, es de mucho sacrifico y constancia, hacer campañas para llevar la Palabra de Dios tiene sus costos, por eso las es justo que las apoyemos, la limosna de los domingos no basta, toca diezmar y hacer donaciones en lo posible, recordemos que la palabra dice que Dios bendice al que da con alegría y cuando lo hagamos no debemos vanagloriarnos de eso, si debemos sentirnos orgullosos de ayudar con la gran obra Cristiana, pero tal cual como reza en el Evangelio de San Mateo: Que tu mano izquierda, no sepa lo la derecha hace. El Seminario Juan Pablo II, tiene un nombre más que merecido, rinde homenaje a uno de los hombres más representativos y justos de la iglesia Católica moderna, para sostener sus bellas y amplias instalaciones necesitan recursos, y no son dos ni tres pesos, es puntual que nos acordemos de hacer aportes y donaciones para su manutención, otro tema en la que podemos colaborarles, es en adelantar una campaña en donde se recojan rubros para arreglar el bus, el cual ya se nota que está muy trajinado y una obra como el Seminario, merece un bus nuevo y moderno.
Coletilla
En los primeros 20 años de nuestro querido Diario El Pilón, un periódico que cada día mejora y crece, orgullosamente vallenato y de la región, Felicitaciones a la Familia Pilonera, a mis amigas y grandes colegas: Alba Quintero, Yelene Cuan, Sandra Santiago, a mi amigo Adamis Guerra, a Doña Marielena Castro de Quintero, a Juan Carlos Quintero, a Dickson Quiroz quien al inicio me abrió las puertas para iniciarme como Columnista, y a todos los colegas y equipo de trabajo del diario.