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Informes Especiales - 17 diciembre, 2014

Colinas de Hurtado, sin esperanzas

La urbanización que sería construida en la margen izquierda del río Guatapurí, denominada Colinas de Hurtado, seguirá paralizada, por ahora, según autoridades ambientales y municipales.

JOAQUÍN RAMÍREZ
Este proyecto de casas campestres no se podrá ejecutar hasta tanto el Ministerio de Ambiente del respectivo permiso.
JOAQUÍN RAMÍREZ Este proyecto de casas campestres no se podrá ejecutar hasta tanto el Ministerio de Ambiente del respectivo permiso.

Después de dos años de estar paralizada la construcción de viviendas campestres en la margen izquierda del río Guatapurí- vía de acceso al Cementerio Jardines del Ecce Homo- debido a que el terreno se encuentra en reserva forestal, EL PILÓN consultó el futuro del mismo y encontró que seguirá paralizada.

Kaleb Villalobos Brochel, director de Corpocesar, recordó que el 5 de junio de 2012, la máxima entidad ambiental del departamento tomó la decisión de detener la obra Colinas de Hurtado porque jurídicamente el curador urbano que había otorgado la licencia de construcción olvidó pedir el lleno de los requisitos legales, que consiste en el permiso respectivo para la sustracción del área de reserva.

De igual manera, el estancamiento de la obra se debe a que el Ministerio de Ambiente no ha otorgado el permiso para la sustracción.

Raúl Villegas, asesor de la Oficina de Planeación Municipal, aseguró que la construcción presenta presunta violación a las normas ambientales.

“Hay una afectación a la zona de reserva forestal, que está constituida por Ley 2 de 1959 que es de orden nacional y que impide la construcción de urbanizaciones en este tipo de predios”, dijo el asesor.

Un aparte de la Ley 2 de 1959, dice “los terrenos ubicados en las cabeceras de cuencas de ríos, arroyos y quebradas, sean o no permanentes; márgenes y laderas con pendiente superior al 40%; zona de 50 metros de ancho a cada lado de manantiales, corrientes y cualesquiera depósitos naturales de aguas, y los que, a juicio del Ministerio de Agricultura, convenga mantener el bosque, o crearlo si ha desaparecido, con el fin de defender cuencas de abastecimientos de aguas, embalses, acequias, evitar desprendimientos de tierras y rocas, sujetar terrenos, defender vías de comunicación, regularizar cursos de agua o contribuir a la salubridad”.

El funcionario aseguró que Colinas de Hurtado tiene un proceso urbanístico en la Oficina de Planeación que está por dirimirse en la oficina jurídica.

Por tanto, para que se pueda adelantar esta construcción debe hacerse una sustracción de reserva forestal, trámite que se legaliza ante el Ministerio de Medio Ambiente. Al no constituirse este procedimiento queda suspendida la obra.

El inicio

A principios de junio de este año, ciudadanos comenzaron a denunciar la presencia de maquinarias pesadas en los alrededores del río Guatapurí y la afectación que estas herramientas traerían consigo.

Desde ese momento, Corpocesar realizó una visita al lugar, en donde según Villalobos Brochel, se pudo percibir la instalación de postes y construcción de vías dentro de dicho terreno.

Por tal motivo, la entidad ambiental selló el lugar y pese a ello la constructora pasó una solicitud a Electricaribe y al Ministerio de Ambiente para que le aprobaran la instalación de unos postes de energía, hecho que fue autorizado. No obstante, después de esa instalación la Corporación volvió a verificar el estado del mismo y encontró que las obras siguen paralizadas.

“Todavía a la Corporación no ha llegado una orden del Ministerio de Ambiente donde les autorizan que pueden terminar el proyecto de Colinas de Hurtado y mientras esto suceda, la Corporación estará verificando que las obras como tal constructivas de viviendas de ese lugar no se sigan ejecutando”, dijo Villalobos Brochel.

¿Se equivocó?

A finales de junio de 2012, el curador que otorgó la licencia de construcción de las casas de campo que serían construidas en Colinas de Hurtado dijo que proyectos como estos en zona de reserva forestal cumple con requisitos.

El curador Urbano número uno de Valledupar, Augusto Orozco Sánchez, indicó en su momento a EL PILÓN que lo que se adelantó en dicho lugar fueron obras de vías internas y parcelación de los lotes de 42 propietarios.

42 casas de campo serían planificadas para construir en el proyecto Colina de Hurtado.

En el 2010, Orozco Sánchez le otorgó el permiso al titular de la obra, Hernán José Montero Monsalvo. Licencia que fue renovada en enero de 2012, renovación, que según el Curador fue amparada en los estatutos planteados en el Acuerdo Municipal.

Según Orozco Sánchez, el Acuerdo denominado ‘Suelo Forestal Especial’ especifica que en el terreno donde se quiere construir no se puede urbanizar pero sí se pueden realizar viviendas campestres.

Basado en otros artículos, el Curador especificó que sí se podría construir.

Según él, el artículo 113 del Acuerdo especifica que se debe proteger la zona hídrica, por lo que los trabajos a realizarse en la reserva forestal deben dejar 60 metros del eje del río de lado y lado y esta normatividad es cumplida por el proyecto ‘Colinas de Hurtado’ de acuerdo a lo plasmado en el proyecto presentado ante la  Curaduría.
Así mismo, Orozco Sánchez se defendió argumentando que el artículo 315 estipula que los lotes deben tener una extensión mínima de 2.500 metros cuadrados y 40 de frente de los cuales solo puede ser construido el 12%.

Es así, según el Curador, como en esta reserva forestal no se puede adelantar un proyecto urbanístico si no campestre o fincas. Por tanto en este predio, constituido por 24 hectáreas sólo se pueden construir 42 viviendas y el resto debe ser dejado para forestación.

Polémica

Para que el proyecto de Colinas fuese aprobado para iniciar su construcción, varias son las entidades que deben dar el visto bueno, entre ellas Emdupar, que al parecer dio vía libre, porque los constructores trabajarían sobre aguas residuales, que permita la no afectación del medio ambiente.

Así mismo, del asesor de la Oficina de Planeación, quien en esa época era Aníbal Quiroz, quien no encontró anomalía en el lugar al momento de realizar una inspección ocular.

Sin embargo, Corpocesar suspendió la obra, hecho en el que reaccionó la Procuraduría General de la Nación, a cargo de Alejandro Ordóñez, quien a través de la circular N°5 anunció que las licencias urbanísticas deben ser respetadas por las autoridades de todo orden, y ninguna puede detener sus efectos, sin que antes medie una decisión judicial o una nulidad del Tribunal Contencioso Administrativo, so pena de incurrir en reparación directa que el Estado debe pagar.

El gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo y el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales, solicitaron la suspensión de la obra, hasta tanto se verifique si no se afecta el río.

En enero de 2014, esta obra al parecer se reanudó, por lo que Corpocesar volvió a suspenderla.

También están en zona forestal

Aunque las autoridades municipales han estado al tanto de cada movimiento del proyecto Colinas de Hurtado con el fin de darle cumplimiento a una ley de orden nacional, al parecer han olvidado que este proyecto no es el único habitacional que podría afectar al río Guatapurí.

En la margen izquierda del afluente, en cercanías al monumento de la Sirena Vallenata están ubicadas varias viviendas que llevan años de haber sido construidas en el lugar.

Ante esta situación que también debería controlar Corpocesar, el director afirmó que este es un tema que debe resolver la Alcaldía con el Ministerio de Ambiente, quienes buscarán la manera de proceder ante cualquier la ilegalidad en la que se encuentran o de lo contrario a proceder a hacer las demandas respectivas.

Afectación al Guatapurí

Se sale de toda lógica, que una persona atente contra uno de los activos más preciados del municipio, que es su río. La ingeniería puede que tenga sus ventajas y que existan tecnologías que permitan la no afectación del río Guatapurí por todos los residuos y vertimientos que se producirían en este tipo de urbanizaciones pero es mejor cuidarlo y no atentar contra el Guatapurí.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]

Informes Especiales
17 diciembre, 2014

Colinas de Hurtado, sin esperanzas

La urbanización que sería construida en la margen izquierda del río Guatapurí, denominada Colinas de Hurtado, seguirá paralizada, por ahora, según autoridades ambientales y municipales.


JOAQUÍN RAMÍREZ
Este proyecto de casas campestres no se podrá ejecutar hasta tanto el Ministerio de Ambiente del respectivo permiso.
JOAQUÍN RAMÍREZ Este proyecto de casas campestres no se podrá ejecutar hasta tanto el Ministerio de Ambiente del respectivo permiso.

Después de dos años de estar paralizada la construcción de viviendas campestres en la margen izquierda del río Guatapurí- vía de acceso al Cementerio Jardines del Ecce Homo- debido a que el terreno se encuentra en reserva forestal, EL PILÓN consultó el futuro del mismo y encontró que seguirá paralizada.

Kaleb Villalobos Brochel, director de Corpocesar, recordó que el 5 de junio de 2012, la máxima entidad ambiental del departamento tomó la decisión de detener la obra Colinas de Hurtado porque jurídicamente el curador urbano que había otorgado la licencia de construcción olvidó pedir el lleno de los requisitos legales, que consiste en el permiso respectivo para la sustracción del área de reserva.

De igual manera, el estancamiento de la obra se debe a que el Ministerio de Ambiente no ha otorgado el permiso para la sustracción.

Raúl Villegas, asesor de la Oficina de Planeación Municipal, aseguró que la construcción presenta presunta violación a las normas ambientales.

“Hay una afectación a la zona de reserva forestal, que está constituida por Ley 2 de 1959 que es de orden nacional y que impide la construcción de urbanizaciones en este tipo de predios”, dijo el asesor.

Un aparte de la Ley 2 de 1959, dice “los terrenos ubicados en las cabeceras de cuencas de ríos, arroyos y quebradas, sean o no permanentes; márgenes y laderas con pendiente superior al 40%; zona de 50 metros de ancho a cada lado de manantiales, corrientes y cualesquiera depósitos naturales de aguas, y los que, a juicio del Ministerio de Agricultura, convenga mantener el bosque, o crearlo si ha desaparecido, con el fin de defender cuencas de abastecimientos de aguas, embalses, acequias, evitar desprendimientos de tierras y rocas, sujetar terrenos, defender vías de comunicación, regularizar cursos de agua o contribuir a la salubridad”.

El funcionario aseguró que Colinas de Hurtado tiene un proceso urbanístico en la Oficina de Planeación que está por dirimirse en la oficina jurídica.

Por tanto, para que se pueda adelantar esta construcción debe hacerse una sustracción de reserva forestal, trámite que se legaliza ante el Ministerio de Medio Ambiente. Al no constituirse este procedimiento queda suspendida la obra.

El inicio

A principios de junio de este año, ciudadanos comenzaron a denunciar la presencia de maquinarias pesadas en los alrededores del río Guatapurí y la afectación que estas herramientas traerían consigo.

Desde ese momento, Corpocesar realizó una visita al lugar, en donde según Villalobos Brochel, se pudo percibir la instalación de postes y construcción de vías dentro de dicho terreno.

Por tal motivo, la entidad ambiental selló el lugar y pese a ello la constructora pasó una solicitud a Electricaribe y al Ministerio de Ambiente para que le aprobaran la instalación de unos postes de energía, hecho que fue autorizado. No obstante, después de esa instalación la Corporación volvió a verificar el estado del mismo y encontró que las obras siguen paralizadas.

“Todavía a la Corporación no ha llegado una orden del Ministerio de Ambiente donde les autorizan que pueden terminar el proyecto de Colinas de Hurtado y mientras esto suceda, la Corporación estará verificando que las obras como tal constructivas de viviendas de ese lugar no se sigan ejecutando”, dijo Villalobos Brochel.

¿Se equivocó?

A finales de junio de 2012, el curador que otorgó la licencia de construcción de las casas de campo que serían construidas en Colinas de Hurtado dijo que proyectos como estos en zona de reserva forestal cumple con requisitos.

El curador Urbano número uno de Valledupar, Augusto Orozco Sánchez, indicó en su momento a EL PILÓN que lo que se adelantó en dicho lugar fueron obras de vías internas y parcelación de los lotes de 42 propietarios.

42 casas de campo serían planificadas para construir en el proyecto Colina de Hurtado.

En el 2010, Orozco Sánchez le otorgó el permiso al titular de la obra, Hernán José Montero Monsalvo. Licencia que fue renovada en enero de 2012, renovación, que según el Curador fue amparada en los estatutos planteados en el Acuerdo Municipal.

Según Orozco Sánchez, el Acuerdo denominado ‘Suelo Forestal Especial’ especifica que en el terreno donde se quiere construir no se puede urbanizar pero sí se pueden realizar viviendas campestres.

Basado en otros artículos, el Curador especificó que sí se podría construir.

Según él, el artículo 113 del Acuerdo especifica que se debe proteger la zona hídrica, por lo que los trabajos a realizarse en la reserva forestal deben dejar 60 metros del eje del río de lado y lado y esta normatividad es cumplida por el proyecto ‘Colinas de Hurtado’ de acuerdo a lo plasmado en el proyecto presentado ante la  Curaduría.
Así mismo, Orozco Sánchez se defendió argumentando que el artículo 315 estipula que los lotes deben tener una extensión mínima de 2.500 metros cuadrados y 40 de frente de los cuales solo puede ser construido el 12%.

Es así, según el Curador, como en esta reserva forestal no se puede adelantar un proyecto urbanístico si no campestre o fincas. Por tanto en este predio, constituido por 24 hectáreas sólo se pueden construir 42 viviendas y el resto debe ser dejado para forestación.

Polémica

Para que el proyecto de Colinas fuese aprobado para iniciar su construcción, varias son las entidades que deben dar el visto bueno, entre ellas Emdupar, que al parecer dio vía libre, porque los constructores trabajarían sobre aguas residuales, que permita la no afectación del medio ambiente.

Así mismo, del asesor de la Oficina de Planeación, quien en esa época era Aníbal Quiroz, quien no encontró anomalía en el lugar al momento de realizar una inspección ocular.

Sin embargo, Corpocesar suspendió la obra, hecho en el que reaccionó la Procuraduría General de la Nación, a cargo de Alejandro Ordóñez, quien a través de la circular N°5 anunció que las licencias urbanísticas deben ser respetadas por las autoridades de todo orden, y ninguna puede detener sus efectos, sin que antes medie una decisión judicial o una nulidad del Tribunal Contencioso Administrativo, so pena de incurrir en reparación directa que el Estado debe pagar.

El gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo y el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales, solicitaron la suspensión de la obra, hasta tanto se verifique si no se afecta el río.

En enero de 2014, esta obra al parecer se reanudó, por lo que Corpocesar volvió a suspenderla.

También están en zona forestal

Aunque las autoridades municipales han estado al tanto de cada movimiento del proyecto Colinas de Hurtado con el fin de darle cumplimiento a una ley de orden nacional, al parecer han olvidado que este proyecto no es el único habitacional que podría afectar al río Guatapurí.

En la margen izquierda del afluente, en cercanías al monumento de la Sirena Vallenata están ubicadas varias viviendas que llevan años de haber sido construidas en el lugar.

Ante esta situación que también debería controlar Corpocesar, el director afirmó que este es un tema que debe resolver la Alcaldía con el Ministerio de Ambiente, quienes buscarán la manera de proceder ante cualquier la ilegalidad en la que se encuentran o de lo contrario a proceder a hacer las demandas respectivas.

Afectación al Guatapurí

Se sale de toda lógica, que una persona atente contra uno de los activos más preciados del municipio, que es su río. La ingeniería puede que tenga sus ventajas y que existan tecnologías que permitan la no afectación del río Guatapurí por todos los residuos y vertimientos que se producirían en este tipo de urbanizaciones pero es mejor cuidarlo y no atentar contra el Guatapurí.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]