La reparación de las víctimas es el cuarto de los seis puntos de la agenda que se discute en el marco del proceso de paz para Colombia con las Farc. Uno de los más complejos, pues ambas partes se culpan mutuamente por la violencia armada.

El primer diálogo en La Habana sobre el particular, tras la discusión sobre la reparación a las víctimas del conflicto armado, un punto clave para la reconciliación y el fin del enfrentamiento de medio siglo, comenzará hoy en Cuba.
Ayer viernes, Fabrizio Hochschild, coordinador del sistema de Naciones Unidas en Colombia, entregó la lista de las primeras 12 de 60 víctimas de la guerrilla de las Farc y del Estado que participarán en los diálogos de paz.
A pesar de que en el Departamento del Cesar existen 328.318 víctimas, a Valledupar le corresponde el 40% y el 51% son mujeres, ninguna de éstas fue escogida para el primer encuentro, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Universidad Nacional y la Conferencia Episcopal. Por La Guajira estará una.
Los elegidos son: Ángela María Giraldo (Valle del Cauca), Alfonso Mora León (Bogotá), Constanza Turbay (Caquetá), Débora Barros (Guajira), Jaime Peña (Santander), Yaneth Bautista (Bogotá), Jorge Vásquez (Huila), José Antequera (Atlántico), Leyner Palacios (Chocó), Luz Marina Bernal (Soacha), María Eugenia Cruz (Valle del Cauca), Nelly González (Cauca).
La selección se basó en la representación que tienen frente al universo de delitos sufridos y de victimarios y provienen de diversos lugares del país, explicó Fabrizio Hochschild.
“Son personas que hasta antes de ayer (jueves) no sabían que habían sido seleccionadas, a pesar de la sorpresa, todas se mostraron con coraje y valor para esta tarea (…) Todos comparten un deseo de visibilizar en la mesa el gran dolor que ha causado el conflicto armado”, destacó Hochschild.

“Estamos muy conscientes que habrá críticas en la selección de la comisión, esto es inevitable. Pero quiero asegurarles que vamos a escuchar al país y vamos a escoger los futuros participantes de acuerdo con la retroalimentación, no hay ya una lista de 60”, agregó el vocero de la ONU.
El primer encuentro entre víctimas del conflicto armado, los delegados de las Farc y el Gobierno en la mesa de paz de La Habana se cumplirá este sábado, como estaba previsto. Las víctimas contarán con acompañamiento sicológico durante ese encuentro.

El Cesar pide un espacio
Al no ser tenidas en cuentas las víctimas del conflicto con la guerrilla de las Farc en el Cesar, Mara Nieto, vocera de las víctimas del Cesar ante la Mesa Municipal de los Espacios Transitorios, exigió al Gobierno Nacional estar en una de las delegaciones.
“Es preocupante porque en las diferentes mesas que hemos tenido, pedimos dos representantes por cada departamento, además la presencia de las mujeres víctimas en La Habana. Deben tener en cuenta que el Cesar es el quinto departamento en víctimas, por esa razón exigimos dos o tres representantes, teniendo en cuenta todas las afectaciones de las que hemos sido víctimas”, aseguró Nieto.
En éste departamento, las Farc así como grupos paramilitares asesinaron, desaparecieron y desplazaron mujeres, hombres y niños.
“Queremos mirar a los ojos a las Farc, estamos dispuestos a una reconciliación, pero sin impunidad”, aseveró la representante de las víctimas por el Cesar.
Respecto a la convocatoria de Débora Barros, Mara Nieto expuso que no va ser lo mismo si declara La Guajira a que lo haga el Cesar, “en éste departamento no podemos permitir que nos excluyan de la mesa de negociaciones”.

La tragedia de Débora Barros
El 18 de Abril de 2004 los paramilitares llegaron a Bahía Portete, una ranchería de la Alta Guajira, donde habitaban aproximadamente 600 miembros de la comunidad Wayúu. Unos 150 miembros de las autodefensas al mando de Arnulfo Sánchez González, alias ‘Pablo’ y José María Barros Ipuana, alias ‘Chema Bala’, irrumpieron en camperos y motos en el lugar. Fueron rancho por rancho; mataron y decapitaron ancianos, quemaron niños vivos, se robaron la “tumas” o piedras sagradas de trueque, destruyeron el centro de salud y profanaron el cementerio. Dejaron 12 indígenas muertos y se llevaron a 33 más que nunca aparecieron.
En la masacre fue asesinada Margotm tía de Débora Barros, a quien además la desplazaron junto a cientos de sus vecinos.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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