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Judicial - 23 octubre, 2014

Cayó ‘Marquitos Figueroa’ en Brasil

La captura de uno de los capos más buscados en Colombia la hizo la Policía Nacional con la ayuda de la Policía Federal de Brasil.

Captura de alias
Captura de alias "Marquitos Figueroa"

En una lujosa mansión de la ciudad de Bonavista, Brasil, la Policía colombiana en una operación con las autoridades de Brasil capturó a Marcos de Jesús Figueroa García, alias ‘Marquitos’.

El operativo se llevó a cabo este miércoles en horas de la tarde cuando estaba en compañía de familiares, inclusive un primo de Figueroa también fue detenido.

Según las autoridades ‘Marquitos Figueroa’ es el principal capo del narcotráfico en el norte del país y jefe de una banda criminal que se mueve en la frontera entre Colombia y Venezuela.

Por su cabeza se ofrecían 350 millones de pesos y está señalado de varios crímenes contra políticos y funcionarios en La Guajira y Cesar.

Para la Fiscalía, Figueroa será pieza en las investigaciones que adelanta contra el exgobernador de La Guajira, Francisco Gómez Cerchar, teniendo en cuenta que su nombre fue mencionado por el ente acusador en la imputación de cargos contra ‘Kiko’ Gómez, a quien se le acusa de ser determinador de varios homicidios.

La caída del clan de Marquitos

Los investigadores y periodistas Claudia López, León Valencia, Gonzalo Guillén y Ariel Ávila, denunciaron el accionar de Marcos Figueroa como jefe de una peligrosa banda criminal que controla el contrabando y narcotráfico en La Guajira. Además dieron a conocer los presuntos nexos que este capo tendría con el detenido gobernador Francisco ‘Kiko’ Gómez Cerchar.

Fue así como las autoridades luego de esas denuncias iniciaron una persecución contra el clan de ‘Marquitos’ Figueroa, poniendo tras las rejas a varios de sus colaboradores.

El 12 de octubre de 2013, el CTI de la Fiscalía capturó en Fonseca, sur de La Guajira, a ‘Kiko’ Gómez, tras ser vinculado como presunto determinador de los homicidios de la exalcaldesa de Barrancas (La Guajira) Yandra Brito, su esposo Henry Ustáriz Guerra, y el escolta de éste, Wilfrido Fonseca Peñaranda. De acuerdo con las investigaciones ‘Marquitos’ habría utilizado su grupo delincuencial para cometer los crímenes.
El 8 de mayo de este año, Marcos Francisco Figueroa Fonseca, hijo de Marcos Figueroa García- fue capturado en el municipio de Fonseca, La Guajira, por solicitud del Juzgado Segundo Especializado de Montería, Córdoba, que emitió orden de captura en su contra por concierto para delinquir al ser vinculado con el grupo criminal que presuntamente lidera su papá.

Al día siguiente, fue capturado el exalcalde de Barrancas, La Guajira, Juan Carlos León Solano, cuando se movilizaba en una camioneta, escoltado por otro vehículo similar, en el parqueadero del centro comercial Guatapurí, al norte de Valledupar.

La Policía reportó que en el momento del arresto, al cuerpo de seguridad del exmandatario, ahora ganadero, le encontraron dos subametralladoras, tres pistolas y una escopeta con sus respectivos permisos para porte o tenencia. La Fiscalía Primera Especializada de Bogotá, delegada ante la Unidad Nacional contra Bandas Criminales le imputó cargos por los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravado porque presuntamente hacía parte del clan de ‘Marquitos’ Figueroa.

El pasado 5 de agosto, la Policía arrestó al ganadero y empresario de gasolina del municipio de La Paz, Armando Gnecco Vega, como presunto coautor del asesinato del dirigente político Efraín Ovalle Oñate, crimen por el que también es investigado el cantante vallenato Jorge Oñate.

“Además es financiador de la organización delincuencial liderada por ‘Marquitos’ Figueroa”, así se refirió el director General de la Dijín, Mayor General Jorge Rodríguez, al empresario conocido con el alias de ‘Mandarina’.

Agregó que a Armando Gnecco en el momento de su captura, le incautaron un fusil, tres pistolas, una subametralladora, 17 proveedores y 247 cartuchos nueve milímetros.

Extenso prontuario

El portal de internet Las dos orillas publicó el año pasado la historia de Marcos Figueroa al que califica como el terror de La Guajira y narra una serie de hechos que muestran su historia criminal.
En uno de los episodios se cuenta que años atrás, Marcos Figueroa “llegó a la oficina de Avianca en Valledupar y mandó amarrar a los trabajadores, se dirigió a la oficina de la gerente, le puso un arma en la cabeza y le dijo que sacara de su bolso el celular para llamar a su esposo. Al otro lado de la línea contestó el sanguinario paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia; Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’.”
El portal publica que “después de la derrota militar que le propinó ‘40’ a Hernán Giraldo, líder de las Autodefensas Campesinas del Magdalena y La Guajira (ACMG), Marquitos quiso acercarse a su nuevo rival para resarcir asperezas y negociar las rutas de narcotráfico, contrabando y tráfico de gasolina. Hacerse pasito. Sin embargo ‘40’ hizo caso omiso a todos los recados que le mandaba aquel guajiro que tenía fama de malo. Pero ‘Marquitos’ se hizo sentir: “O se reúne conmigo, o le mato a su mujer y después lo mato a usted”, cuentan que fue lo le dijo en aquella llamada telefónica. No hay constancia si en ese año de 2004 se reunieron, pero quedó sentado que ‘Jorge 40’ comenzó a respetar al nuevo dueño del bandidaje en la frontera con Venezuela”.

De origen Wayyú

Marcos Figueroa nació hace 51 años en Fonseca (La Guajira), pero desde niño se fue a vivir al municipio vecino, Barrancas. Proveniente de una familia tradicional Wayúu, de origen humilde y extensa en parentela comenzó a ser llamado ‘Marquitos’ por su bajísima estatura y desde adolescente era, literalmente, de armas tomar.

Información tomada de internet, señala que a principios de los años noventa,‘Marquitos’ se convirtió en el chepito que, arma en mano, cobraba impuesto de paso a todo lo que entraba y salía de la frontera. Así mismo, se convirtió en reducidor de los contenedores y tractomulas que otros sabuesos se robaban en aquellos caminos sin Ley ni Estado. En un caso fortuito a mitad de los años noventa las autoridades de la Costa lo sorprendieron como reductor y lo enviaron a la cárcel de Santa Marta de donde se fugó.

Con aquel pergamino a cuestas, en la vida de Marquitos se volvería a cruzar un hombre con el que ya había trabajado antes: el polémico empresario Jorge Gnecco Cerchar quien conformó junto al exparamilitar Salvatore Mancuso una sociedad de seguridad privada a los ganaderos de la región.

Por aquellos días apareció ‘Jorge 40’, encargado por Carlos Castaño de empezar a expandir en toda la costa Atlántica al Bloque Norte de las Auc. Al principio la relación entre Gnecco Cerchar y ‘40’ fue amable y cordial, pero Jorge ‘40’ se dio cuenta que era necesario apoderarse del corredor que los capos colombianos habían construido de tiempo atrás con la gente de la Sierra Nevada y La Guajira y empezó una guerra sin treguas entre ‘40’ y Hernán Giraldo.

‘Marquitos’ Figueroa llegó entonces a ser el nuevo jefe de seguridad de Jorge Gnecco Cerchar, quien se sentía amenazado por la gente y las decisiones de ‘40’. Es así como mientras su patrón se encargaba de los negocios de ‘alto turmequé’, Marquitos hacia escuela consolidando un poder en el bajo mundo. Conocer al dedillo las rutas de contrabando de gasolina por La Guajira, reunirse con los mandos medios de las Autodefensas, saber cuánto vale producir un kilo de cocaína, cuánto vale transportarlo, quién lo vende, quién lo compra, en qué partes de la Costa se puede acopiar, cómo se pasa al otro lado de la frontera, quién responde y cómo hacer responder, cómo cambalachar droga por armas, quiénes son los mandos medios de la policía que se pueden comprar, cómo comprarlos y hasta cuánto vale desaparecer su prontuario criminal de las bases de datos del Estado como lo hizo en cuanto pudo. Fue en ese agite de vida cuando mataron a su mentor.

Tras aquellos años de aprendizaje, el Wayúu montó su propia banda criminal como rueda suelta de sus antecesores. No se quedó quieto y comenzó a crear alianzas. Uno de sus primeros socios fue Mario Cotes, un contrabandista de quien se dice le abrió las puertas del comercio ilegal a ‘Jorge 40’. Marcos también se asociaría con Salomón Camacho, conocido en La Guajira como ‘Papá Grande’, este sí un traficante consagrado que le manejaba todas las exportaciones de cocaína a Wilber Varela alias ‘Jabón’.

La estrategia de ‘Marquitos’ fue insólita; cooperativizó a todos los pequeños y medianos exportadores de droga, ofreciéndoles una solución que les abarataba los costos de transporte y seguridad de sus mercancías para enviarlas hacia Venezuela. Investigadores dan cuenta que Marquitos construyó una central de acopio de cocaína, recibía todo cuanto le enviaban los traquetos de turno, la embarcaba en los carrotanques de gasolina, las dejaba en buen puerto y de vuelta los camiones bajaban plata y por supuesto combustible de contrabando. Un negocio redondo que, según parece, no ha cambiado en todo este tiempo.

Mario Cotes correría la misma suerte de Jorge Gnecco Cerchar. El paramilitar ‘Jorge 40’ lo citó en una de en una de sus fincas. Cotes llenó su camioneta de whisky y llevó un maletín con 100 millones de pesos para pagar el debido impuesto a las Autodefensas. Días después fue hallado con un tiro en la frente, amordazado de pies y manos. Como en la caída de fichas de dominó, ‘40’ mandaría matar a una decena de contrabandistas tras negarse a rendirle cuentas. Las bajas no amedrentarían al temerario ‘Marquitos’, quien le hizo saber a ‘Jorge 40’ quién era y con quién se estaba metiendo el día que se atrevió a arrodillar a su mujer para ponérselo al teléfono.

A mediados de 1998 Marcos Figueroa logró fugarse de la cárcel donde estaba preso en Santa Marta y según las autoridades del proceso por el cual estuvo detenido, desaparecieron los archivos judiciales.

Investigaciones de las autoridades relacionan a este hombre con el exgobernador de La Guajira Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez, detenido y procesado por varios delitos y de quien Figueroa sería su mano derecha en cuanto al accionar delictivo.

Alias ‘Marquitos’, habría participado en renombrados crímenes que impactaron en la sociedad cesarense y guajira como las muertes del exconcejal del municipio de La Paz, Efraín Ovalle, la exalcaldesa de Barrancas, La Guajira, Yandra Brito y su esposo Henry Ustáris. La investigación que se adelanta menciona a ‘Marquitos’ Figueroa, como determinador de estos asesinatos.
Otros de los hechos que se le atribuyen es el ataque a una patrulla de Migración Colombia, en el que murieron dos funcionarios y dos policías, así como amenazas a varios periodistas de talla nacional.

Por Redacción Judicial / EL PILÓN

Judicial
23 octubre, 2014

Cayó ‘Marquitos Figueroa’ en Brasil

La captura de uno de los capos más buscados en Colombia la hizo la Policía Nacional con la ayuda de la Policía Federal de Brasil.


Captura de alias
Captura de alias "Marquitos Figueroa"

En una lujosa mansión de la ciudad de Bonavista, Brasil, la Policía colombiana en una operación con las autoridades de Brasil capturó a Marcos de Jesús Figueroa García, alias ‘Marquitos’.

El operativo se llevó a cabo este miércoles en horas de la tarde cuando estaba en compañía de familiares, inclusive un primo de Figueroa también fue detenido.

Según las autoridades ‘Marquitos Figueroa’ es el principal capo del narcotráfico en el norte del país y jefe de una banda criminal que se mueve en la frontera entre Colombia y Venezuela.

Por su cabeza se ofrecían 350 millones de pesos y está señalado de varios crímenes contra políticos y funcionarios en La Guajira y Cesar.

Para la Fiscalía, Figueroa será pieza en las investigaciones que adelanta contra el exgobernador de La Guajira, Francisco Gómez Cerchar, teniendo en cuenta que su nombre fue mencionado por el ente acusador en la imputación de cargos contra ‘Kiko’ Gómez, a quien se le acusa de ser determinador de varios homicidios.

La caída del clan de Marquitos

Los investigadores y periodistas Claudia López, León Valencia, Gonzalo Guillén y Ariel Ávila, denunciaron el accionar de Marcos Figueroa como jefe de una peligrosa banda criminal que controla el contrabando y narcotráfico en La Guajira. Además dieron a conocer los presuntos nexos que este capo tendría con el detenido gobernador Francisco ‘Kiko’ Gómez Cerchar.

Fue así como las autoridades luego de esas denuncias iniciaron una persecución contra el clan de ‘Marquitos’ Figueroa, poniendo tras las rejas a varios de sus colaboradores.

El 12 de octubre de 2013, el CTI de la Fiscalía capturó en Fonseca, sur de La Guajira, a ‘Kiko’ Gómez, tras ser vinculado como presunto determinador de los homicidios de la exalcaldesa de Barrancas (La Guajira) Yandra Brito, su esposo Henry Ustáriz Guerra, y el escolta de éste, Wilfrido Fonseca Peñaranda. De acuerdo con las investigaciones ‘Marquitos’ habría utilizado su grupo delincuencial para cometer los crímenes.
El 8 de mayo de este año, Marcos Francisco Figueroa Fonseca, hijo de Marcos Figueroa García- fue capturado en el municipio de Fonseca, La Guajira, por solicitud del Juzgado Segundo Especializado de Montería, Córdoba, que emitió orden de captura en su contra por concierto para delinquir al ser vinculado con el grupo criminal que presuntamente lidera su papá.

Al día siguiente, fue capturado el exalcalde de Barrancas, La Guajira, Juan Carlos León Solano, cuando se movilizaba en una camioneta, escoltado por otro vehículo similar, en el parqueadero del centro comercial Guatapurí, al norte de Valledupar.

La Policía reportó que en el momento del arresto, al cuerpo de seguridad del exmandatario, ahora ganadero, le encontraron dos subametralladoras, tres pistolas y una escopeta con sus respectivos permisos para porte o tenencia. La Fiscalía Primera Especializada de Bogotá, delegada ante la Unidad Nacional contra Bandas Criminales le imputó cargos por los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravado porque presuntamente hacía parte del clan de ‘Marquitos’ Figueroa.

El pasado 5 de agosto, la Policía arrestó al ganadero y empresario de gasolina del municipio de La Paz, Armando Gnecco Vega, como presunto coautor del asesinato del dirigente político Efraín Ovalle Oñate, crimen por el que también es investigado el cantante vallenato Jorge Oñate.

“Además es financiador de la organización delincuencial liderada por ‘Marquitos’ Figueroa”, así se refirió el director General de la Dijín, Mayor General Jorge Rodríguez, al empresario conocido con el alias de ‘Mandarina’.

Agregó que a Armando Gnecco en el momento de su captura, le incautaron un fusil, tres pistolas, una subametralladora, 17 proveedores y 247 cartuchos nueve milímetros.

Extenso prontuario

El portal de internet Las dos orillas publicó el año pasado la historia de Marcos Figueroa al que califica como el terror de La Guajira y narra una serie de hechos que muestran su historia criminal.
En uno de los episodios se cuenta que años atrás, Marcos Figueroa “llegó a la oficina de Avianca en Valledupar y mandó amarrar a los trabajadores, se dirigió a la oficina de la gerente, le puso un arma en la cabeza y le dijo que sacara de su bolso el celular para llamar a su esposo. Al otro lado de la línea contestó el sanguinario paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia; Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’.”
El portal publica que “después de la derrota militar que le propinó ‘40’ a Hernán Giraldo, líder de las Autodefensas Campesinas del Magdalena y La Guajira (ACMG), Marquitos quiso acercarse a su nuevo rival para resarcir asperezas y negociar las rutas de narcotráfico, contrabando y tráfico de gasolina. Hacerse pasito. Sin embargo ‘40’ hizo caso omiso a todos los recados que le mandaba aquel guajiro que tenía fama de malo. Pero ‘Marquitos’ se hizo sentir: “O se reúne conmigo, o le mato a su mujer y después lo mato a usted”, cuentan que fue lo le dijo en aquella llamada telefónica. No hay constancia si en ese año de 2004 se reunieron, pero quedó sentado que ‘Jorge 40’ comenzó a respetar al nuevo dueño del bandidaje en la frontera con Venezuela”.

De origen Wayyú

Marcos Figueroa nació hace 51 años en Fonseca (La Guajira), pero desde niño se fue a vivir al municipio vecino, Barrancas. Proveniente de una familia tradicional Wayúu, de origen humilde y extensa en parentela comenzó a ser llamado ‘Marquitos’ por su bajísima estatura y desde adolescente era, literalmente, de armas tomar.

Información tomada de internet, señala que a principios de los años noventa,‘Marquitos’ se convirtió en el chepito que, arma en mano, cobraba impuesto de paso a todo lo que entraba y salía de la frontera. Así mismo, se convirtió en reducidor de los contenedores y tractomulas que otros sabuesos se robaban en aquellos caminos sin Ley ni Estado. En un caso fortuito a mitad de los años noventa las autoridades de la Costa lo sorprendieron como reductor y lo enviaron a la cárcel de Santa Marta de donde se fugó.

Con aquel pergamino a cuestas, en la vida de Marquitos se volvería a cruzar un hombre con el que ya había trabajado antes: el polémico empresario Jorge Gnecco Cerchar quien conformó junto al exparamilitar Salvatore Mancuso una sociedad de seguridad privada a los ganaderos de la región.

Por aquellos días apareció ‘Jorge 40’, encargado por Carlos Castaño de empezar a expandir en toda la costa Atlántica al Bloque Norte de las Auc. Al principio la relación entre Gnecco Cerchar y ‘40’ fue amable y cordial, pero Jorge ‘40’ se dio cuenta que era necesario apoderarse del corredor que los capos colombianos habían construido de tiempo atrás con la gente de la Sierra Nevada y La Guajira y empezó una guerra sin treguas entre ‘40’ y Hernán Giraldo.

‘Marquitos’ Figueroa llegó entonces a ser el nuevo jefe de seguridad de Jorge Gnecco Cerchar, quien se sentía amenazado por la gente y las decisiones de ‘40’. Es así como mientras su patrón se encargaba de los negocios de ‘alto turmequé’, Marquitos hacia escuela consolidando un poder en el bajo mundo. Conocer al dedillo las rutas de contrabando de gasolina por La Guajira, reunirse con los mandos medios de las Autodefensas, saber cuánto vale producir un kilo de cocaína, cuánto vale transportarlo, quién lo vende, quién lo compra, en qué partes de la Costa se puede acopiar, cómo se pasa al otro lado de la frontera, quién responde y cómo hacer responder, cómo cambalachar droga por armas, quiénes son los mandos medios de la policía que se pueden comprar, cómo comprarlos y hasta cuánto vale desaparecer su prontuario criminal de las bases de datos del Estado como lo hizo en cuanto pudo. Fue en ese agite de vida cuando mataron a su mentor.

Tras aquellos años de aprendizaje, el Wayúu montó su propia banda criminal como rueda suelta de sus antecesores. No se quedó quieto y comenzó a crear alianzas. Uno de sus primeros socios fue Mario Cotes, un contrabandista de quien se dice le abrió las puertas del comercio ilegal a ‘Jorge 40’. Marcos también se asociaría con Salomón Camacho, conocido en La Guajira como ‘Papá Grande’, este sí un traficante consagrado que le manejaba todas las exportaciones de cocaína a Wilber Varela alias ‘Jabón’.

La estrategia de ‘Marquitos’ fue insólita; cooperativizó a todos los pequeños y medianos exportadores de droga, ofreciéndoles una solución que les abarataba los costos de transporte y seguridad de sus mercancías para enviarlas hacia Venezuela. Investigadores dan cuenta que Marquitos construyó una central de acopio de cocaína, recibía todo cuanto le enviaban los traquetos de turno, la embarcaba en los carrotanques de gasolina, las dejaba en buen puerto y de vuelta los camiones bajaban plata y por supuesto combustible de contrabando. Un negocio redondo que, según parece, no ha cambiado en todo este tiempo.

Mario Cotes correría la misma suerte de Jorge Gnecco Cerchar. El paramilitar ‘Jorge 40’ lo citó en una de en una de sus fincas. Cotes llenó su camioneta de whisky y llevó un maletín con 100 millones de pesos para pagar el debido impuesto a las Autodefensas. Días después fue hallado con un tiro en la frente, amordazado de pies y manos. Como en la caída de fichas de dominó, ‘40’ mandaría matar a una decena de contrabandistas tras negarse a rendirle cuentas. Las bajas no amedrentarían al temerario ‘Marquitos’, quien le hizo saber a ‘Jorge 40’ quién era y con quién se estaba metiendo el día que se atrevió a arrodillar a su mujer para ponérselo al teléfono.

A mediados de 1998 Marcos Figueroa logró fugarse de la cárcel donde estaba preso en Santa Marta y según las autoridades del proceso por el cual estuvo detenido, desaparecieron los archivos judiciales.

Investigaciones de las autoridades relacionan a este hombre con el exgobernador de La Guajira Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez, detenido y procesado por varios delitos y de quien Figueroa sería su mano derecha en cuanto al accionar delictivo.

Alias ‘Marquitos’, habría participado en renombrados crímenes que impactaron en la sociedad cesarense y guajira como las muertes del exconcejal del municipio de La Paz, Efraín Ovalle, la exalcaldesa de Barrancas, La Guajira, Yandra Brito y su esposo Henry Ustáris. La investigación que se adelanta menciona a ‘Marquitos’ Figueroa, como determinador de estos asesinatos.
Otros de los hechos que se le atribuyen es el ataque a una patrulla de Migración Colombia, en el que murieron dos funcionarios y dos policías, así como amenazas a varios periodistas de talla nacional.

Por Redacción Judicial / EL PILÓN