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Columnista - 20 agosto, 2014

¡Ay que calor…¡ y otras cositas

Nosotros los vallenatos, estamos ardidos y no precisamente de la piedra. El verano que nos está azotando desde casi a comienzo de año, ha sido uno de los más fuertes de la historia. Ha sobrepasado el récord de temperatura máxima absoluta en unos 3 o 4 grados centígrados. Nunca antes habíamos sentido tanta sofocación. Ya […]

Nosotros los vallenatos, estamos ardidos y no precisamente de la piedra. El verano que nos está azotando desde casi a comienzo de año, ha sido uno de los más fuertes de la historia. Ha sobrepasado el récord de temperatura máxima absoluta en unos 3 o 4 grados centígrados. Nunca antes habíamos sentido tanta sofocación. Ya ni los aires acondicionados refrescan. En los parques, en los semáforos y en los interminables trancones de las calles de nuestro Valle, es costumbre ver a los vendedores ambulantes, que antes ofrecían otras cosas, hoy pregonan jugos de naranja, de limón, gaseosas y bolsitas de agua bien frías. El calor que nos está azotando tiene a algunos viejitos que asisten a las tertulias del Turco Pavajeau, además de ardidos muy preocupados. Rodolfo Maestre Pavajeau, Carlos Céspedes y José Alfonso Martínez, se la pasan con sus celulares de alta gama dándonos informes permanentes de las altas temperaturas que estamos soportando.
La primera inquietud, surgió a raíz de las explicaciones que nos han dado los expertos en climatología en torno a las causas del fuerte verano. El malo de la película, una vez más, es el fenómeno del Niño; el problema, sin embargo, es que el verano ha traído consigo un sinnúmero de problemas: La tragedia ecológica, que es inmensa, el razonamiento del agua y lo más grave de todo es que el Sector Agropecuaria, vital en la lucha contra la inflación, se ha visto seriamente afectado. Lo único seguro es que si el Niño decide crecer de tamaño y prolongarse, habría que seguir preocupándose. Por eso solo se espera que San Pedro se aburra de tomar el sol, que se ponga una gabardina para que deje caer las lluvias que todo el Cesar está esperando.
Y como es mi costumbre, trataré otras cositas: La verdad que no entiendo, la actitud de algunos vándalos y vagabundos moto-taxistas. La policía tratando de cumplir con su deber, al hacer cumplir la norma que prohíbe la circulación de motos con parrilleros, los días sábados, y estos bellacos y algunos ciudadanos a no dejarla cumplir, como sucedió en el Barrio Obrero, en que amenazaron a la policía. Por favor más respeto a nuestra policía, entonces de que se queja la ciudadanía de nuestra policía, que no cumple con su deber.
Aplausos para José Alfredo Gnecco, actual Senador y el Representante APE Cuello, por su actitud frente a las obras que se adelantan en el Aeropuerto de Valledupar, Barranquilleros tenían que ser los contratistas. No me cansaré de resaltar la labor que viene haciendo la doctora Katrizza Morelli Aroca, actual gerente del SIVA. Que inteligencia, que preparación y que capacidad. La felicito.
Y finalmente estoy de acuerdo con el nombre del nuevo Coliseo de Ferias Ganadera, Coliseo que está a la altura de cualquiera del mundo: Luis Alberto Monsalvo Ramírez. Se lo merece, no hay ningún impedimento y así lo aclaró el columnista Darío Arregoces, al hacer mención del Artículo primero, Parágrafo único del Decreto 2759/1997. Así de sencillo. Los homenajes deben hacerse en vida y no cuando uno se muere.

Columnista
20 agosto, 2014

¡Ay que calor…¡ y otras cositas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Nosotros los vallenatos, estamos ardidos y no precisamente de la piedra. El verano que nos está azotando desde casi a comienzo de año, ha sido uno de los más fuertes de la historia. Ha sobrepasado el récord de temperatura máxima absoluta en unos 3 o 4 grados centígrados. Nunca antes habíamos sentido tanta sofocación. Ya […]


Nosotros los vallenatos, estamos ardidos y no precisamente de la piedra. El verano que nos está azotando desde casi a comienzo de año, ha sido uno de los más fuertes de la historia. Ha sobrepasado el récord de temperatura máxima absoluta en unos 3 o 4 grados centígrados. Nunca antes habíamos sentido tanta sofocación. Ya ni los aires acondicionados refrescan. En los parques, en los semáforos y en los interminables trancones de las calles de nuestro Valle, es costumbre ver a los vendedores ambulantes, que antes ofrecían otras cosas, hoy pregonan jugos de naranja, de limón, gaseosas y bolsitas de agua bien frías. El calor que nos está azotando tiene a algunos viejitos que asisten a las tertulias del Turco Pavajeau, además de ardidos muy preocupados. Rodolfo Maestre Pavajeau, Carlos Céspedes y José Alfonso Martínez, se la pasan con sus celulares de alta gama dándonos informes permanentes de las altas temperaturas que estamos soportando.
La primera inquietud, surgió a raíz de las explicaciones que nos han dado los expertos en climatología en torno a las causas del fuerte verano. El malo de la película, una vez más, es el fenómeno del Niño; el problema, sin embargo, es que el verano ha traído consigo un sinnúmero de problemas: La tragedia ecológica, que es inmensa, el razonamiento del agua y lo más grave de todo es que el Sector Agropecuaria, vital en la lucha contra la inflación, se ha visto seriamente afectado. Lo único seguro es que si el Niño decide crecer de tamaño y prolongarse, habría que seguir preocupándose. Por eso solo se espera que San Pedro se aburra de tomar el sol, que se ponga una gabardina para que deje caer las lluvias que todo el Cesar está esperando.
Y como es mi costumbre, trataré otras cositas: La verdad que no entiendo, la actitud de algunos vándalos y vagabundos moto-taxistas. La policía tratando de cumplir con su deber, al hacer cumplir la norma que prohíbe la circulación de motos con parrilleros, los días sábados, y estos bellacos y algunos ciudadanos a no dejarla cumplir, como sucedió en el Barrio Obrero, en que amenazaron a la policía. Por favor más respeto a nuestra policía, entonces de que se queja la ciudadanía de nuestra policía, que no cumple con su deber.
Aplausos para José Alfredo Gnecco, actual Senador y el Representante APE Cuello, por su actitud frente a las obras que se adelantan en el Aeropuerto de Valledupar, Barranquilleros tenían que ser los contratistas. No me cansaré de resaltar la labor que viene haciendo la doctora Katrizza Morelli Aroca, actual gerente del SIVA. Que inteligencia, que preparación y que capacidad. La felicito.
Y finalmente estoy de acuerdo con el nombre del nuevo Coliseo de Ferias Ganadera, Coliseo que está a la altura de cualquiera del mundo: Luis Alberto Monsalvo Ramírez. Se lo merece, no hay ningún impedimento y así lo aclaró el columnista Darío Arregoces, al hacer mención del Artículo primero, Parágrafo único del Decreto 2759/1997. Así de sencillo. Los homenajes deben hacerse en vida y no cuando uno se muere.