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General - 20 octubre, 2014

A poner en orden los ríos del Cesar

Autoridades ambientales apuestan por el ordenamiento de cuencas, pero de unos 34 afluentes que trascienden por este departamento, no más de cuatro están organizadas.

La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, no ha logrado establecer el pomca del río Guatapurí al tener inconvenientes con las comunidades indígenas que deben autorizar dichas funciones. EL PILÓN / Archivo.
La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, no ha logrado establecer el pomca del río Guatapurí al tener inconvenientes con las comunidades indígenas que deben autorizar dichas funciones. EL PILÓN / Archivo.

Entre 2010 y 2011 Colombia vivió la más destructiva ola invernal en su reciente historia. El trágico saldo que cobró ese período de lluvias fue de 467 víctimas fatales, 3,6 millones de personas afectadas, 41 desaparecidos, 577 heridos, 15.323 viviendas destruidas y 489.116 averiadas. Un trance que el país no quiere repetir.
Algunas de las pérdidas y afectaciones registradas en el Departamento del Cesar por efectos del fenómeno de La Niña fueron: 69.596 hectáreas cultivadas pérdidas; cerca de 73 escuelas en 13 municipios; 18 acueductos municipales afectados; 5.409 kilómetros de vías terciarias afectadas; 15.766 viviendas afectadas y 7.569 destruidas, 5.545 fincas/parcelas averiadas y 3.353 fincas/parcelas destruidas.
Buscando herramientas para prevenir una situación parecida, el Ministerio del Medio Ambiente firmó con 30 corporaciones autónomas regionales del país (CAR) un convenio para la “actualización y ajuste de 137 planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas (Pomca)”. Entre ellas la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar.
La elaboración de los planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas (Pomca) en este departamento no han sido fáciles. A la falta de interés por parte de administraciones y algunos directores de Corpocesar, se le suma la problemática que genera, por ejemplo, para las comunidades indígenas firmar los acuerdos sobre el río Guatapurí, que recorre unos 72 kilómetros desde su nacimiento en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, hasta su desembocadura en el río Cesar.
En el 2012, Corpocesar encontró “el inadecuado manejo de podas, escombros, vertimientos de aguas residuales, talas, construcción de viviendas en zonas que hacen parte de la ronda del río, entre otras anomalías” sobre el Guatapurí, sin embargo, a esta fecha no se ha logrado culminar el Pomca, que le daría un mejor manejo al afluente.
EL PILÓN encontró que no son más de cuatro Pomcas hechos en el Cesar, a pesar de tener 34 fuentes hídricas, algunas compartidas con otros departamentos como La Guajira y Magdalena, entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de Perijá.
¿Qué está pasando?
Según explicó Tony Muñoz, ambientalista y funcionario de la Secretaría de Ambiente del Cesar, los planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas es una disposición del Gobierno Nacional, que nace a través del decreto 1640, permitiendo adecuar el uso del suelo de acuerdo a sus capacidades y organizar realmente el territorio de acuerdo a su vocación; agrícola, pecuaria, de protección o conservación, “los planes de manejo son una herramienta fundamental para organizar el tema de cuenca y garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico en la región”.
Muñoz indicó que para el río Guatapurí se inició un proceso de ordenación de cuenca, pero como en la fase de diagnóstico se debe hacer una concertación con las comunidades indígenas, afros, entre otras, quedó en éste proceso. “Nosotros como Gobierno Departamental apoyamos la gestión de los Pomca que adelanta Corpocesar, porque es la única que tiene la facultad de hacer este tipo de estudios. Realmente lo importante de las cuencas hidrográficas es que les permite al territorio organizarse de acuerdo a su capacidad de uso”.
El Sistema de Información Ambiental de la Gobernación del Cesar emite que por el sistema montañoso de la Sierra Nevada de Santa Marta hay nueve afluentes con incidencia en el Cesar, ellos son: arroyo Las Palomas, ríos Badillo, Río Seco, Guatapurí, Dilubio, Garupal, Fundación y Ariguaní, mientras que por la Serranía de Perijá hay 25.
El secretario de Ambiente, Andrés Felipe Meza considera que a las poblaciones le serviría mucho ordenar sus cuentas, porque denotaría un mayor desarrollo a cada región de acuerdo al tipo de actividad a desarrollar.
Por esta razón, la Secretaría de Ambiente adelanta la formulación del Plan de Manejo y Ordenamiento de la cuenca Buturama, quebradas Honda, San Pedro, Chiriaimo, Casacará, cuenca baja del río Cesar, entre otras que se ubican en jurisdicción de los municipios de Río de Oro, Aguachica, Codazzi, San Diego y Gamarra.
Por su parte, Corporcesar adelanta la investigación y trabajos para el Plan de Ordenamiento de Recursos Hídricos sobre la cuenca del río Cesar junto a otras 35 que son compartidas con La Guajira y el Magdalena.
La corporación, objeto de críticas por muchos años al no adelantar y ordenar los recursos hídricos del departamento, aduce que los trabajos que se hacen a largo plazo permitirán al Cesar tener un documento mediante el cual se reciba el apoyo técnico y económico del Gobierno Nacional en asuntos de manejo y recuperación de los ríos, lagunas, humedales, entre otros.
El director de la corporación, Kaleb Villalobos Brochel explica que Corpocesar ha tenido toda la voluntad de conformar y organizar, por ejemplo el río Guatapurí, donde el principal freno que han tenido es la aprobación de las comunidades indígenas.
Indígenas, papel fundamental
Los conflictos entre indígenas, gobierno y Corpocesar nunca han terminado a pesar de los sostenidos esfuerzos de las autoridades por tener de cualquier modo la voluntad de los Arhuacos, Koguis, Wiwa y Kankuamos, comunidades con influencia en el Cesar.
Herbert Zapata Izquierdo, coordinador del territorio Arhuaco, dijo para EL PILÓN que las autoridades y los mamos piensan que en la ciudad toda la gente es insensible frente al tema de la Sierra Nevada y sus alrededores.
“El río Guatapurí tiene muchísimas concesiones, pero esas concesiones nadie las regula; el río se seca, porque su función no se cumple, ni siquiera logra llegar a la mitad del Cesar en tiempo de verano. Todavía la corporación (Corpocesar) y más que ella, la parte de gobierno local, no ha emprendido en serio una lucha para mantener el río Guatapurí”, señaló el indígena.
Por su pendiente fuerte, el río Guatapurí genera la posibilidad de presentarse alteraciones de corriente alta en la parte baja de la capital del Cesar, según el Plan Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres de Valledupar, esta ciudad ha sido afectada en los últimos años directa o indirectamente por inundaciones que han provocado el desbordamiento de quebradas y ríos a lo largo de la mayoría de las cuencas principales del territorio municipal.
¿Qué es el pomca?
Los pomcas, son instrumentos de planificación para la toma de decisiones y se constituyen en norma de superior jerarquía y determinante ambiental para la elaboración y adopción de los planes de ordenamiento territorial, a través del cual se realiza la planeación del uso coordinado del suelo, del agua, la flora y fauna, con la prospectiva de mantener el equilibrio entre el aprovechamiento económico de los recursos naturales y la conservación de la estructura físico – biótica de la cuenca, especialmente la de garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico.

 

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]

General
20 octubre, 2014

A poner en orden los ríos del Cesar

Autoridades ambientales apuestan por el ordenamiento de cuencas, pero de unos 34 afluentes que trascienden por este departamento, no más de cuatro están organizadas.


La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, no ha logrado establecer el pomca del río Guatapurí al tener inconvenientes con las comunidades indígenas que deben autorizar dichas funciones. EL PILÓN / Archivo.
La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, no ha logrado establecer el pomca del río Guatapurí al tener inconvenientes con las comunidades indígenas que deben autorizar dichas funciones. EL PILÓN / Archivo.

Entre 2010 y 2011 Colombia vivió la más destructiva ola invernal en su reciente historia. El trágico saldo que cobró ese período de lluvias fue de 467 víctimas fatales, 3,6 millones de personas afectadas, 41 desaparecidos, 577 heridos, 15.323 viviendas destruidas y 489.116 averiadas. Un trance que el país no quiere repetir.
Algunas de las pérdidas y afectaciones registradas en el Departamento del Cesar por efectos del fenómeno de La Niña fueron: 69.596 hectáreas cultivadas pérdidas; cerca de 73 escuelas en 13 municipios; 18 acueductos municipales afectados; 5.409 kilómetros de vías terciarias afectadas; 15.766 viviendas afectadas y 7.569 destruidas, 5.545 fincas/parcelas averiadas y 3.353 fincas/parcelas destruidas.
Buscando herramientas para prevenir una situación parecida, el Ministerio del Medio Ambiente firmó con 30 corporaciones autónomas regionales del país (CAR) un convenio para la “actualización y ajuste de 137 planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas (Pomca)”. Entre ellas la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar.
La elaboración de los planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas (Pomca) en este departamento no han sido fáciles. A la falta de interés por parte de administraciones y algunos directores de Corpocesar, se le suma la problemática que genera, por ejemplo, para las comunidades indígenas firmar los acuerdos sobre el río Guatapurí, que recorre unos 72 kilómetros desde su nacimiento en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, hasta su desembocadura en el río Cesar.
En el 2012, Corpocesar encontró “el inadecuado manejo de podas, escombros, vertimientos de aguas residuales, talas, construcción de viviendas en zonas que hacen parte de la ronda del río, entre otras anomalías” sobre el Guatapurí, sin embargo, a esta fecha no se ha logrado culminar el Pomca, que le daría un mejor manejo al afluente.
EL PILÓN encontró que no son más de cuatro Pomcas hechos en el Cesar, a pesar de tener 34 fuentes hídricas, algunas compartidas con otros departamentos como La Guajira y Magdalena, entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de Perijá.
¿Qué está pasando?
Según explicó Tony Muñoz, ambientalista y funcionario de la Secretaría de Ambiente del Cesar, los planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas es una disposición del Gobierno Nacional, que nace a través del decreto 1640, permitiendo adecuar el uso del suelo de acuerdo a sus capacidades y organizar realmente el territorio de acuerdo a su vocación; agrícola, pecuaria, de protección o conservación, “los planes de manejo son una herramienta fundamental para organizar el tema de cuenca y garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico en la región”.
Muñoz indicó que para el río Guatapurí se inició un proceso de ordenación de cuenca, pero como en la fase de diagnóstico se debe hacer una concertación con las comunidades indígenas, afros, entre otras, quedó en éste proceso. “Nosotros como Gobierno Departamental apoyamos la gestión de los Pomca que adelanta Corpocesar, porque es la única que tiene la facultad de hacer este tipo de estudios. Realmente lo importante de las cuencas hidrográficas es que les permite al territorio organizarse de acuerdo a su capacidad de uso”.
El Sistema de Información Ambiental de la Gobernación del Cesar emite que por el sistema montañoso de la Sierra Nevada de Santa Marta hay nueve afluentes con incidencia en el Cesar, ellos son: arroyo Las Palomas, ríos Badillo, Río Seco, Guatapurí, Dilubio, Garupal, Fundación y Ariguaní, mientras que por la Serranía de Perijá hay 25.
El secretario de Ambiente, Andrés Felipe Meza considera que a las poblaciones le serviría mucho ordenar sus cuentas, porque denotaría un mayor desarrollo a cada región de acuerdo al tipo de actividad a desarrollar.
Por esta razón, la Secretaría de Ambiente adelanta la formulación del Plan de Manejo y Ordenamiento de la cuenca Buturama, quebradas Honda, San Pedro, Chiriaimo, Casacará, cuenca baja del río Cesar, entre otras que se ubican en jurisdicción de los municipios de Río de Oro, Aguachica, Codazzi, San Diego y Gamarra.
Por su parte, Corporcesar adelanta la investigación y trabajos para el Plan de Ordenamiento de Recursos Hídricos sobre la cuenca del río Cesar junto a otras 35 que son compartidas con La Guajira y el Magdalena.
La corporación, objeto de críticas por muchos años al no adelantar y ordenar los recursos hídricos del departamento, aduce que los trabajos que se hacen a largo plazo permitirán al Cesar tener un documento mediante el cual se reciba el apoyo técnico y económico del Gobierno Nacional en asuntos de manejo y recuperación de los ríos, lagunas, humedales, entre otros.
El director de la corporación, Kaleb Villalobos Brochel explica que Corpocesar ha tenido toda la voluntad de conformar y organizar, por ejemplo el río Guatapurí, donde el principal freno que han tenido es la aprobación de las comunidades indígenas.
Indígenas, papel fundamental
Los conflictos entre indígenas, gobierno y Corpocesar nunca han terminado a pesar de los sostenidos esfuerzos de las autoridades por tener de cualquier modo la voluntad de los Arhuacos, Koguis, Wiwa y Kankuamos, comunidades con influencia en el Cesar.
Herbert Zapata Izquierdo, coordinador del territorio Arhuaco, dijo para EL PILÓN que las autoridades y los mamos piensan que en la ciudad toda la gente es insensible frente al tema de la Sierra Nevada y sus alrededores.
“El río Guatapurí tiene muchísimas concesiones, pero esas concesiones nadie las regula; el río se seca, porque su función no se cumple, ni siquiera logra llegar a la mitad del Cesar en tiempo de verano. Todavía la corporación (Corpocesar) y más que ella, la parte de gobierno local, no ha emprendido en serio una lucha para mantener el río Guatapurí”, señaló el indígena.
Por su pendiente fuerte, el río Guatapurí genera la posibilidad de presentarse alteraciones de corriente alta en la parte baja de la capital del Cesar, según el Plan Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres de Valledupar, esta ciudad ha sido afectada en los últimos años directa o indirectamente por inundaciones que han provocado el desbordamiento de quebradas y ríos a lo largo de la mayoría de las cuencas principales del territorio municipal.
¿Qué es el pomca?
Los pomcas, son instrumentos de planificación para la toma de decisiones y se constituyen en norma de superior jerarquía y determinante ambiental para la elaboración y adopción de los planes de ordenamiento territorial, a través del cual se realiza la planeación del uso coordinado del suelo, del agua, la flora y fauna, con la prospectiva de mantener el equilibrio entre el aprovechamiento económico de los recursos naturales y la conservación de la estructura físico – biótica de la cuenca, especialmente la de garantizar la sostenibilidad del recurso hídrico.

 

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]