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General - 19 agosto, 2017

Indignación por quema a templos sagrados de pueblos Wiwa y Kankuamo

A tan solo 24 horas, el corazón del mundo La Sierra Nevada de Santa Marta sufrió dos atentados a templos a su espiritualidad.

Indignados se encuentran los pueblos Wiwa y Kankuamo, tras ser víctimas de actos indiscriminados que atentaron contra sus templos sagrados el pasado jueves, 17 de agosto.

El Coordinador de DDHH del Pueblos Wiwa OWYBT, Pedro Loperena señaló que el “acto terrorista a las casas ceremoniales donde se comparte los conocimientos espirituales y culturales, la noche del mismo jueves 17, al ser quemadas tanto las Ungana y Ushui (hembra y macho),  se suma a la estrategia de etnocidio que los pueblos de la Sierra Nevada somos objeto”,

Cercano al incendio que el pasado 17 de agosto consumió algunos sitios sagrados del pueblo Kankuamo, ubicado en el corregimiento Guatapurí, al norte de Valledupar, alrededor de las 9:30 de la noche del mismo jueves, la comunidad Wiwa de Sheyamake, ubicada en la finca Arimaka, territorio recuperado hace 4 años, en plena troncal del caribe, vía Riohacha municipio de Dibulla, cuenca del rio Jerez en La Guajira, también fue víctima del fuego.

La comunidad  Wiwa se encuentra en territorio ancestral reconocido en la sentencia 849 del 2014, donde cohabitan población Wiwa desplazada o víctimas del conflicto de Make, Coroal y el Limón, quienes vienen siendo objeto de presencia de grupos armados ilegales y de actores extractivista de la minería ilegal, cuyas autoridades indígenas han recibido ofertas para permitir la extracción de oro; ante la negativa, han amedrantado a las autoridades como el coordinador de territorio del pueblo Wiwa.

Estos y otros hechos fueron denunciados en la Audiencia con la Corte Constitucional y la Procuraduría General de la Nación, el primero de Agosto en Nabusímake ,Capital del Pueblo Arhuaco.

Pedro Loperena, reiteró que “este acto se suma a la estrategia de etnocidio que viene sufriendo el pueblo Wiwa, y los demás pueblos hermanos de la Sierra Nevada, tal como lo demandara la Corte Constitucional en el Auto 004 del 2009, ocho años van y las causas de este auto siguen renovándose, ayer fue con las balas, hoy la devoras sed del agua y los recursos minerales de la Sierra nos vuelven a condenar, ante la defensa de nuestros derechos y salvaguarda del Corazón del Mundo, no sólo para los pueblos originarios, sino para el humanidad”.

Ante las pérdidas del patrimonio material e inmaterial de los pueblos Wiwas y Kankuamos, como sus casas ceremoniales y de todos los pueblos originarios de Colombia, la ONIC ratifica enérgicamente que “ningún actor armando, legal e ilegal, y mucho menos los actores extractivista podrán amilanar la fuerza y silenciar a nuestros pueblos, en su lucha por la defensa y exigibilidad de los derechos ancestrales, y más ahora en contexto de paz”, por ello “nos unimos al clamor de los Hermanos Wiwas y Kankuamos, y demás hermanos de la Sierra Nevada, para que estos hechos sean esclarecidos en coordinación con nuestra autoridades propias, y se garanticen los derechos a la integridad y la vida, para seguir perviviendo física y cultural en nuestros territorios ancestrales” Luis Fernando Arias, Consejero Mayor de la ONIC.

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19 agosto, 2017

Indignación por quema a templos sagrados de pueblos Wiwa y Kankuamo

A tan solo 24 horas, el corazón del mundo La Sierra Nevada de Santa Marta sufrió dos atentados a templos a su espiritualidad.


Indignados se encuentran los pueblos Wiwa y Kankuamo, tras ser víctimas de actos indiscriminados que atentaron contra sus templos sagrados el pasado jueves, 17 de agosto.

El Coordinador de DDHH del Pueblos Wiwa OWYBT, Pedro Loperena señaló que el “acto terrorista a las casas ceremoniales donde se comparte los conocimientos espirituales y culturales, la noche del mismo jueves 17, al ser quemadas tanto las Ungana y Ushui (hembra y macho),  se suma a la estrategia de etnocidio que los pueblos de la Sierra Nevada somos objeto”,

Cercano al incendio que el pasado 17 de agosto consumió algunos sitios sagrados del pueblo Kankuamo, ubicado en el corregimiento Guatapurí, al norte de Valledupar, alrededor de las 9:30 de la noche del mismo jueves, la comunidad Wiwa de Sheyamake, ubicada en la finca Arimaka, territorio recuperado hace 4 años, en plena troncal del caribe, vía Riohacha municipio de Dibulla, cuenca del rio Jerez en La Guajira, también fue víctima del fuego.

La comunidad  Wiwa se encuentra en territorio ancestral reconocido en la sentencia 849 del 2014, donde cohabitan población Wiwa desplazada o víctimas del conflicto de Make, Coroal y el Limón, quienes vienen siendo objeto de presencia de grupos armados ilegales y de actores extractivista de la minería ilegal, cuyas autoridades indígenas han recibido ofertas para permitir la extracción de oro; ante la negativa, han amedrantado a las autoridades como el coordinador de territorio del pueblo Wiwa.

Estos y otros hechos fueron denunciados en la Audiencia con la Corte Constitucional y la Procuraduría General de la Nación, el primero de Agosto en Nabusímake ,Capital del Pueblo Arhuaco.

Pedro Loperena, reiteró que “este acto se suma a la estrategia de etnocidio que viene sufriendo el pueblo Wiwa, y los demás pueblos hermanos de la Sierra Nevada, tal como lo demandara la Corte Constitucional en el Auto 004 del 2009, ocho años van y las causas de este auto siguen renovándose, ayer fue con las balas, hoy la devoras sed del agua y los recursos minerales de la Sierra nos vuelven a condenar, ante la defensa de nuestros derechos y salvaguarda del Corazón del Mundo, no sólo para los pueblos originarios, sino para el humanidad”.

Ante las pérdidas del patrimonio material e inmaterial de los pueblos Wiwas y Kankuamos, como sus casas ceremoniales y de todos los pueblos originarios de Colombia, la ONIC ratifica enérgicamente que “ningún actor armando, legal e ilegal, y mucho menos los actores extractivista podrán amilanar la fuerza y silenciar a nuestros pueblos, en su lucha por la defensa y exigibilidad de los derechos ancestrales, y más ahora en contexto de paz”, por ello “nos unimos al clamor de los Hermanos Wiwas y Kankuamos, y demás hermanos de la Sierra Nevada, para que estos hechos sean esclarecidos en coordinación con nuestra autoridades propias, y se garanticen los derechos a la integridad y la vida, para seguir perviviendo física y cultural en nuestros territorios ancestrales” Luis Fernando Arias, Consejero Mayor de la ONIC.