Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 26 junio, 2018

Hospital José David Padilla Villafañe

Cuando la Contraloría General de la República llamó la atención sobre los recursos del sistema general de regalías que la Gobernación del Cesar invirtió en la construcción del Hospital José David Padilla Villafañe del municipio de Aguachica, estaba haciendo referencia nada más y nada menos que a la necesidad de culminar una obra que amenazaba […]

Cuando la Contraloría General de la República llamó la atención sobre los recursos del sistema general de regalías que la Gobernación del Cesar invirtió en la construcción del Hospital José David Padilla Villafañe del municipio de Aguachica, estaba haciendo referencia nada más y nada menos que a la necesidad de culminar una obra que amenazaba con quedar inconclusa.

Enhorabuena, la obra ha concluido, los más de 37 mil millones de pesos iniciales dispuestos para la misma, están próximos a servir de utilidad pública. El contrato de obra adicionado por un lado en 18 mil millones de pesos y por el otro en mil 979 millones de pesos, suma una inversión que asciende a 57 mil 596 millones de pesos.

Lo anterior lleva a preguntarnos, ya terminada la obra, ¿Cuándo entrarán en funcionamiento las instalaciones del hospital para prestar servicios a la comunidad?

Servicio del cual se beneficiaran principalmente 10 municipios del departamento del Cesar y 7 municipios del departamento de Bolívar, eso sin mencionar aquellos de los Santanderes, para cumplir con la finalidad de una infraestructura hospitalaria, que debe servir para la prestación de servicios de acuerdo al nivel de atención y complejidad.

El mensaje es claro, la Gerencia de un hospital de esta magnitud debe tener presente entre otras, lo siguiente:

  1. Tener un plan de implantación para desarrollar los servicios de la nueva sede con responsables y recursos.
  2. Mejorar la gestión de cartera.
  3. Mantener un plan de mercadeo con las EPS de la región.
  4. Tener carta de intención y compromiso de las EPS del régimen subsidiado y contributivo para firmar contratos con la entidad.
  5. Presentar oportunamente la facturación y responder a las glosas dentro de los términos establecidos.
  6. Mantener contratos con grupos de especialistas que garanticen la oferta de segundo nivel.
  7. Fortalecer la participación ciudadana a través de informes periódicos de avance del proyecto con la comunidad.

Los ejemplos de restructuraciones por mala gestión hospitalaria y por incapacidad para entrar en funcionamiento son muchos a lo largo y ancho del país. Un ejemplo de lo anterior se encuentra en Zipaquirá, Cundinamarca, en donde no ha sido posible poner en funcionamiento el hospital, lo que provocó titulares como “Oscuridades en el hospital regional de Zipaquirá”.
Si pensamos con madurez y entendemos que gústenos o no, en materia hospitalaria, en términos gerenciales, muchas de las veces no hemos sido afortunados; pero al mismo tiempo entendemos que a diferencia de Zipaquirá, en vez de tinieblas, Aguachica ya muestra claridad con su infraestructura hospitalaria para estrenar; debe quedarle claro a quien gerencia el José David Padilla Villafañe, que no se trata de jugar.

La tacita de oro está en sus manos gerente, cuídela; no se olvide que es de todos. Recursos públicos gerente. El José David Padilla Villafañe es de todos y en especial de los del Cesar.

Columnista
26 junio, 2018

Hospital José David Padilla Villafañe

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Josefina Castro Gonzalez

Cuando la Contraloría General de la República llamó la atención sobre los recursos del sistema general de regalías que la Gobernación del Cesar invirtió en la construcción del Hospital José David Padilla Villafañe del municipio de Aguachica, estaba haciendo referencia nada más y nada menos que a la necesidad de culminar una obra que amenazaba […]


Cuando la Contraloría General de la República llamó la atención sobre los recursos del sistema general de regalías que la Gobernación del Cesar invirtió en la construcción del Hospital José David Padilla Villafañe del municipio de Aguachica, estaba haciendo referencia nada más y nada menos que a la necesidad de culminar una obra que amenazaba con quedar inconclusa.

Enhorabuena, la obra ha concluido, los más de 37 mil millones de pesos iniciales dispuestos para la misma, están próximos a servir de utilidad pública. El contrato de obra adicionado por un lado en 18 mil millones de pesos y por el otro en mil 979 millones de pesos, suma una inversión que asciende a 57 mil 596 millones de pesos.

Lo anterior lleva a preguntarnos, ya terminada la obra, ¿Cuándo entrarán en funcionamiento las instalaciones del hospital para prestar servicios a la comunidad?

Servicio del cual se beneficiaran principalmente 10 municipios del departamento del Cesar y 7 municipios del departamento de Bolívar, eso sin mencionar aquellos de los Santanderes, para cumplir con la finalidad de una infraestructura hospitalaria, que debe servir para la prestación de servicios de acuerdo al nivel de atención y complejidad.

El mensaje es claro, la Gerencia de un hospital de esta magnitud debe tener presente entre otras, lo siguiente:

  1. Tener un plan de implantación para desarrollar los servicios de la nueva sede con responsables y recursos.
  2. Mejorar la gestión de cartera.
  3. Mantener un plan de mercadeo con las EPS de la región.
  4. Tener carta de intención y compromiso de las EPS del régimen subsidiado y contributivo para firmar contratos con la entidad.
  5. Presentar oportunamente la facturación y responder a las glosas dentro de los términos establecidos.
  6. Mantener contratos con grupos de especialistas que garanticen la oferta de segundo nivel.
  7. Fortalecer la participación ciudadana a través de informes periódicos de avance del proyecto con la comunidad.

Los ejemplos de restructuraciones por mala gestión hospitalaria y por incapacidad para entrar en funcionamiento son muchos a lo largo y ancho del país. Un ejemplo de lo anterior se encuentra en Zipaquirá, Cundinamarca, en donde no ha sido posible poner en funcionamiento el hospital, lo que provocó titulares como “Oscuridades en el hospital regional de Zipaquirá”.
Si pensamos con madurez y entendemos que gústenos o no, en materia hospitalaria, en términos gerenciales, muchas de las veces no hemos sido afortunados; pero al mismo tiempo entendemos que a diferencia de Zipaquirá, en vez de tinieblas, Aguachica ya muestra claridad con su infraestructura hospitalaria para estrenar; debe quedarle claro a quien gerencia el José David Padilla Villafañe, que no se trata de jugar.

La tacita de oro está en sus manos gerente, cuídela; no se olvide que es de todos. Recursos públicos gerente. El José David Padilla Villafañe es de todos y en especial de los del Cesar.