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Columnista - 21 mayo, 2011

Haciendo planas con lapicero

“Dedico esta columna al planeta silvestrista” Por: José Gregorio guerrero Muy pocas veces, o – mejor dicho-  nunca antes me había detenido a escribir de nuestros artistas vallenatos, no por falta de ganas, no, sino porque no tengo el suficiente conocimiento para hacerlo; pero es esta la ocasión para romper el celofán  refiriéndome a un […]

“Dedico esta columna al planeta silvestrista”

Por: José Gregorio guerrero
Muy pocas veces, o – mejor dicho-  nunca antes me había detenido a escribir de nuestros artistas vallenatos, no por falta de ganas, no, sino porque no tengo el suficiente conocimiento para hacerlo; pero es esta la ocasión para romper el celofán  refiriéndome a un fenómeno, que lo catalogo así ya ustedes verán porqué.
En el pasado Festival Vallenato me dediqué a observar nuestros grupos vallenatos, estuve en el tsunami y el día de la final, como también en presentaciones privadas, todos muy buenos; pero Silvestre Dangond la sacó del estadio en todo: puesta en escena, coreografía, innovación, marketing; el hombre se dio cuenta que su grupo, más que un conjunto es una empresa de alta envergadura a la cual se le tiene que invertir para que continúe generando  riqueza.
Atención con la siguiente historia. El día del tsunami observé algo fuera de toda lógica, una viejita llegó con sus nietos (digo yo que son nietos) la llevaban agarrada de los brazos; me pareció una injusticia agarrar para machona multitud con una anciana con dificultades para movilizarse. Los nietos la sentaron en la mesa y se dedicaron a gozarse la fiesta, yo solo observaba y comentaba mi inconformidad con los amigos que me acompañaron; pero cuando salió silvestre, que los juegos pirotécnicos reventaron y las luces convulsionaban en el escenario se me dio por mirar a la viejita y ya la veo montada en una silla y un par de nieto de cada lado sosteniéndola; la cara que le vi, fue la de una persona con ganas de salir volando sin alas y tirársele a Silvestre en la tarima; entonces pensé que la silvestre terapia da para todo y dije: “Silvestre es como el Baigón, sino los mata los enloquece”, refiriéndome al publico.
Entonces, queda claro porque lo catalogo como un fenómeno. Es impresionante verle la cara al público mientras se desarrolla la presentación, no pestañean, quedan como petrificados, solo se agita el corazón y los pulmones. Las otras agrupaciones tienen que ver bien que van a hacer, porque la ventaja que Silvestre está sacando es impresionante, esto sin desmeritar al resto de los artistas, que también son muy buenos, pero Dangond se encuentra en otra dimensión.
El hacer planas con lapicero es muy jodido, pues quien las hace no puede equivocarse o le toca repetirla. Definitivamente este artista nuestro está hecho para grandes cosas, entonces digo esa frase tan mía: el sancocho sabe a lo que se le eche.
Feliz fin de semana

[email protected]
Twitter: @goyogue100

Columnista
21 mayo, 2011

Haciendo planas con lapicero

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Gregorio Guerrero Ramírez

“Dedico esta columna al planeta silvestrista” Por: José Gregorio guerrero Muy pocas veces, o – mejor dicho-  nunca antes me había detenido a escribir de nuestros artistas vallenatos, no por falta de ganas, no, sino porque no tengo el suficiente conocimiento para hacerlo; pero es esta la ocasión para romper el celofán  refiriéndome a un […]


“Dedico esta columna al planeta silvestrista”

Por: José Gregorio guerrero
Muy pocas veces, o – mejor dicho-  nunca antes me había detenido a escribir de nuestros artistas vallenatos, no por falta de ganas, no, sino porque no tengo el suficiente conocimiento para hacerlo; pero es esta la ocasión para romper el celofán  refiriéndome a un fenómeno, que lo catalogo así ya ustedes verán porqué.
En el pasado Festival Vallenato me dediqué a observar nuestros grupos vallenatos, estuve en el tsunami y el día de la final, como también en presentaciones privadas, todos muy buenos; pero Silvestre Dangond la sacó del estadio en todo: puesta en escena, coreografía, innovación, marketing; el hombre se dio cuenta que su grupo, más que un conjunto es una empresa de alta envergadura a la cual se le tiene que invertir para que continúe generando  riqueza.
Atención con la siguiente historia. El día del tsunami observé algo fuera de toda lógica, una viejita llegó con sus nietos (digo yo que son nietos) la llevaban agarrada de los brazos; me pareció una injusticia agarrar para machona multitud con una anciana con dificultades para movilizarse. Los nietos la sentaron en la mesa y se dedicaron a gozarse la fiesta, yo solo observaba y comentaba mi inconformidad con los amigos que me acompañaron; pero cuando salió silvestre, que los juegos pirotécnicos reventaron y las luces convulsionaban en el escenario se me dio por mirar a la viejita y ya la veo montada en una silla y un par de nieto de cada lado sosteniéndola; la cara que le vi, fue la de una persona con ganas de salir volando sin alas y tirársele a Silvestre en la tarima; entonces pensé que la silvestre terapia da para todo y dije: “Silvestre es como el Baigón, sino los mata los enloquece”, refiriéndome al publico.
Entonces, queda claro porque lo catalogo como un fenómeno. Es impresionante verle la cara al público mientras se desarrolla la presentación, no pestañean, quedan como petrificados, solo se agita el corazón y los pulmones. Las otras agrupaciones tienen que ver bien que van a hacer, porque la ventaja que Silvestre está sacando es impresionante, esto sin desmeritar al resto de los artistas, que también son muy buenos, pero Dangond se encuentra en otra dimensión.
El hacer planas con lapicero es muy jodido, pues quien las hace no puede equivocarse o le toca repetirla. Definitivamente este artista nuestro está hecho para grandes cosas, entonces digo esa frase tan mía: el sancocho sabe a lo que se le eche.
Feliz fin de semana

[email protected]
Twitter: @goyogue100