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Columnista - 25 noviembre, 2016

El Grammy, nadie sabe pa’ quién trabaja

En mi columna anterior hice referencia a algunos cantautores, quienes, entre otras cosas, pertenecen al entrañable círculo de mis afectos y los denominé ovejas descarriadas. Sea esta la oportunidad para dejar claro, que cuando empleo esta parábola bíblica, no quiero menospreciarlos como artistas; antes, todo lo contrario, por considerarlos tan grandes e importantes, queremos verlos […]

En mi columna anterior hice referencia a algunos cantautores, quienes, entre otras cosas, pertenecen al entrañable círculo de mis afectos y los denominé ovejas descarriadas. Sea esta la oportunidad para dejar claro, que cuando empleo esta parábola bíblica, no quiero menospreciarlos como artistas; antes, todo lo contrario, por considerarlos tan grandes e importantes, queremos verlos defendiendo y protegiendo nuestras raíces culturales. Siempre he pensado y pregonado que el artista entre más polifacético y más cosmopolita sea, tiene mayores méritos.

Hecha la anterior salvedad, debo abordar hoy otro tema espinoso como lo es la categoría Cumbia/Vallenato de los premios Grammy Latinos 2016, recientemente entregados en Las Vegas, E.E.U.U, y a cuyo galardón se hizo merecedor el versátil cantautor bogotano Juan Fernando Fonseca con su álbum ‘Homenaje a la música de Diomedes Díaz’.

Como dejé claro en el primer párrafo, el arte musical no debe tener fronteras y el artista entre más versátil sea, es sin duda más valioso; pero no nos llamemos a engaños, cuando se creó esta categoría por la Academia Latina de la Grabación a nadie se le ocurrió que con tantos artistas de la musica del caribe colombiano Cumbia/vallenato, un cantante nacido en el altiplano cundiboyacense se podía quedar con este gramófono. ¡Oh sorpresa la que nos da la vida!

El talentoso cantautor Fonseca nos dio a probar de nuestra propia medicina y ahí en las barbas de uno de los más grandes de esta época, que se mantiene aún en nuestro redil, el gran Martín Elías, como lo denominó El Cacique, “el cachaco” se hizo acreedor al premio que muchos daban por descontado sería para el hijo de Diomedes, además interpretando los éxitos del más grande del vallenato.

Por todo ello, ahora cuando muchos de nuestros compositores e intérpretes tienden a migrar a otros géneros musicales, fácilmente podríamos verlos ganando en inimaginables categorías como: musica urbana, pop, tropical, alternativa o en cualquiera de las 48 modalidades de estos premios, sencillamente porque la musica es así.

Claro que para nadie es un secreto que el sistema de nominación y premiación de los Grammy Latinos, no nos favorece en nada, ya que quienes votan y eligen son los miembros de la Academia y entre los artistas y conocedores del vallenato no tenemos muchos agremiados, por eso el gramófono que creíamos nuestro, puede llevárselo fácilmente un artista de otro género que interprete la cumbia o el vallenato y logre obtener los votos necesarios.

¿Qué es lo que tenemos que hacer si no queremos seguir llevándonos esas sorpresas? De un lado, inscribir buenos trabajos en estos premios y de otro, afiliarnos en masa a la Academia para poder ser nosotros mismos quienes nominemos y premiemos el álbum del año en esta categoría.

 

Columnista
25 noviembre, 2016

El Grammy, nadie sabe pa’ quién trabaja

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

En mi columna anterior hice referencia a algunos cantautores, quienes, entre otras cosas, pertenecen al entrañable círculo de mis afectos y los denominé ovejas descarriadas. Sea esta la oportunidad para dejar claro, que cuando empleo esta parábola bíblica, no quiero menospreciarlos como artistas; antes, todo lo contrario, por considerarlos tan grandes e importantes, queremos verlos […]


En mi columna anterior hice referencia a algunos cantautores, quienes, entre otras cosas, pertenecen al entrañable círculo de mis afectos y los denominé ovejas descarriadas. Sea esta la oportunidad para dejar claro, que cuando empleo esta parábola bíblica, no quiero menospreciarlos como artistas; antes, todo lo contrario, por considerarlos tan grandes e importantes, queremos verlos defendiendo y protegiendo nuestras raíces culturales. Siempre he pensado y pregonado que el artista entre más polifacético y más cosmopolita sea, tiene mayores méritos.

Hecha la anterior salvedad, debo abordar hoy otro tema espinoso como lo es la categoría Cumbia/Vallenato de los premios Grammy Latinos 2016, recientemente entregados en Las Vegas, E.E.U.U, y a cuyo galardón se hizo merecedor el versátil cantautor bogotano Juan Fernando Fonseca con su álbum ‘Homenaje a la música de Diomedes Díaz’.

Como dejé claro en el primer párrafo, el arte musical no debe tener fronteras y el artista entre más versátil sea, es sin duda más valioso; pero no nos llamemos a engaños, cuando se creó esta categoría por la Academia Latina de la Grabación a nadie se le ocurrió que con tantos artistas de la musica del caribe colombiano Cumbia/vallenato, un cantante nacido en el altiplano cundiboyacense se podía quedar con este gramófono. ¡Oh sorpresa la que nos da la vida!

El talentoso cantautor Fonseca nos dio a probar de nuestra propia medicina y ahí en las barbas de uno de los más grandes de esta época, que se mantiene aún en nuestro redil, el gran Martín Elías, como lo denominó El Cacique, “el cachaco” se hizo acreedor al premio que muchos daban por descontado sería para el hijo de Diomedes, además interpretando los éxitos del más grande del vallenato.

Por todo ello, ahora cuando muchos de nuestros compositores e intérpretes tienden a migrar a otros géneros musicales, fácilmente podríamos verlos ganando en inimaginables categorías como: musica urbana, pop, tropical, alternativa o en cualquiera de las 48 modalidades de estos premios, sencillamente porque la musica es así.

Claro que para nadie es un secreto que el sistema de nominación y premiación de los Grammy Latinos, no nos favorece en nada, ya que quienes votan y eligen son los miembros de la Academia y entre los artistas y conocedores del vallenato no tenemos muchos agremiados, por eso el gramófono que creíamos nuestro, puede llevárselo fácilmente un artista de otro género que interprete la cumbia o el vallenato y logre obtener los votos necesarios.

¿Qué es lo que tenemos que hacer si no queremos seguir llevándonos esas sorpresas? De un lado, inscribir buenos trabajos en estos premios y de otro, afiliarnos en masa a la Academia para poder ser nosotros mismos quienes nominemos y premiemos el álbum del año en esta categoría.