“Ese señor me sometió a una severa golpiza por el solo hecho de no haberle guardado sentimiento o luto a la muerte de la mamá de la mujer de un hermano. Me agredió brutalmente dándome patadas hasta el punto que me causó un hematoma debajo del brazo derecho y he tenido que recurrir a las muletas para poder movilizarme de un lado para otro”, afirmó Marisnelda Díaz Castilla, auxiliar de enfermería, exesposa del diputado Alfredo Enrique Pinto Maestre, segundo vicepresidente electo de la Asamblea del Cesar.

La denuncia fue hecha ayer en horas de la mañana ante los reporteros de varios medios de comunicación en las afueras del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar, a donde la mujer se acercó para ser valorada por un médico legista y así iniciar las acciones judiciales contra el dirigente del partido Liberal.

Respuesta del diputado
“Estoy muy molesto, muy indignado por la actitud desmedida de mi exesposa. Yo soy una persona de bien, que no tengo inconvenientes con ninguna persona y soy un defensor acérrimo de la defensa del maltrato contra la mujer, pero lo cierto es que esa señora, con quien no vivo desde hace 15 años, está aprovechando de mi investidura, de un hombre público y de bien para extorsionarme económicamente. Admito que sí la empujé, que no le di golpes como ella manifiesta, pero lo hice porque me acerqué donde dónde vive, que es mi casa, a que le bajara el volumen al equipo de sonido que tenía a alto volumen y me respondió fue con una ‘señora’ cachetada, ella también me agredió físicamente me partió el labio inferior y me causó heridas en el intercostal derecho”, denunció el diputado.

“No puedo faltar a la verdad, pero no puedo desconocer que en cualquier hogar siempre hay diferencias, no me dejo llevar de las emociones, soy un hombre pasivo y no me va hacer votar la ‘checa”, agregó el dirigente liberal.

Sin embargo, la exesposa del diputado señaló que se acercó a la Fiscalía a denunciarlo por el delito de lesiones personales y no le admitieron la denuncia, porque ella no tenía la dirección de él.

Por Abdel Martínez Pérez