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General - 30 mayo, 2015

Estudio de impacto ambiental para Los Besotes

Valledupar tiene un acueducto de verano, que en invierno sufre por no contar con un reservorio de agua. El embalse Los Besotes sería una de las alternativas.

El foro sobre el proyecto de construcción del embalse organizado por Asoprovida, Red de jóvenes del Ministerio de Medio Ambiente, se llevó a cabo en la Fundación Universitaria del Área Andina. EL PILÓN / Cortesía.
El foro sobre el proyecto de construcción del embalse organizado por Asoprovida, Red de jóvenes del Ministerio de Medio Ambiente, se llevó a cabo en la Fundación Universitaria del Área Andina. EL PILÓN / Cortesía.

A diario surgen comentarios sobre las consecuencias que acarrea el fin de la nieve en los picos más altos de la Sierra Nevada de Santa Marta. Los indígenas y expertos explican que en unos 20 años, poblaciones de La Guajira, Cesar y Magdalena tendrán problemas con el suministro de agua potable, toda vez que el caudal en los ríos comenzará a disminuir severamente.
La construcción del embalse o represa Los Besotes, es una iniciativa de la que se habló por primera vez en 1969, siendo presidente Alberto Lleras Camargo, pero nunca se ha concretado, pasan los años, los gobiernos y nada que se hace realidad.

Son muchos los contratiempos que no permiten que Los Besotes entren en marcha, uno de esos son los recursos, pero además están la falta de voluntad política y el hecho de que los indígenas no están de acuerdo con la obra, entre otros aspectos.
Esta semana en Valledupar fue realizado el foro sobre el proyecto de construcción del embalse organizado por Asoprovida, Red de Jóvenes del Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación Universitaria del Área Andina.
El debate contó con diferentes ponentes como Tomás Darío Gutiérrez, abogado y administrador del eco-parque Los Besotes; Hernán Araújo Castro, presidente del Fondo Ganadero del Cesar; Elías Ochoa Daza, dos veces alcalde de Valledupar y Amado Villafañe quien estuvo en representación del pueblo Arhuaco.

Los primeros tres ponentes explicaron la importancia de la construcción del embalse para la captación y reserva de agua, argumentando que el cambio climático está haciendo que la nieve de la sierra “se esfume y el río depende principalmente del hielo para subsistir en épocas de verano”.

Frente a la posición indígena, una de las talanqueras más grandes del gobierno para culminar dicho reservorio, Amado Villafañe informó que este es un sitio de gran importancia a nivel espiritual para los pueblos indígenas por ende cualquier intervención en la zona, que comprende la línea negra, debe ser consultada con ellos. Sus creencias, mitos y análisis son frenos para el proyecto con el que se espera proveer de agua potable al acueducto de Valledupar y la construcción de un distrito para irrigar 10 mil hectáreas de suelos en los sectores de Los Corazones, Ovejas y Callao.

El encuentro de ambientalistas dejó como conclusión que antes de construir la represa debe evaluarse objetivamente las ventajas e inconvenientes, mediante un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y realizar un trabajo conjunto con los pueblos de la Sierra Nevada tal y como lo propuso Amado Villafañe.

La represa Los Besotes es un embalse con fines multipropósito que se localiza en Valledupar sobre los valles de los arroyos Palenque y Capitanejo, afluentes del río Guatapurí, región de la que deriva su nombre, a cinco kilómetros del norte de la ciudad. Tiene una extensión de 169 hectáreas y su capacidad en volumen es de 37,1 millones de metros cúbicos.

Cabe resaltar que el trámite de la Licencia Ambiental se encuentra suspendida desde el 8 de mayo del 2007 hasta tanto el solicitante, hoy Incoder, formalice ante el Ministerio del Interior y de Justicia el trámite de la consulta previa con las comunidades, y se cumpla con algunos requisitos técnicos hechos por el Ministerio de Ambiente.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]

General
30 mayo, 2015

Estudio de impacto ambiental para Los Besotes

Valledupar tiene un acueducto de verano, que en invierno sufre por no contar con un reservorio de agua. El embalse Los Besotes sería una de las alternativas.


El foro sobre el proyecto de construcción del embalse organizado por Asoprovida, Red de jóvenes del Ministerio de Medio Ambiente, se llevó a cabo en la Fundación Universitaria del Área Andina. EL PILÓN / Cortesía.
El foro sobre el proyecto de construcción del embalse organizado por Asoprovida, Red de jóvenes del Ministerio de Medio Ambiente, se llevó a cabo en la Fundación Universitaria del Área Andina. EL PILÓN / Cortesía.

A diario surgen comentarios sobre las consecuencias que acarrea el fin de la nieve en los picos más altos de la Sierra Nevada de Santa Marta. Los indígenas y expertos explican que en unos 20 años, poblaciones de La Guajira, Cesar y Magdalena tendrán problemas con el suministro de agua potable, toda vez que el caudal en los ríos comenzará a disminuir severamente.
La construcción del embalse o represa Los Besotes, es una iniciativa de la que se habló por primera vez en 1969, siendo presidente Alberto Lleras Camargo, pero nunca se ha concretado, pasan los años, los gobiernos y nada que se hace realidad.

Son muchos los contratiempos que no permiten que Los Besotes entren en marcha, uno de esos son los recursos, pero además están la falta de voluntad política y el hecho de que los indígenas no están de acuerdo con la obra, entre otros aspectos.
Esta semana en Valledupar fue realizado el foro sobre el proyecto de construcción del embalse organizado por Asoprovida, Red de Jóvenes del Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación Universitaria del Área Andina.
El debate contó con diferentes ponentes como Tomás Darío Gutiérrez, abogado y administrador del eco-parque Los Besotes; Hernán Araújo Castro, presidente del Fondo Ganadero del Cesar; Elías Ochoa Daza, dos veces alcalde de Valledupar y Amado Villafañe quien estuvo en representación del pueblo Arhuaco.

Los primeros tres ponentes explicaron la importancia de la construcción del embalse para la captación y reserva de agua, argumentando que el cambio climático está haciendo que la nieve de la sierra “se esfume y el río depende principalmente del hielo para subsistir en épocas de verano”.

Frente a la posición indígena, una de las talanqueras más grandes del gobierno para culminar dicho reservorio, Amado Villafañe informó que este es un sitio de gran importancia a nivel espiritual para los pueblos indígenas por ende cualquier intervención en la zona, que comprende la línea negra, debe ser consultada con ellos. Sus creencias, mitos y análisis son frenos para el proyecto con el que se espera proveer de agua potable al acueducto de Valledupar y la construcción de un distrito para irrigar 10 mil hectáreas de suelos en los sectores de Los Corazones, Ovejas y Callao.

El encuentro de ambientalistas dejó como conclusión que antes de construir la represa debe evaluarse objetivamente las ventajas e inconvenientes, mediante un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y realizar un trabajo conjunto con los pueblos de la Sierra Nevada tal y como lo propuso Amado Villafañe.

La represa Los Besotes es un embalse con fines multipropósito que se localiza en Valledupar sobre los valles de los arroyos Palenque y Capitanejo, afluentes del río Guatapurí, región de la que deriva su nombre, a cinco kilómetros del norte de la ciudad. Tiene una extensión de 169 hectáreas y su capacidad en volumen es de 37,1 millones de metros cúbicos.

Cabe resaltar que el trámite de la Licencia Ambiental se encuentra suspendida desde el 8 de mayo del 2007 hasta tanto el solicitante, hoy Incoder, formalice ante el Ministerio del Interior y de Justicia el trámite de la consulta previa con las comunidades, y se cumpla con algunos requisitos técnicos hechos por el Ministerio de Ambiente.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]