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Columnista - 28 noviembre, 2012

Estamos perdiendo la batalla

Por: Basilio Padilla Un incremento del 137% de los casos de dengue se vive en el Cesar este año en comparación a 2011. Estas cifras del sistema de vigilancia epidemiológica. En la semana 44 comprendida del 28 de octubre al 3 de Noviembre, reportaron 3 mil 097 casos, de los cuales el Dengue clásico se […]

Por: Basilio Padilla

Un incremento del 137% de los casos de dengue se vive en el Cesar este año en comparación a 2011. Estas cifras del sistema de vigilancia epidemiológica. En la semana 44 comprendida del 28 de octubre al 3 de Noviembre, reportaron 3 mil 097 casos, de los cuales el Dengue clásico se encuentra en 2 mil 933 y Dengue grave registra 158 casos, con 6 muertes por el flagelo. El 100% de los municipios del Cesar han reportado casos de Dengue encabezados por Valledupar, Aguachica, Chiriguana, Codazzi y la Paz. A nivel mundial La incidencia del dengue ha aumentado dramáticamente desde la década de 1960, con alrededor de 50-100 millones de personas infectadas anualmente. Las primeras descripciones de la fecha de estado de 1779, y su causa viral y la transmisión fueron aclaradas en el siglo 20. El dengue se ha convertido en un problema desde la Segunda Guerra Mundial y es endémica en más de 110 países. Aparte de la eliminación de los mosquitos, se está trabajando en una vacuna, así como medicamentos y las investigaciones utilizando el bacterium llamado Wolbachia. Pero mientras todo esto sucede en nuestra región esta enfermedad se presenta como un gran peligro a la población, especialmente la infantil, haciendo necesario un esfuerzo decisivo por nuestras entidades de salud, como la creación de una “fuerza de trabajo”, que realice y complemente sus funciones al lado de las autoridades de salud ya establecidas a nivel nacional y regional. Este grupo se dedicaría específicamente a la erradicación del mosquito y sus larvas, utilizando las recomendaciones emitidas por las organizaciones mundiales de salud. Creo que uno de los serios problemas que hemos tenido en los últimos años en que nuestros esfuerzos han sido esporádicos y mal dirigidos. Culpamos a la población en general, por no seguir las recomendaciones, no sin entender que la mayor parte de nuestra población, no tiene la habilidad ni la preocupación de seguir tales instrucciones. El problema es uno de educación y cultura, ya que nunca se nos ha enseñado la prevención de enfermedades y solo nos preocupamos cuando el problema hace su presencia. Otro gran problema es la infraestructura geográfica poblacional, muy deficiente, especialmente en los barrios pobres de la ciudad, donde se vive al  lado de pozos y fuentes podridas de agua. En su afán de encontrar medios de subsistencia, lo menos en la mente de estas personas es la prevención del Dengue y sus consecuencias. De esto se deriva que este gigantesco esfuerzo debe ser realizado en su mayor parte por las autoridades de salud y esto no esta sucediendo porque estas autoridades  viven ocupadas con otros sinnúmero de elementos, es decir no tienen ni el tiempo, ni el personal para hacerle frente a un problema que si no atacamos ahora mismo, se convertirá en una epidemia difícil de controlar. No solamente debemos estar mirando los recursos a nivel regional, sino que también debemos contactar los organismos a nivel internacional, ramas de las Naciones Unidas, que nos ayuden a combatir el problema. Estos sistemas de salud a nivel mundial gustosamente nos asesorarían sin costo alguno en la erradicación de esta enfermedad. Invito a las autoridades, gobernación, alcaldía a que busquen este asesoramiento y que tan pronto como sea posible formen los que en otros países endémicos se conoce como “task force’ o fuerza  o grupo de trabajo, específicamente dedicado a este problema. Hasta ahora no he visto un buen análisis hecho de la situación, con la única excepción de algunos funcionarios pidiéndole a la gente que no dejen elementos o llantas llenas de agua en los patios, etc. Esto no es suficiente y necesitamos actuar rápidamente ante de que este problema acabe con muchos niños en la región.

Columnista
28 noviembre, 2012

Estamos perdiendo la batalla

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla Un incremento del 137% de los casos de dengue se vive en el Cesar este año en comparación a 2011. Estas cifras del sistema de vigilancia epidemiológica. En la semana 44 comprendida del 28 de octubre al 3 de Noviembre, reportaron 3 mil 097 casos, de los cuales el Dengue clásico se […]


Por: Basilio Padilla

Un incremento del 137% de los casos de dengue se vive en el Cesar este año en comparación a 2011. Estas cifras del sistema de vigilancia epidemiológica. En la semana 44 comprendida del 28 de octubre al 3 de Noviembre, reportaron 3 mil 097 casos, de los cuales el Dengue clásico se encuentra en 2 mil 933 y Dengue grave registra 158 casos, con 6 muertes por el flagelo. El 100% de los municipios del Cesar han reportado casos de Dengue encabezados por Valledupar, Aguachica, Chiriguana, Codazzi y la Paz. A nivel mundial La incidencia del dengue ha aumentado dramáticamente desde la década de 1960, con alrededor de 50-100 millones de personas infectadas anualmente. Las primeras descripciones de la fecha de estado de 1779, y su causa viral y la transmisión fueron aclaradas en el siglo 20. El dengue se ha convertido en un problema desde la Segunda Guerra Mundial y es endémica en más de 110 países. Aparte de la eliminación de los mosquitos, se está trabajando en una vacuna, así como medicamentos y las investigaciones utilizando el bacterium llamado Wolbachia. Pero mientras todo esto sucede en nuestra región esta enfermedad se presenta como un gran peligro a la población, especialmente la infantil, haciendo necesario un esfuerzo decisivo por nuestras entidades de salud, como la creación de una “fuerza de trabajo”, que realice y complemente sus funciones al lado de las autoridades de salud ya establecidas a nivel nacional y regional. Este grupo se dedicaría específicamente a la erradicación del mosquito y sus larvas, utilizando las recomendaciones emitidas por las organizaciones mundiales de salud. Creo que uno de los serios problemas que hemos tenido en los últimos años en que nuestros esfuerzos han sido esporádicos y mal dirigidos. Culpamos a la población en general, por no seguir las recomendaciones, no sin entender que la mayor parte de nuestra población, no tiene la habilidad ni la preocupación de seguir tales instrucciones. El problema es uno de educación y cultura, ya que nunca se nos ha enseñado la prevención de enfermedades y solo nos preocupamos cuando el problema hace su presencia. Otro gran problema es la infraestructura geográfica poblacional, muy deficiente, especialmente en los barrios pobres de la ciudad, donde se vive al  lado de pozos y fuentes podridas de agua. En su afán de encontrar medios de subsistencia, lo menos en la mente de estas personas es la prevención del Dengue y sus consecuencias. De esto se deriva que este gigantesco esfuerzo debe ser realizado en su mayor parte por las autoridades de salud y esto no esta sucediendo porque estas autoridades  viven ocupadas con otros sinnúmero de elementos, es decir no tienen ni el tiempo, ni el personal para hacerle frente a un problema que si no atacamos ahora mismo, se convertirá en una epidemia difícil de controlar. No solamente debemos estar mirando los recursos a nivel regional, sino que también debemos contactar los organismos a nivel internacional, ramas de las Naciones Unidas, que nos ayuden a combatir el problema. Estos sistemas de salud a nivel mundial gustosamente nos asesorarían sin costo alguno en la erradicación de esta enfermedad. Invito a las autoridades, gobernación, alcaldía a que busquen este asesoramiento y que tan pronto como sea posible formen los que en otros países endémicos se conoce como “task force’ o fuerza  o grupo de trabajo, específicamente dedicado a este problema. Hasta ahora no he visto un buen análisis hecho de la situación, con la única excepción de algunos funcionarios pidiéndole a la gente que no dejen elementos o llantas llenas de agua en los patios, etc. Esto no es suficiente y necesitamos actuar rápidamente ante de que este problema acabe con muchos niños en la región.