Entre instrumentos quirúrgicos, gasas y consultorios pasaba la vida Edna María Vigna de Ovalle, hasta hace un poco más de tres meses, cuando su esposo Franco Ovalle decidió lanzarse como candidato a la Gobernación del Cesar por el partido de la U.

Su vida cambió del cielo a la tierra y ella, que compartía su día entre el cuidado de sus hijos: Camilo y Adalberto, y sus pacientes de odontología, debió sacar tiempo para dar discursos en la plaza pública, hablar de equidad de género, del respeto a la mujer, entre otros.

“La campaña ha sido muy fuerte, hay mucho trabajo, muchas cosas por hacer, el tiempo lo veo muy corto, nos dividimos el trabajo, mientras Franco está en una reunión yo estoy en otra, en un barrio”, afirmó Edna, quien asegura que la ha apoyado mucho el grupo de mujeres que la acompañan.

Aunque el trabajo de su esposo es fuerte, por los recorridos y reuniones políticas que realiza cada hora, el de ella, es aún mayor porque además tiene que sacar tiempo para los hijos y para los pacientes que atiende en algunas clínicas de la ciudad.

“No me alcanza el tiempo, antes me dedicaba casi todo el día a mi trabajo, en mi consultorio odontológico, en clínicas donde atiendo, pero ahora tengo más de dos meses que no trabajo, pero voy a continuar, porque ellos me han tenido paciencia y me dicen que cuando pueda que vaya”, contó entre risas.

Su día comienza a las 5:00 de la mañana y termina a las 12:00 de la noche, durante ese tiempo atiende a los hijos, a su esposo, da sus discursos y participa en talleres con mujeres.

Lo más duro, dice, es dejar a los hijos y tener que viajar a los municipios, pero sus hermanos y la señora que trabaja en su casa desde hace más de 15 años han sido unos apoyos fundamentales, porque están pendiente de estos.

Sus hijos también han entendido su situación y la de Franco, por eso ahora en el colegio lo promocionan y le hacen campaña.

De ganar su esposo la Gobernación, ella sería la Primera Dama, pero sobre todo seguiría siendo el soporte de él, porque sabe que el cargo de gobernador no es nada fácil.

Ya aprendió a echar discursos y la primera vez que lo hizo fue difícil, se puso nerviosa y no era para menos, le tocó un público de más de cinco mil mujeres que esperaban que otra mujer les hablara con la verdad y les tocara el corazón.

“La primera vez que me tocó hacer un discurso fue en Curumaní, pensé que era un grupo pequeño, pero eran como cuatro mil o cinco mil y era de puras mujeres, cuando vi ese público, yo dije yo qué voy a hablar aquí (risas) pero puse todo en manos de Dios y hablé y hablé bien, porque hasta me felicitaron”, dijo Edna.

Es una mujer delicada, educada al hablar, creyente de Dios, quien de ser la primera dama trabajará por los más necesitados, buscará que a la infancia y sobre todo a los adultos mayores se les refuercen los programas que desde el gobierno departamental se apoyan.

En la campaña además de dar discursos en la plaza pública, también tiene como función ayudar con los talleres en bisutería, collares, fommy y su compromiso es que cuando su esposo gane, ella se encargará de la Oficina de la Mujer y Juventud que pretende crear el candidato.

“Hay programas muy buenos, hay que reconocerle a la Primera Dama actual lo que ha hecho, una labor muy linda, admirable con los más necesitados, los niños, mujeres cabeza de hogar, ha hecho una labor admirable. Los adultos mayores hoy están preocupados de qué va a pasar el año entrante con los adultos mayores, les digo que no se preocupen, que el programa va a seguir, porque voy a fortalecer todos los programas para que siempre tengan calidad de vida”, afirmó Edna Vigna.

Enna Vigna es odontóloga y ha tenido que compartir su tiempo con la política, cosa en la que incursiona por primera vez.

Sandra Santiago B.
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