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General - 21 junio, 2018

Energías limpias, el nuevo esquema para reducir costos en acueductos del Cesar

Uno de los tantos inconvenientes para la prestación del servicio de agua potable, especialmente en las zonas corregimentales del Cesar, está en la falta de cobertura.

Desde que en el mundo comenzó a hablarse del cambio climático, sus efectos, repercusiones y lo que dejaría para las generaciones futuras, países enteros han cambiado su filosofía en la generación y ejecución de proyectos, uno de ellos es Colombia y dentro de ella aparece el departamento del Cesar.

En este, un territorio al igual que La Guajira con alta carga de radiación solar, se abastecerá hasta 102.000 hogares con energía gracias a la primera planta de paneles solares que se construye en el corregimiento de Cuatro Vientos, jurisdicción de El Paso, Cesar. La iniciativa es con base al aprovechamiento de las energías renovables, gracias a una inversión cercana a los 70 millones de dólares, por la multinacional Enel.

Pero no solo se está trabajando desde el sector privado en la conversión de energía solar a energía eléctrica, en el público hay un espacio especial y además busca que los acueductos ubicados en los territorios más apartados de las cabeceras municipales pasen a ser autosostenibles en el uso de la energía y no tengan que pagarla a empresas como Electricaribe, con quien los acueductos en el Cesar mantienen una deuda superior a los $20.000 millones, por concepto de servicio de energía.

Una alta morosidad tienen los acueductos como por ejemplo en El Paso, que tiene una deuda cercana a los $4.872 millones; Tamalameque más de $2.500 millones; La Gloria más de $2.135 millones; Bosconia supera los $1.985 millones; Chiriguaná los $1.990 millones, Chimichagua algo más de $1.030 millones; Pelaya $338 millones, entre otros.

Las deudas asfixian tanto las finanzas de Electricaribe como la de las juntas administradoras de los acueductos, como en Curumaní, donde la mora llega a $38 millones.

Por esta razón y buscando la disminución del dióxido de carbono, uno de los gases más abundantes presentes en la atmósfera y que es catalogado como uno de los responsables del efecto invernadero, la empresa Aguas del Cesar optó por la implementación de paneles solares en las obras como acueductos y alcantarillados que se construyen en todo el departamento.

Actualmente hay dos proyectos que ya funcionan con energías limpias, producto de la radicación solar: Acueducto del corregimiento Santa Isabel, Curumaní; Acueducto del corregimiento Soledad, Chimichagua, y el 14 de julio se entregará la construcción y optimización de los sistemas de acueducto y alcantarillado del corregimiento de Costilla, en Pelaya. Y otros que están en materia de formulación para luego darle su ejecución son el acueducto y alcantarillado del corregimiento de Varas Blancas, jurisdicción de La Paz; y el del corregimiento de Los Tupes, en San Diego.

Pedro Serrano Medina, gerente de la empresa Aguas del Cesar.

El gerente de la entidad adscrita a la Gobernación del Cesar, Pedro Serrano Medina, explicó que los esfuerzos de la empresa han estado enfocados en generar soluciones definitivas en temas de acueducto y alcantarillado a nivel corregimental, que sean soluciones amigables con el medio ambiente, que apunten a la sostenibilidad, cobertura y continuidad en la prestación de servicios públicos de agua potable.

Reducciones en costos

“Hoy uno de los inconvenientes principales para los operadores en la prestación del servicio de agua potable es la sostenibilidad, los altos costos energéticos que genera la operación de estos acueductos son un serio problema. Ese costo es el que pone en riesgo la prestación”, declaró Pedro Serrano Medina.

Y no sucede solamente en el Cesar, en La Guajira los acueductos adeudan unos $1.700 millones a Electricaribe.

“Apuntando a la sostenibilidad y al medio ambiente, venimos trabajando con proyectos enfocados principalmente a la generación de energías limpias, energía fotovoltaica, a través de paneles solares para la generación de sostenibilidad en los acueductos y alcantarillados”, recalcó Serrano Medina.

Uno de estos proyectos quedó listo y abierto para su funcionamiento en Santa Isabel, jurisdicción de Curumaní, donde anteriormente consumían entre siete u ocho millones de pesos mensuales en energía.

“Gracias a esta iniciativa amigable con el ambiente el consumo energético se reduce en un 80 %. Tanto así que con la capacidad de Santa Isabel pueden operar las horas del día sin gastar un solo kilovatio, así estamos trabajando; hoy con la capacidad de los tanques y los paneles solares, no requerían el consumo de energía convencional, solo la fotovoltaica, a medida de que la comunidad aumente su población hay que optimizar y agregando más baterías para que pueda sostenerse las 24 horas”, dijo Pedro Serrano.

Ese fue un proyecto piloto y actualmente considerado como exitosos por parte del Viceministerio de Agua, que le dio a Aguas del Cesar el calificativo como gestores de alta calidad en generación de proyectos. “Eso ayudó a que nuestros proyectos ya formulados les hayamos dado una actualización y así vinculamos todo este componente de sostenibilidad”, advirtió el gerente de Aguas del Cesar, aduciendo que de ahora en adelante lo que se entregará en materia de obras será para trabajar con luz solar.

El secretario de Ambiente Departamental, Andrés Arturo Fernández, indicó que estas son iniciativas claves para disminuir los costos en energías, pero especialmente que sean basados en energías limpias.

“Lo importante de todo es que generen reducción tanto en los costos operacionales, pero que sean amigables con el medio ambiente. Hace poco se aprobaron cuatro proyectos, en el Ocad de cambio climático, para la construcción de acueductos con este tipo de energías renovables, y ya están avalados por el Ministerio de Ambiente. Lo que quiere decir que el Cesar muestra un aspecto resiliente en materia de energías renovables y efectivamente contrarrestar los efectos de gases invernadero”, recalcó Fernández.

Actualmente, el Cesar busca ser piloto en una nueva transformación que se llama energías renovables, como son el sol, el viento, la vegetación, entre otras, que generan impactos ambientales menores debido a que son limpias e inagotables, a diferencia de las producidas por las fuentes energéticas convencionales que por el contrario son contaminantes, limitadas y producen residuos como el caso de las hidroeléctricas.

Colombia, según expertos, por estar en una zona tórrida tiene una gran capacidad para trabajar la energía solar, sin embargo, y pese a los pronósticos de los especialistas, el país se encuentra en la lista de los últimos países que están empezando a utilizarla, y por ejemplo Bolivia lidera este tema.

Falencias en cobertura

Uno de los tantos inconvenientes para la prestación del servicio de agua potable, especialmente en las zonas corregimentales del Cesar, está en la cobertura.

Aguas del Cesar tiene identificado que solo en un 50 % están tratando el líquido por medio de una infraestructura con tanques, filtros, químicos, el resto consume agua no apta para los humanos. Los indicadores que miden lo relacionado a agua potable y saneamiento básico son: continuidad, calidad, cobertura y el tratamiento de las aguas.

“En las cabeceras urbanas de los municipios tenemos un promedio del 90 % en todo el departamento de cobertura, en calidad es variable de acuerdo a cada municipio porque es una responsabilidad neta de ellos, es su operación; la falencia inmensa que tenemos, no solo en el Cesar sino a nivel nacional, es lo corregimental y esto debido a las distancias que hay con las cabeceras municipales y los corregimientos, donde hace que sea difícil la consecución de sostenibilidad de estos proyectos”, aseguró Pedro Serrano.

Aguas del Cesar, como gestor del Plan Departamental de Agua, viene desarrollando obras de agua potable y saneamiento básico, acompañado a la supervisión del esquema regional de aseo.

Durante la vigencia 2017 entregaron el alcantarillado y sistema de tratamiento de aguas residuales del corregimiento Llerasca, Agustín Codazzi, donde se invirtieron más de $4.100 millones, para beneficiar a 2.877 habitantes.

Otra de las obras fue la construcción y optimización del sistema de acueducto de El Copey, donde invirtieron $3.248 millones; así también la construcción de un tanque de almacenamiento de 40 metros cúbicos y empalme al pozo profundo, tanque de distribución y con la red para el sistema de acueducto del barrio 19 de Mayo de La Paz. Inversión de $318 millones.

En 2018 ya entregaron obras para la optimización del acueducto del corregimiento Santa Isabel en Curumaní y la optimización del acueducto del corregimiento Soledad en Chimichagua. En los próximos días pondrán a disposición de la comunidad la construcción y optimización de los sistemas de acueducto y alcantarillado del corregimiento Costilla, en Pelaya, así como la planta de tratamiento de aguas residuales en el barrio Divino Niño de Gamarra.

Tamalameque, caso especial

Por medio del Índice de Riesgo de la Calidad del Agua, realizado por el Instituto Nacional de Salud, el municipio de Tamalameque apareció con el nivel de riesgo más alto de todo el país, a finales de 2015.

La falta de quien cobrara y le garantizara un tratamiento óptimo al agua que abastece a los más de 13.000 habitantes de esta población, ubicada al sur del Cesar. El acueducto, hasta hace menos de un año era un pozo profundo, una caseta de bombeo, el tanque elevado y las redes principales y domiciliarias en tubo (PVC). Todo esto sumado a la contaminación en nacimientos de agua que abastecían al municipio.

Para el acueducto, en la Unidad de Servicios Públicos, se reportaron en el 2014 inversiones por $907.043.000 para el sector Agua Potable y Saneamiento Básico, recursos del Sistema General de Participaciones.

El gerente de Aguas del Cesar, Pedro Serrano, afirmó que ya el problema quedó solucionado y fue gracias a inversiones mínimas que hizo la Alcaldía local.

“Inmediatamente desde el 2016 como gestores de la política pública de los planes departamentales de agua y de la mano con el alcalde, nos pusimos a la tarea y hoy la cabecera municipal salió del riesgo en que estaba. Fueron pequeñas inversiones y lo que hicimos fue fortalecer la operación con unos recursos que se hicieron a través del municipio, no mayor a 20 millones, y logramos estabilizar la prestación del servicio de agua potable en el municipio”, argumentó Serrano.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]

General
21 junio, 2018

Energías limpias, el nuevo esquema para reducir costos en acueductos del Cesar

Uno de los tantos inconvenientes para la prestación del servicio de agua potable, especialmente en las zonas corregimentales del Cesar, está en la falta de cobertura.


Desde que en el mundo comenzó a hablarse del cambio climático, sus efectos, repercusiones y lo que dejaría para las generaciones futuras, países enteros han cambiado su filosofía en la generación y ejecución de proyectos, uno de ellos es Colombia y dentro de ella aparece el departamento del Cesar.

En este, un territorio al igual que La Guajira con alta carga de radiación solar, se abastecerá hasta 102.000 hogares con energía gracias a la primera planta de paneles solares que se construye en el corregimiento de Cuatro Vientos, jurisdicción de El Paso, Cesar. La iniciativa es con base al aprovechamiento de las energías renovables, gracias a una inversión cercana a los 70 millones de dólares, por la multinacional Enel.

Pero no solo se está trabajando desde el sector privado en la conversión de energía solar a energía eléctrica, en el público hay un espacio especial y además busca que los acueductos ubicados en los territorios más apartados de las cabeceras municipales pasen a ser autosostenibles en el uso de la energía y no tengan que pagarla a empresas como Electricaribe, con quien los acueductos en el Cesar mantienen una deuda superior a los $20.000 millones, por concepto de servicio de energía.

Una alta morosidad tienen los acueductos como por ejemplo en El Paso, que tiene una deuda cercana a los $4.872 millones; Tamalameque más de $2.500 millones; La Gloria más de $2.135 millones; Bosconia supera los $1.985 millones; Chiriguaná los $1.990 millones, Chimichagua algo más de $1.030 millones; Pelaya $338 millones, entre otros.

Las deudas asfixian tanto las finanzas de Electricaribe como la de las juntas administradoras de los acueductos, como en Curumaní, donde la mora llega a $38 millones.

Por esta razón y buscando la disminución del dióxido de carbono, uno de los gases más abundantes presentes en la atmósfera y que es catalogado como uno de los responsables del efecto invernadero, la empresa Aguas del Cesar optó por la implementación de paneles solares en las obras como acueductos y alcantarillados que se construyen en todo el departamento.

Actualmente hay dos proyectos que ya funcionan con energías limpias, producto de la radicación solar: Acueducto del corregimiento Santa Isabel, Curumaní; Acueducto del corregimiento Soledad, Chimichagua, y el 14 de julio se entregará la construcción y optimización de los sistemas de acueducto y alcantarillado del corregimiento de Costilla, en Pelaya. Y otros que están en materia de formulación para luego darle su ejecución son el acueducto y alcantarillado del corregimiento de Varas Blancas, jurisdicción de La Paz; y el del corregimiento de Los Tupes, en San Diego.

Pedro Serrano Medina, gerente de la empresa Aguas del Cesar.

El gerente de la entidad adscrita a la Gobernación del Cesar, Pedro Serrano Medina, explicó que los esfuerzos de la empresa han estado enfocados en generar soluciones definitivas en temas de acueducto y alcantarillado a nivel corregimental, que sean soluciones amigables con el medio ambiente, que apunten a la sostenibilidad, cobertura y continuidad en la prestación de servicios públicos de agua potable.

Reducciones en costos

“Hoy uno de los inconvenientes principales para los operadores en la prestación del servicio de agua potable es la sostenibilidad, los altos costos energéticos que genera la operación de estos acueductos son un serio problema. Ese costo es el que pone en riesgo la prestación”, declaró Pedro Serrano Medina.

Y no sucede solamente en el Cesar, en La Guajira los acueductos adeudan unos $1.700 millones a Electricaribe.

“Apuntando a la sostenibilidad y al medio ambiente, venimos trabajando con proyectos enfocados principalmente a la generación de energías limpias, energía fotovoltaica, a través de paneles solares para la generación de sostenibilidad en los acueductos y alcantarillados”, recalcó Serrano Medina.

Uno de estos proyectos quedó listo y abierto para su funcionamiento en Santa Isabel, jurisdicción de Curumaní, donde anteriormente consumían entre siete u ocho millones de pesos mensuales en energía.

“Gracias a esta iniciativa amigable con el ambiente el consumo energético se reduce en un 80 %. Tanto así que con la capacidad de Santa Isabel pueden operar las horas del día sin gastar un solo kilovatio, así estamos trabajando; hoy con la capacidad de los tanques y los paneles solares, no requerían el consumo de energía convencional, solo la fotovoltaica, a medida de que la comunidad aumente su población hay que optimizar y agregando más baterías para que pueda sostenerse las 24 horas”, dijo Pedro Serrano.

Ese fue un proyecto piloto y actualmente considerado como exitosos por parte del Viceministerio de Agua, que le dio a Aguas del Cesar el calificativo como gestores de alta calidad en generación de proyectos. “Eso ayudó a que nuestros proyectos ya formulados les hayamos dado una actualización y así vinculamos todo este componente de sostenibilidad”, advirtió el gerente de Aguas del Cesar, aduciendo que de ahora en adelante lo que se entregará en materia de obras será para trabajar con luz solar.

El secretario de Ambiente Departamental, Andrés Arturo Fernández, indicó que estas son iniciativas claves para disminuir los costos en energías, pero especialmente que sean basados en energías limpias.

“Lo importante de todo es que generen reducción tanto en los costos operacionales, pero que sean amigables con el medio ambiente. Hace poco se aprobaron cuatro proyectos, en el Ocad de cambio climático, para la construcción de acueductos con este tipo de energías renovables, y ya están avalados por el Ministerio de Ambiente. Lo que quiere decir que el Cesar muestra un aspecto resiliente en materia de energías renovables y efectivamente contrarrestar los efectos de gases invernadero”, recalcó Fernández.

Actualmente, el Cesar busca ser piloto en una nueva transformación que se llama energías renovables, como son el sol, el viento, la vegetación, entre otras, que generan impactos ambientales menores debido a que son limpias e inagotables, a diferencia de las producidas por las fuentes energéticas convencionales que por el contrario son contaminantes, limitadas y producen residuos como el caso de las hidroeléctricas.

Colombia, según expertos, por estar en una zona tórrida tiene una gran capacidad para trabajar la energía solar, sin embargo, y pese a los pronósticos de los especialistas, el país se encuentra en la lista de los últimos países que están empezando a utilizarla, y por ejemplo Bolivia lidera este tema.

Falencias en cobertura

Uno de los tantos inconvenientes para la prestación del servicio de agua potable, especialmente en las zonas corregimentales del Cesar, está en la cobertura.

Aguas del Cesar tiene identificado que solo en un 50 % están tratando el líquido por medio de una infraestructura con tanques, filtros, químicos, el resto consume agua no apta para los humanos. Los indicadores que miden lo relacionado a agua potable y saneamiento básico son: continuidad, calidad, cobertura y el tratamiento de las aguas.

“En las cabeceras urbanas de los municipios tenemos un promedio del 90 % en todo el departamento de cobertura, en calidad es variable de acuerdo a cada municipio porque es una responsabilidad neta de ellos, es su operación; la falencia inmensa que tenemos, no solo en el Cesar sino a nivel nacional, es lo corregimental y esto debido a las distancias que hay con las cabeceras municipales y los corregimientos, donde hace que sea difícil la consecución de sostenibilidad de estos proyectos”, aseguró Pedro Serrano.

Aguas del Cesar, como gestor del Plan Departamental de Agua, viene desarrollando obras de agua potable y saneamiento básico, acompañado a la supervisión del esquema regional de aseo.

Durante la vigencia 2017 entregaron el alcantarillado y sistema de tratamiento de aguas residuales del corregimiento Llerasca, Agustín Codazzi, donde se invirtieron más de $4.100 millones, para beneficiar a 2.877 habitantes.

Otra de las obras fue la construcción y optimización del sistema de acueducto de El Copey, donde invirtieron $3.248 millones; así también la construcción de un tanque de almacenamiento de 40 metros cúbicos y empalme al pozo profundo, tanque de distribución y con la red para el sistema de acueducto del barrio 19 de Mayo de La Paz. Inversión de $318 millones.

En 2018 ya entregaron obras para la optimización del acueducto del corregimiento Santa Isabel en Curumaní y la optimización del acueducto del corregimiento Soledad en Chimichagua. En los próximos días pondrán a disposición de la comunidad la construcción y optimización de los sistemas de acueducto y alcantarillado del corregimiento Costilla, en Pelaya, así como la planta de tratamiento de aguas residuales en el barrio Divino Niño de Gamarra.

Tamalameque, caso especial

Por medio del Índice de Riesgo de la Calidad del Agua, realizado por el Instituto Nacional de Salud, el municipio de Tamalameque apareció con el nivel de riesgo más alto de todo el país, a finales de 2015.

La falta de quien cobrara y le garantizara un tratamiento óptimo al agua que abastece a los más de 13.000 habitantes de esta población, ubicada al sur del Cesar. El acueducto, hasta hace menos de un año era un pozo profundo, una caseta de bombeo, el tanque elevado y las redes principales y domiciliarias en tubo (PVC). Todo esto sumado a la contaminación en nacimientos de agua que abastecían al municipio.

Para el acueducto, en la Unidad de Servicios Públicos, se reportaron en el 2014 inversiones por $907.043.000 para el sector Agua Potable y Saneamiento Básico, recursos del Sistema General de Participaciones.

El gerente de Aguas del Cesar, Pedro Serrano, afirmó que ya el problema quedó solucionado y fue gracias a inversiones mínimas que hizo la Alcaldía local.

“Inmediatamente desde el 2016 como gestores de la política pública de los planes departamentales de agua y de la mano con el alcalde, nos pusimos a la tarea y hoy la cabecera municipal salió del riesgo en que estaba. Fueron pequeñas inversiones y lo que hicimos fue fortalecer la operación con unos recursos que se hicieron a través del municipio, no mayor a 20 millones, y logramos estabilizar la prestación del servicio de agua potable en el municipio”, argumentó Serrano.

Por Carlos Mario Jiménez
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