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Columnista - 11 enero, 2017

Enano el aumento del salario mínimo

Cada año y con justificada razón  la clase trabajadora nacional ha aseverado  que el llamado salario mínimo mensual para los trabajadores es una modesta propina o ñapa; por lo anterior es que la gestión de los miembros de la comisión tripartita, representa la más absurda y lamentable comedia nacional, en contra de la clase trabajadora […]

Cada año y con justificada razón  la clase trabajadora nacional ha aseverado  que el llamado salario mínimo mensual para los trabajadores es una modesta propina o ñapa; por lo anterior es que la gestión de los miembros de la comisión tripartita, representa la más absurda y lamentable comedia nacional, en contra de la clase trabajadora de Colombia.

Pero al final de cuentas en Colombia,  para que cada año nos lamentamos más, las pautas en materia de salario mínimo  siempre serán   pequeñas,  minúsculas,  diminutas, exiguas, ínfimas, menudas, bajas, enanas, inferiores, apretadas, insignificantes y hasta ridículas
De ninguna manera se puede calificar de digna la remuneración mínima establecida por  el Gobierno Nacional.

Durante el año 2017 la situación será mucho peor para la clase trabajadora debido a que no alcanzará para cubrir los reajustes en los productos de la canasta familiar con motivo de la aplicación del  Impuesto al Valor Agregado,  IVA,  que  el Congreso aprobó recientemente en sesiones extraordinarias; así la situación, la mayoría de los trabajadores colombianos tendrá que afrontar en el curso del año un verdadero drama económico.

Para el año  2017,  la remuneración mínima mensual que estuvo en el año 2016 en 689.455 pesos,  ahora será por 737.717, es decir, con un aumento del 7%;  comparativamente al del año 2016; o sea un incremento de 48.261 pesos,  (1.608 pesos diarios).

Es con absoluta seguridad que en las dos primeras quincenas del primer mes de este año que apenas comienza se reflejará esta cruel realidad sobre la verdadera situación en la economía laboral;  el nuevo incremento salarial mínimo nuevamente será irrisorio y en verdad en este año el reajuste no alcanzará ni para pagar un pasaje en un bus o sistema de transporte en cualquier ciudad colombiana y mucho menos para comprar una bolsa de leche diaria.

La referida suma, para el año 2017, no corresponde a los desmesurados incrementos de los servicios públicos, la vivienda, la educación, el transporte,  la canasta familiar, en general y peor aún para cubrir las alzas que ya está originando la carga tributaria que aprobó el Congreso del Impuesto al Valor Agregado,  IVA, al igual que otros cobros del estilo alcabalero.

De ninguna manera, una quincena de menos de $370.000 alcanzará para suplir las necesidades básicas de una familia colombiana, y en consecuencia el aumento de solo $48.261 mensuales al salario mínimo para el año laboral 2017 no se compadece con la difícil realidad que viven los asalariados.

Para hacer justicia y llamar a esta situación con el nombre apropiado y no incurrir en errores gramaticales o idiomáticos de ahora en adelante y en forma anual sería muy conveniente que la tan famosa comisión tripartita, (integrada por representantes del Gobierno Nacional, los gremios y los trabajadores), se reúna “para establecer la ñapa o propina mensual de los trabajadores colombianos”.

Si hacemos un balance del aumento del salario mínimo en Colombia, durante los últimos años, se establece plenamente que los mejores se registraron para el año 1997, con el 21.02 %, después está el del año 1995 con el 20,50 % y el del año 1996, del 19,50 %; el menor aumento ocurrió en el año 2010 con el 3,64.

Para los extrabajadores colombianos la situación tampoco es color de rosa y en todos los sectores circula una frase que ya se hizo popular y dice: “el Presidente “Juanpa” incumplió una vez más las  promesas de campaña como la de rebajar del 12 % al 4 % la cuota por salud que descuentan a los pensionados; entonces el Presidente y el Congreso le hicieron nuevamente  “conejo” a los pensionados.

Para concluir, resulta promisoria la popular frase en el sentido que “con apretarse el cinturón no bastará”.

Columnista
11 enero, 2017

Enano el aumento del salario mínimo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Giraldo Acevedo

Cada año y con justificada razón  la clase trabajadora nacional ha aseverado  que el llamado salario mínimo mensual para los trabajadores es una modesta propina o ñapa; por lo anterior es que la gestión de los miembros de la comisión tripartita, representa la más absurda y lamentable comedia nacional, en contra de la clase trabajadora […]


Cada año y con justificada razón  la clase trabajadora nacional ha aseverado  que el llamado salario mínimo mensual para los trabajadores es una modesta propina o ñapa; por lo anterior es que la gestión de los miembros de la comisión tripartita, representa la más absurda y lamentable comedia nacional, en contra de la clase trabajadora de Colombia.

Pero al final de cuentas en Colombia,  para que cada año nos lamentamos más, las pautas en materia de salario mínimo  siempre serán   pequeñas,  minúsculas,  diminutas, exiguas, ínfimas, menudas, bajas, enanas, inferiores, apretadas, insignificantes y hasta ridículas
De ninguna manera se puede calificar de digna la remuneración mínima establecida por  el Gobierno Nacional.

Durante el año 2017 la situación será mucho peor para la clase trabajadora debido a que no alcanzará para cubrir los reajustes en los productos de la canasta familiar con motivo de la aplicación del  Impuesto al Valor Agregado,  IVA,  que  el Congreso aprobó recientemente en sesiones extraordinarias; así la situación, la mayoría de los trabajadores colombianos tendrá que afrontar en el curso del año un verdadero drama económico.

Para el año  2017,  la remuneración mínima mensual que estuvo en el año 2016 en 689.455 pesos,  ahora será por 737.717, es decir, con un aumento del 7%;  comparativamente al del año 2016; o sea un incremento de 48.261 pesos,  (1.608 pesos diarios).

Es con absoluta seguridad que en las dos primeras quincenas del primer mes de este año que apenas comienza se reflejará esta cruel realidad sobre la verdadera situación en la economía laboral;  el nuevo incremento salarial mínimo nuevamente será irrisorio y en verdad en este año el reajuste no alcanzará ni para pagar un pasaje en un bus o sistema de transporte en cualquier ciudad colombiana y mucho menos para comprar una bolsa de leche diaria.

La referida suma, para el año 2017, no corresponde a los desmesurados incrementos de los servicios públicos, la vivienda, la educación, el transporte,  la canasta familiar, en general y peor aún para cubrir las alzas que ya está originando la carga tributaria que aprobó el Congreso del Impuesto al Valor Agregado,  IVA, al igual que otros cobros del estilo alcabalero.

De ninguna manera, una quincena de menos de $370.000 alcanzará para suplir las necesidades básicas de una familia colombiana, y en consecuencia el aumento de solo $48.261 mensuales al salario mínimo para el año laboral 2017 no se compadece con la difícil realidad que viven los asalariados.

Para hacer justicia y llamar a esta situación con el nombre apropiado y no incurrir en errores gramaticales o idiomáticos de ahora en adelante y en forma anual sería muy conveniente que la tan famosa comisión tripartita, (integrada por representantes del Gobierno Nacional, los gremios y los trabajadores), se reúna “para establecer la ñapa o propina mensual de los trabajadores colombianos”.

Si hacemos un balance del aumento del salario mínimo en Colombia, durante los últimos años, se establece plenamente que los mejores se registraron para el año 1997, con el 21.02 %, después está el del año 1995 con el 20,50 % y el del año 1996, del 19,50 %; el menor aumento ocurrió en el año 2010 con el 3,64.

Para los extrabajadores colombianos la situación tampoco es color de rosa y en todos los sectores circula una frase que ya se hizo popular y dice: “el Presidente “Juanpa” incumplió una vez más las  promesas de campaña como la de rebajar del 12 % al 4 % la cuota por salud que descuentan a los pensionados; entonces el Presidente y el Congreso le hicieron nuevamente  “conejo” a los pensionados.

Para concluir, resulta promisoria la popular frase en el sentido que “con apretarse el cinturón no bastará”.