ESTA ESQUINA
Por: Hernán Araujo Ariza
Mucha fue la espera y la incertidumbre de la conformación final del Congreso de la República. En el caso particular del Cesar, la incertidumbre corría por cuenta del Senado. Luego de muchos rumores, de denuncias y contradenuncias, al fin el Consejo Nacional Electoral nos sacó del dilema; de si serían uno o dos los senadores.
Aclaro que hubiera preferido que Ape Cuello estuviera –hoy- dentro del grupo de elegidos. Porque simpatizo con la ‘pambelesca’ tesis de que más es mejor que menos; y creo que dos era mejor que un solo senador para el Cesar. Pero es solo por eso, pues si nos detenemos a inventariar el pasado reciente de Ape en la política local, encuentra uno muchas particularidades.
No se nos olvida, la vez que al lado de Jaime Murgas, decidió apoyar a Luis Fabián Fernández en el año 2007. Eso implicaba darle la espalda a un buen candidato como Rubén Darío Carrillo, avalado por el partido Conservador. En ese momento primó el pacto con los liberales para dividirse alcaldía y gobernación.
Luego de la destitución del alcalde Carvajal, cuando se aproximaban las elecciones atípicas, recuerdo que María Elisa Dangond –presidenta de entonces del Directorio Municipal Conservador- salió a anunciar que los ‘azules’ harían una consulta para escoger el candidato a la alcaldía de Valledupar. No pasaron dos días, cuando corrió Ape a desautorizarla públicamente y a desbaratar la consulta; pues ya él había decidido apoyar al seguro alcalde Luis Fabián Fernández. Que seguro le pondría unos votos para su aspiración a Senado.
Nuevamente, el joven líder conservador; pasando por encima de los directoristas (elegidos democráticamente), y dándole la espalda a legítimos aspirantes de su colectividad. ¿El bien particular de su candidatura, por encima del bien general del partido?
Luego empieza su osadía de pasar de la Cámara al Senado. Cuando se dio cuenta que muchos habían seguido su ejemplo -hasta el momento exitoso- y se dio cuenta que muchos directoristas ‘azules’ apoyaban candidatos diferentes a él, invitó a Benjamín Higuita y otros a que abrieran procesos disciplinarios al interior de la colectividad. Un intento desesperado por imponer la disciplina canina, con la que exigiría a sus copartidarios tener la actitud proba que él nunca tuvo.
Cuando Uribito perdió la consulta, en vez de actuar coherentemente, fue de los primeros en llegar a apoyar a Santos desde la plataforma de otro partido.
Hoy, sin curul, sigue sorprendiendo. Hace unos días, en una emisora local habló de compromisos previos con dos candidatos, uno a la alcaldía y otro a la gobernación, ninguno del partido Conservador. Cuando lo más interesante sería verlo gestar una lucha por fortalecer la colectividad con la que fue representante y Presidente de la Cámara, parece que sus intenciones son seguir en la misma línea de pensamiento del ‘Yoísmo’.
Por eso cosecha hoy las tempestades de los vientos que sembró ayer.

MI ÚLTIMA PALABRA:
Desde ESTA ESQUINA también apoyamos la solicitud del cabildo abierto -con el que se pretende revisar la concesión del tránsito- exigido a través de firmas de los ciudadanos cansados de tanta negligencia y corrupción. ¿Será que el concejo municipal pretenderá no pararle bolas a esta iniciativa ciudadana? ¿Cuánto más toca esperar para que se fije la fecha del cabildo?
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