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Editorial - 19 agosto, 2016

El pesimismo de los hogares colombianos

La última Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) que realiza Fedesarrollo (Centro de Investigación Económica y Social) muestra la preocupación de los hogares colombianos frente a su futuro económico, que en cierta forma es la misma percepción de la economía nacional. El índice de expectativa del consumidor es bastante deprimente. Solo el porcentaje de lo […]

La última Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) que realiza Fedesarrollo (Centro de Investigación Económica y Social) muestra la preocupación de los hogares colombianos frente a su futuro económico, que en cierta forma es la misma percepción de la economía nacional.
El índice de expectativa del consumidor es bastante deprimente. Solo el porcentaje de lo que piensan que pasará en los próximos meses es bastante diciente. A la pregunta ¿Dentro de un año a su hogar le estará yendo económicamente mejor? Solo el 21,7 piensa que sí, frente a un 37,3 y 49,0 en 2015 y 2014, respectivamente, para este mismo periodo.

Fedesarrollo afirma que en julio el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se deterioró, revirtiendo parcialmente la tendencia ascendente de los últimos cinco meses y asegura que la caída de la confianza obedeció a una disminución en el indicador de condiciones económicas, mientras que el componente de expectativas se mantuvo prácticamente inalterado. La confianza de los consumidores aumentó en tres de las cinco ciudades encuestadas, pero cayó en Bogotá y Cali. La disposición a comprar vivienda y, en menor grado, la disposición a comprar bienes muebles y electrodomésticos disminuyeron frente al mes anterior, luego de tres meses consecutivos de recuperación.

Aunque esta Encuesta no es aplicada en ciudades como Valledupar, la situación aquí no es distinta. La percepción de la crisis económica se siente en todos los sectores y se nota la preocupación en los diferentes sectores de la economía, que termina por colapsar en los hogares, donde se refleja considerablemente la crítica situación.

Dice Fedesarrollo que “La caída en la confianza de los consumidores en el mes de julio con respecto a los meses inmediatamente anteriores se debe a un deterioro tanto en la percepción acerca de la situación económica del país como de la situación del hogar”.

En estos resultados se confirma un poco la desaceleración del negocio inmobiliario. “En julio, el indicador acerca de la disposición a comprar vivienda se ubicó en un balance de -20,7%, lo que equivale a una caída de 20,8 respecto al mes anterior y de 32,7 frente a julio de 2015 (Cuadro 4). Con el resultado de este mes, la disposición a comprar vivienda se deterioró de forma drástica luego de tres meses consecutivos de recuperación”.
Lo mismo sucede con la disposición a comprar bienes muebles y electrodomésticos, y vehículos, que disminuyó frente al mes anterior luego de tres meses consecutivos de recuperación.
La preocupación de los hogares colombianos, cesarenses y vallenatos es evidente y es necesario que los gremios de la producción analicen la situación, especialmente en la región donde se notan esfuerzos por recuperar la dinámica de la economía, pero sin resultados efectivos.

Editorial
19 agosto, 2016

El pesimismo de los hogares colombianos

La última Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) que realiza Fedesarrollo (Centro de Investigación Económica y Social) muestra la preocupación de los hogares colombianos frente a su futuro económico, que en cierta forma es la misma percepción de la economía nacional. El índice de expectativa del consumidor es bastante deprimente. Solo el porcentaje de lo […]


La última Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) que realiza Fedesarrollo (Centro de Investigación Económica y Social) muestra la preocupación de los hogares colombianos frente a su futuro económico, que en cierta forma es la misma percepción de la economía nacional.
El índice de expectativa del consumidor es bastante deprimente. Solo el porcentaje de lo que piensan que pasará en los próximos meses es bastante diciente. A la pregunta ¿Dentro de un año a su hogar le estará yendo económicamente mejor? Solo el 21,7 piensa que sí, frente a un 37,3 y 49,0 en 2015 y 2014, respectivamente, para este mismo periodo.

Fedesarrollo afirma que en julio el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se deterioró, revirtiendo parcialmente la tendencia ascendente de los últimos cinco meses y asegura que la caída de la confianza obedeció a una disminución en el indicador de condiciones económicas, mientras que el componente de expectativas se mantuvo prácticamente inalterado. La confianza de los consumidores aumentó en tres de las cinco ciudades encuestadas, pero cayó en Bogotá y Cali. La disposición a comprar vivienda y, en menor grado, la disposición a comprar bienes muebles y electrodomésticos disminuyeron frente al mes anterior, luego de tres meses consecutivos de recuperación.

Aunque esta Encuesta no es aplicada en ciudades como Valledupar, la situación aquí no es distinta. La percepción de la crisis económica se siente en todos los sectores y se nota la preocupación en los diferentes sectores de la economía, que termina por colapsar en los hogares, donde se refleja considerablemente la crítica situación.

Dice Fedesarrollo que “La caída en la confianza de los consumidores en el mes de julio con respecto a los meses inmediatamente anteriores se debe a un deterioro tanto en la percepción acerca de la situación económica del país como de la situación del hogar”.

En estos resultados se confirma un poco la desaceleración del negocio inmobiliario. “En julio, el indicador acerca de la disposición a comprar vivienda se ubicó en un balance de -20,7%, lo que equivale a una caída de 20,8 respecto al mes anterior y de 32,7 frente a julio de 2015 (Cuadro 4). Con el resultado de este mes, la disposición a comprar vivienda se deterioró de forma drástica luego de tres meses consecutivos de recuperación”.
Lo mismo sucede con la disposición a comprar bienes muebles y electrodomésticos, y vehículos, que disminuyó frente al mes anterior luego de tres meses consecutivos de recuperación.
La preocupación de los hogares colombianos, cesarenses y vallenatos es evidente y es necesario que los gremios de la producción analicen la situación, especialmente en la región donde se notan esfuerzos por recuperar la dinámica de la economía, pero sin resultados efectivos.