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Columnista - 18 abril, 2011

El periodismo de estómago en Valledupar

Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO* Nos enfocamos en los políticos como generadores de corrupción, pero lo cierto es que la corrupción está en todos los sectores de nuestra sociedad, y el periodismo no es ajeno a ello, pero ojo, no todo el periodismo como algunos quieren hacerlo ver, de forma oportunista, para camuflarse con los buenos […]

Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO*
Nos enfocamos en los políticos como generadores de corrupción, pero lo cierto es que la corrupción está en todos los sectores de nuestra sociedad, y el periodismo no es ajeno a ello, pero ojo, no todo el periodismo como algunos quieren hacerlo ver, de forma oportunista, para camuflarse con los buenos periodistas que están en la ciudad y que son víctimas de esos mismos tiburones, que se creen emperadores, los dueños de la verdad y hasta amenazan con desprestigiar al que se les atraviese en su camino.
Me imagino que me lloverán rayos y centellas, como ocurrió cuando no me tembló la pluma para criticar a Julio Sánchez Cristo  y a Félix de Bedout, en un artículo en defensa de Valledupar titulado, “La W o periodismo bochinche”.    Señores ese sapo no me lo trago yo,  mucho menos cuando otros periodistas sanos que prefieren omitir su nombre, me han comentado lo que pasa en el gremio, pero no lo dicen por temor a represalias, lo peor en este caso es acudir al sofisma de las pruebas, cuando todos sabemos que es verdad, lo perjudicial es tratar de tapar el sol con las manos.
Desde el periodismo crítico, imparcial e investigativo salen procesos transformadores y benéficos para la sociedad; del periodismo de tripa o el apasionado que complace a los dueños de medios, sólo queda el desprestigio.
El que no esté en esta película titulada Payola y Varilla, que no se ofenda; además esto es una denuncia general y al que le caiga el guante que se lo chante.
El periodismo debe ser más equilibrado y aportar más al desarrollo, desde un punto de vista formativo, no es únicamente hablar y hablar por un micrófono o escribir, de acuerdo a pactos pre establecidos; la obligación de un comunicador es con la audiencia, brindar información ajustada como les enseñan en la universidad.
Algunos me advirtieron: no te metas con los periodistas por que te van a acabar, como si una opinión o un criterio se maneja por conveniencias, además mi preocupación es seguir llevando la imagen del país en alto, continuar con mis proyectos literarios y seguir denunciando situaciones que me parezcan anómalas, esos depredadores no pueden seguir siendo los dueños de la información, manejándola con tintes personalistas, recibir plata por una publicación o sobornar a otros, es perder la dignidad; yo sé que la cuchara está alta y también sé lo que es una pensión atrasada en el colegio de un hijo, pero no por eso voy a dejar que alguien me pague por una columna.
Reitero, que no es un asunto personal, ni contra un periodista determinado, es de responsabilidad gremial para mejorar; aquí hay mucho talento para las crónicas,  las entrevistas, la investigación y la radio, pero si no entendemos que los comunicadores no pueden dejarse manosear por los políticos o empresarios que buscan su beneficio y luego los botan como trapos viejos. Sí no hay capacidad de autocrítica, no avanzaremos; pido a esos buenos periodistas que no se atemoricen y que den la batalla por la depuración del gremio.

Estocada: Excelente el desfile de los diseñadores María Claudia Fernández y Darío Valencia en Expo Colombia Miami, mostraron que el diseño vallenato puede competir en las mejores pasarelas del mundo.
*Twitter: @jacobosolanoc

Columnista
18 abril, 2011

El periodismo de estómago en Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO* Nos enfocamos en los políticos como generadores de corrupción, pero lo cierto es que la corrupción está en todos los sectores de nuestra sociedad, y el periodismo no es ajeno a ello, pero ojo, no todo el periodismo como algunos quieren hacerlo ver, de forma oportunista, para camuflarse con los buenos […]


Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO*
Nos enfocamos en los políticos como generadores de corrupción, pero lo cierto es que la corrupción está en todos los sectores de nuestra sociedad, y el periodismo no es ajeno a ello, pero ojo, no todo el periodismo como algunos quieren hacerlo ver, de forma oportunista, para camuflarse con los buenos periodistas que están en la ciudad y que son víctimas de esos mismos tiburones, que se creen emperadores, los dueños de la verdad y hasta amenazan con desprestigiar al que se les atraviese en su camino.
Me imagino que me lloverán rayos y centellas, como ocurrió cuando no me tembló la pluma para criticar a Julio Sánchez Cristo  y a Félix de Bedout, en un artículo en defensa de Valledupar titulado, “La W o periodismo bochinche”.    Señores ese sapo no me lo trago yo,  mucho menos cuando otros periodistas sanos que prefieren omitir su nombre, me han comentado lo que pasa en el gremio, pero no lo dicen por temor a represalias, lo peor en este caso es acudir al sofisma de las pruebas, cuando todos sabemos que es verdad, lo perjudicial es tratar de tapar el sol con las manos.
Desde el periodismo crítico, imparcial e investigativo salen procesos transformadores y benéficos para la sociedad; del periodismo de tripa o el apasionado que complace a los dueños de medios, sólo queda el desprestigio.
El que no esté en esta película titulada Payola y Varilla, que no se ofenda; además esto es una denuncia general y al que le caiga el guante que se lo chante.
El periodismo debe ser más equilibrado y aportar más al desarrollo, desde un punto de vista formativo, no es únicamente hablar y hablar por un micrófono o escribir, de acuerdo a pactos pre establecidos; la obligación de un comunicador es con la audiencia, brindar información ajustada como les enseñan en la universidad.
Algunos me advirtieron: no te metas con los periodistas por que te van a acabar, como si una opinión o un criterio se maneja por conveniencias, además mi preocupación es seguir llevando la imagen del país en alto, continuar con mis proyectos literarios y seguir denunciando situaciones que me parezcan anómalas, esos depredadores no pueden seguir siendo los dueños de la información, manejándola con tintes personalistas, recibir plata por una publicación o sobornar a otros, es perder la dignidad; yo sé que la cuchara está alta y también sé lo que es una pensión atrasada en el colegio de un hijo, pero no por eso voy a dejar que alguien me pague por una columna.
Reitero, que no es un asunto personal, ni contra un periodista determinado, es de responsabilidad gremial para mejorar; aquí hay mucho talento para las crónicas,  las entrevistas, la investigación y la radio, pero si no entendemos que los comunicadores no pueden dejarse manosear por los políticos o empresarios que buscan su beneficio y luego los botan como trapos viejos. Sí no hay capacidad de autocrítica, no avanzaremos; pido a esos buenos periodistas que no se atemoricen y que den la batalla por la depuración del gremio.

Estocada: Excelente el desfile de los diseñadores María Claudia Fernández y Darío Valencia en Expo Colombia Miami, mostraron que el diseño vallenato puede competir en las mejores pasarelas del mundo.
*Twitter: @jacobosolanoc